La violencia suspende el f¨²tbol

La rivalidad entre el Valencia y el Deportivo vivi¨® anoche su cap¨ªtulo m¨¢s lamentable: una media parte plagada de incidentes que concluy¨® finalmente con la suspensi¨®n del partido en el minuto 44 con 1-0 en el marcador. Uno de los asistentes acababa de recibir el impacto de un objeto desde la grada que le abri¨® una herida encima de la ceja derecha. Ante ello, el ¨¢rbitro, Meg¨ªa D¨¢vila, decidi¨® suspender el encuentro de manera inmediata. No hab¨ªa sido un caso aislado, sino la sucesi¨®n in crescendo de una agresividad alimentada previamente por algunos de los protagonistas. Primero, el presidente del club valencianista, Juan Soler, al anunciar que el pr¨®ximo rival en la Copa ir¨ªa "por el aire". Y despu¨¦s, su entrenador, Quique Flores, al pedir un choque "¨¢spero, caliente y bronco" que le devolviera supuestamente la moneda al Depor del encuentro de ida, en el que el Valencia cay¨® por 1-0 tras un pol¨¦mico penalti se?alado por Iturralde a Carboni.

Luego, llegaron los incontrolados. El primero fue Marchena, que solt¨® un tremendo pu?etazo a Arizmendi en el minuto 8, en un bal¨®n dividido, sin peligro y fuera del ¨¢rea. Y m¨¢s tarde, al filo del descanso, alg¨²n fan¨¢tico del p¨²blico abri¨® la ceja a un linier. Todo eso borr¨® un magn¨ªfico gol de Villa justo antes de la suspensi¨®n, un tanto que igualaba la eliminatoria. Varios centenares de ultras se reunieron m¨¢s tarde en las afueras de Mestalla coreando gritos contra el ¨¢rbitro y el Deportivo. "?No vas a salir! ?No vas a salir!", gritaban, enardecidos, a Meg¨ªa D¨¢vila. La violencia hab¨ªa derrotado al f¨²tbol pese a que, finalmente, los incidentes no se agravaron gracias a la intervenci¨®n de las fuerzas de seguridad.

No hab¨ªan pasado ni siete segundos cuando Angulo ya hab¨ªa atizado a Munitis en lo que parec¨ªa una declaraci¨®n de intenciones. Lo era. Se equivoc¨® Quique de plano al calentar innecesariamente el encuentro. La rivalidad entre el Valencia y el Deportivo en las ¨²ltimas temporadas ya es por s¨ª misma demasiado enconada para que los entrenadores echen le?a al fuego. Marchena entendi¨® que eso significaba tener licencia para golpear al ment¨®n de Arizmendi. Ante los morros del ¨¢rbitro, que lo expuls¨® como era su obligaci¨®n. El p¨²blico se instal¨® en la queja y el victimismo, sin luces para diferenciar entre lo que era justo reclamar y lo que no. En ese contexto, Villa se tir¨® un piscinazo ante Juanma ante el que tampoco pic¨® el ¨¢rbitro, pero s¨ª una parte de la grada. As¨ª se lleg¨® a la agresi¨®n al juez de banda. "?Nos vamos!", repiti¨® Meg¨ªa al ver la herida de su ayudante y marcharse al vestuario con la idea de suspender el encuentro. "Se supone que es el final de la primera parte", coment¨® Soler, ajeno al l¨ªo. Despu¨¦s habl¨® incluso de que la suspensi¨®n fue "una provocaci¨®n a la afici¨®n".

"Lo primero que ha dicho es que lo suspend¨ªa. Los dos equipos hemos estado hablando con ¨¦l para ver si recapacitaba. Es una decisi¨®n demasiado dr¨¢stica por su parte. Es una barbaridad que agredan a un ¨¢rbitro, pero lo normal es seguir por todo lo que supone un partido de Copa", pidi¨® el segundo entrenador del Valencia, Fran Escrib¨¤. Meg¨ªa, sin embargo, decidi¨® dar por concluida la cita. El club comunic¨® por megafon¨ªa su decisi¨®n y el p¨²blico, despu¨¦s de mostrar su enfado mediante silbidos y quejas, comenz¨® a abandonar poco a poco el estadio.