Carrusel de identidades
Hay determinadas pr¨¢cticas de la fotograf¨ªa cuyo desarrollo y difusi¨®n han estado ligadas durante d¨¦cadas a un cierto modelo de festival. De hecho, en la etapa en que la cultura fotogr¨¢fica luchaba a¨²n por su plena aceptaci¨®n y normalizaci¨®n, especialmente en el ¨¢mbito del arte, los festivales fotogr¨¢ficos cumplieron un papel de agitaci¨®n y llamada de atenci¨®n sobre la madurez e importancia del medio. L¨®gicamente, la aceptaci¨®n de la fotograf¨ªa por las instituciones y circuitos art¨ªsticos, as¨ª como su progresiva disoluci¨®n en m¨²ltiples pr¨¢cticas, hasta el punto de que desde determinadas posiciones se cuestiona si realmente se trata de algo identificable como fotograf¨ªa, termin¨® por poner en crisis muchos festivales o al menos dej¨® sin justificaci¨®n a algunos de ellos, haciendo necesaria una reformulaci¨®n de los mismos. En este contexto, sorprende la aparici¨®n y progresivo afianzamiento de Fotoencuentros. La raz¨®n de su ¨¦xito y continuidad probablemente haya que buscarla en el hecho de haberse centrado con nitidez en un territorio que podr¨ªamos definir como de difusi¨®n y reconocimiento de la cultura fotogr¨¢fica. A este principio responden algunas de las se?as de identidad de este festival.
Fotoencuentros vuelve la vista hacia cierta esencia de lo fotogr¨¢fico, caracteriz¨¢ndose a lo largo de sus ediciones por una destacada presencia de las diversas estrategias de lo documental. Punto de vista que se ve reforzado por la presentaci¨®n exclusivamente de muestras individuales, planteamiento que de alguna manera nos remite a la idea de la mirada singular sobre el mundo construida por el fot¨®grafo. Esta l¨ªnea de trabajo facilita claramente la identificaci¨®n del festival como propuesta estrictamente fotogr¨¢fica, que adem¨¢s completa su programaci¨®n con una amplia propuesta de talleres, conferencias y encuentros con los propios autores. Con estos presupuestos, Fotoencuentros ha conseguido encontrar una f¨®rmula de amplia aceptaci¨®n entre el p¨²blico, aquel que se reconoce en una cultura fotogr¨¢fica de amplia tradici¨®n, pero est¨¢ interesado en ir descubriendo nuevos enfoques sin caer por ello en la desorientaci¨®n que puede provocarle la fragmentaci¨®n y dispersi¨®n del medio.
Esta sexta edici¨®n, como las
anteriores, se centra en un tema monogr¨¢fico: la identidad. Concepto que viene a resumir uno de los objetivos cl¨¢sicos de muchos fot¨®grafos: la indagaci¨®n sobre el mundo y las personas que nos rodean, entendida ¨¦sta como "una forma de ampliar el conocimiento sobre nosotros mismos por medio del conocimiento del otro". Y para abordar este enunciado general, se han reunido las propuestas de 14 autores, entre las que predomina una mirada firmemente anclada en el documentalismo. En ese registro se mueven precisamente algunas de las mejores exposiciones presentadas.
Es interesante poder ver reunidas las muestras de Tanit Plana (Homeware/Yayos) y Txema Salvans (Encantado de conocerle), dos autores que se encuentran entre lo m¨¢s interesante que nos ofrece el panorama actual de la fotograf¨ªa documental en Espa?a. La primera ha realizado una obra firmemente anclada en la experiencia personal y biogr¨¢fica, que tiene como tema el mundo de los abuelos, y que progresivamente se ha ido convirtiendo en una reflexi¨®n sobre la soledad, la muerte y la memoria, a trav¨¦s del registro de los espacios tenues y silenciosos que habitan y de los objetos sobre los que reposa el paso del tiempo. Del segundo se presenta una selecci¨®n de su premiado libro Nice to meet you, en el que jugando con peque?as secuencias y diversos formatos, recrea los ¨¢lbumes de familia, la foto de recuerdo de vacaciones, en toda su espontaneidad y frescura. Un ejercicio que le permite revisitar y reformular el espacio visual de generaci¨®n de nuestros recuerdos y la imagen que tenemos de los mismos.
Del fot¨®grafo madrile?o Bayl¨®n se presenta una selecci¨®n de cincuenta im¨¢genes que permite visualizar su trayectoria a lo largo de casi quince a?os. En este recorrido desde principios de los a?os noventa hasta la actualidad se manifiesta un autor con un claro dominio de la calle y sus personajes, con los que mantiene un claro juego de complicidad y comprensi¨®n. Toda la vida cabe en su c¨¢mara, una vida con los mismos claroscuros de siempre y en todo momento sostenida por un humor sombr¨ªo. Bayl¨®n consigue que lo cotidiano parezca especial y sorprendente, y lo extraordinario se nos muestre con toda su naturalidad.
Se pueden apuntar tambi¨¦n los trabajos de Manel ?beda y Chema Prado. Dos formas complementarias de acercarse a la idea del viaje y la ciudad. Chema Prado, con Pek¨ªn-Sanghai lo hace desde la est¨¦tica del paseante que se pierde por las ciudades que visita, una mirada de sensaciones fragmentadas, atm¨®sferas que transitan entre lo in¨¦dito, lo evocador o lo reconocible ya en cualquier parte del mundo. Manel ?beda, en ?Vacaciones?, realiza su trabajo desde la ocupaci¨®n del turista, ese ciudadano accidental al que reconocemos como en un espejo. Dentro de esta serie hay una parte dedicada a La Barceloneta, especialmente interesante, en la que se acerca a un espacio tan complejo y ambiguo como las playas urbanas con sus restos de la vida de barrio.
Otras presencias rese?ables
est¨¢n en los trabajos de Carlos P¨¦rez Siquier, con una serie ya hist¨®rica sobre el barrio almeriense de La Chanca, realizado entre 19571975. Marcos L¨®pez, con su propuesta Sub-realismo criollo, una mirada sat¨ªrica a ciertos lugares comunes de la identidad hispanoamericana en la que destacan sus ¨²ltimas obras, una serie de retratos m¨¢s complejos y ya alejados del humor un tanto superficial que domina el resto del trabajo y le hacen perder fuerza corrosiva.
Fotoencuentros presenta adem¨¢s de la secci¨®n oficial de exposiciones una secci¨®n paralela que se desarrolla en diferentes galer¨ªas de arte. Una secci¨®n que sin duda necesita una revisi¨®n dado el escaso inter¨¦s (e incluso calidad en alg¨²n caso) de los trabajos presentados. Dentro de lo escasamente rese?able de esta parte del programa, hay que destacar la propuesta de Juan Pedro Garc¨ªa, una honesta reflexi¨®n sobre el proceso de desarrollo y el futuro de las pr¨®ximas generaciones.
Txema Salvans. Colegio de Arquitectos. Murcia. Hasta el 18 de febrero. Bayl¨®n. Muralla Bizantina. Cartagena. Hasta el 18 de febrero. Tanit Plana. Centro Cultural Caja Murcia. Cartagena. Hasta el 17 de febrero. Chema Prado. Sala Caballerizas. Murcia. Hasta el 18 de febrero. P¨¦rez Siquier. Centro Cultural Las Claras. Murcia. Hasta el 19 de febrero.
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