El d¨¦ficit asesino
En 1970, el mundo sufri¨® 78 grandes desastres naturales, que afectaron a cerca de 80 millones de personas y generaron da?os materiales por m¨¢s de 10.000 millones de d¨®lares. En 2004, la cifra lleg¨® a 384 cat¨¢strofes naturales, que se cobraron 200 millones de v¨ªctimas. Su coste econ¨®mico se multiplic¨® por cinco, elev¨¢ndose a 50.000 millones de d¨®lares. Las cifras definitivas de 2005 ser¨¢n a¨²n peores.
Una de las razones de este enorme crecimiento en el n¨²mero de desastres es que ahora son regularmente documentados muchos de los que en el pasado no se registraban. Pero, incluso teniendo en cuenta este factor, el n¨²mero de inundaciones, huracanes, tifones, corrimientos de tierra y otros desastres naturales ha crecido exponencialmente en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Y lo que es peor, ahora las cat¨¢strofes suelen producir m¨¢s v¨ªctimas y son m¨¢s costosas de lo que eran hace una generaci¨®n. No s¨®lo est¨¢ el mundo m¨¢s poblado, sino que hay m¨¢s gente viviendo en densas y fr¨¢giles zonas urbanas o en asentamientos vulnerables y mal construidos. No es de extra?ar que, seg¨²n Cruz Roja, el n¨²mero de "refugiados medioambientales" haya crecido hasta una media de 19,2 millones al a?o (m¨¢s o menos el mismo n¨²mero de refugiados por todas las dem¨¢s causas juntas, seg¨²n c¨¢lculos de Naciones Unidas).
Tr¨¢gicamente, los presupuestos de las organizaciones internacionales encargadas de proporcionar auxilio y acometer la reconstrucci¨®n tras las cat¨¢strofes no ha estado a la par de este crecimiento. La capacidad de respuesta mundial en este campo est¨¢ muy por debajo de las necesidades.
El Banco Mundial, una fuente fundamental de dinero y de asistencia t¨¦cnica para los proyectos de reconstrucci¨®n, presta menos dinero ahora que hace diez a?os. El presupuesto del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados ha crecido s¨®lo un 62% desde 1990, a pesar del enorme aumento en la demanda de sus servicios y de la previsi¨®n de que, en el 2010, 50 millones de personas se habr¨¢n visto desplazadas s¨®lo por causas medioambientales. Por otra parte, el presupuesto total de Naciones Unidas no ha aumentando m¨¢s que un exiguo 26% en los ¨²ltimos 15 a?os. No es de extra?ar, por tanto, que un informe reciente concluyera que el edificio sede de la ONU padece "un deterioro inaceptable, deficiencias de construcci¨®n y de protecci¨®n contra incendios, as¨ª como en los requisitos modernos de seguridad, y problemas ambientales".
Hay varias explicaciones para este peligroso desequilibrio, pero la m¨¢s importante resulta de la naturaleza misma de lo que los economistas llaman "bienes p¨²blicos". ?stos son bienes cuyo uso o disfrute por una persona no impide que sean utilizados o disfrutados por otras (si sus vecinos deciden costear la iluminaci¨®n de un callej¨®n oscuro, usted podr¨¢ disfrutar de ese beneficio aun sin haber aportado a los costos). Pero as¨ª como hay necesidad de bienes p¨²blicos muy locales (sem¨¢foros, polic¨ªa, etc.), tambi¨¦n la hay a nivel mundial. La campa?a para prevenir una pandemia mundial de gripe aviar, el sistema internacional de regulaci¨®n del transporte a¨¦reo, los esfuerzos por contener el terrorismo o el control de la degradaci¨®n ambiental son algunos de los ejemplos m¨¢s evidentes de bienes p¨²blicos globales. El suministro de estos bienes tan preciados -incluso cuando son administrados por los gobiernos dentro de sus propias fronteras- es problem¨¢tico. Cuando los bienes p¨²blicos en cuesti¨®n s¨®lo pueden ser "producidos" a trav¨¦s de los esfuerzos conjuntos de muchos pa¨ªses, o por organizaciones como Naciones Unidas, las dificultades para equilibrar la oferta y la demanda son todav¨ªa mayores. La oferta siempre ir¨¢ por detr¨¢s de las necesidades, y ¨¦ste es un d¨¦ficit que mata.
As¨ª, el hecho de que una vez producido un bien p¨²blico sea imposible para sus due?os evitar que otros lo usen sin pagar, hace que la producci¨®n de bienes p¨²blicos siempre tienda a ser insuficiente: si no se puede recuperar la inversi¨®n y lograr ganancias, no hay inversi¨®n privada. Por ello, s¨®lo los gobiernos y otras instituciones p¨²blicas suelen ser los proveedores de bienes p¨²blicos. Y en general, los gobiernos responden con retraso a la demanda de bienes p¨²blicos.
En cualquier mercado, los precios suben cuando la demanda supera a la oferta. En el mercado global de bienes p¨²blicos, cuando la oferta cae por debajo de la demanda, la consecuencia no es la inflaci¨®n de los precios, sino inseguridad e inestabilidad para todos.
Es cierto que muchos problemas -las crisis financieras, la contaminaci¨®n, las redes criminales y el terrorismo, por nombrar unos pocos- est¨¢n m¨¢s arraigados en unos pa¨ªses que en otros. Pero estos problemas se saltan cada vez m¨¢s las fronteras nacionales, y se extender¨¢n al mundo a no ser que varios, o con frecuencia muchos, pa¨ªses trabajen juntos. Estados Unidos, Europa y Jap¨®n no fueron capaces de esquivar las consecuencias del virus del S¨ªndrome Respiratorio Agudo Severo en 2003, ni podr¨¢n librarse de una epidemia de gripe aviar si se limitan a proteger s¨®lo sus propias fronteras. Sus destinos est¨¢n inextricablemente ligados a lo bien que China, Vietnam, Turqu¨ªa, Birmania u otros pa¨ªses controlen el pr¨®ximo brote mortal. De hecho, los expertos temen que las medidas organizativas, financieras y m¨¦dicas tomadas hasta la fecha para combatir una epidemia de gripe aviar sean lastimosamente insuficientes.
Los desequilibrios econ¨®micos globales relacionados con el d¨¦ficit fiscal y comercial de Estados Unidos, con el tipo de cambio de China o con el lento crecimiento de Europa podr¨¢n a la larga producir desempleo, menores ingresos y m¨¢s pobreza. ?sos son resultados indeseables. Pero palidecen en comparaci¨®n con las consecuencias del desequilibrio entre la oferta y la demanda de los bienes p¨²blicos globales. ?ste es un desequilibrio que mata a miles de personas cada a?o, y que va a golpear cada vez m¨¢s cerca de casa. En todas partes.
Mois¨¦s Na¨ªm es director de Foreign Policy y autor de Il¨ªcito: c¨®mo los traficantes, contrabandistas y piratas est¨¢n cambiando al mundo. Traducci¨®n de News Clips.
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