Grandes proyectos para Woody
El t¨¦cnico del Madrid, L¨®pez Caro, considera que el defensa es fundamental en su esquema
Juan Ram¨®n L¨®pez Caro sue?a con el regreso de un ingl¨¦s de 1,88 de estatura, 26 a?os, pelo largo y andares desma?ados, que el jueves sali¨® del entrenamiento con una gorra roja blasonada por una calavera. L¨®pez Caro cree que se trata del mejor defensa central de Europa. Capaz de dominar el juego a¨¦reo como ninguno, ir al corte con m¨¢s agresividad que nadie, colocarse r¨¢pido como s¨®lo lo hacen los elegidos y desplazar la pelota con la seguridad de un predestinado. Ser¨ªa perfecto de no ser porque en los dos ¨²ltimos a?os ha jugado cinco partidos. Se llama, claro est¨¢, Jonathan Woodgate. Hoy en Bala¨ªdos tendr¨¢ el respaldo de su t¨¦cnico para establecerse como el pilar de este Madrid mutante.
L¨®pez Caro, el entrenador, cruza los dedos y ruega por la salud de un jugador real, que de tantas ausencias como acumula parece obra de la fantas¨ªa de un agente FIFA. Este no es el caso. Al menos nominalmente, Woodgate pertenece a la plantilla madridista.
El nombre del central ingl¨¦s figur¨® siempre en las letan¨ªas de la directiva que comanda Florentino P¨¦rez, muy inquieta ante el riesgo de haber tirado a la basura una inversi¨®n de unos 40 millones de euros en concepto de sueldo y traspaso. Por fin, hoy las plegarias han sido atendidas. Woody, como le llaman en el vestuario, est¨¢ listo para jugar. L¨®pez Caro espera que con ¨¦l se cierre el c¨ªrculo de su sistema defensivo y se solucione as¨ª el problema hist¨®rico de la permeabilidad de la defensa.
Los t¨¦cnicos del Madrid creen que el equipo necesita especialistas, m¨¢s que jugadores polivalentes. Puestos a seleccionarlos, observan a Woodgate como el central m¨¢s perfecto de la plantilla. Un hombre al que, por sus caracter¨ªsticas, ven capaz de sostener a una defensa que ahora tiene orden de subir la l¨ªnea de presi¨®n y jugar en el alambre.
L¨®pez Caro considera que el juego de su equipo tiene un margen muy amplio de mejora siempre que sus jugadores consigan recuperar el bal¨®n en campo contrario. Para ello, Gravesen ha sido elegido como pivote. Seg¨²n fuentes del club, en el banquillo est¨¢n seguros de que el dan¨¦s sabe ver el juego y posee el despliegue necesario para acudir a "morder" en todo el centro del campo. No es necesario para esto tener la pierna de Beckenbauer. Lo que s¨ª es imprescindible es disponer de dos centrales capaces de achicar los espacios, jugar al l¨ªmite y corregir r¨¢pido. Woodgate y Sergio Ramos son los se?alados para esta labor en la alineaci¨®n ideal. En los planes del club, Helgera figura como una pieza polivalente, un d¨ªa centrocampista, otro central de auxilio.
Para que esta idea se materialice es preciso que Woodgate deje de ser un central ut¨®pico. La recuperaci¨®n del ingl¨¦s, lesionado hace dos meses y medio, es el ¨²ltimo eslab¨®n de una carrera entrecortada por los infortunios f¨ªsicos desde 2001. Los t¨¦cnicos que le han visto en acci¨®n, con el Leeds, el Newcastle, o en los entrenamientos del Madrid, aprecian en ¨¦l unas condiciones dif¨ªciles de reunir. Por lo que ve L¨®pez Caro a diario, duda de que exista otro central como Woodgate en Europa. Sin embargo, hay una estad¨ªstica que pesa en las decisiones del t¨¦cnico y en las del propio jugador: a lo largo de su carrera, Woodgate ha jugado 64 partidos de Liga y se ha perdido 99. El curso pasado no disput¨® ning¨²n encuentro oficial. Esta temporada lleva cinco partidos en 20 jornadas.
El a?o pasado, con Samuel en el eje de la defensa, el Madrid recuper¨® a un marcador puro capaz de sellar su porter¨ªa: 15 goles en contra en la jornada 20?. Hoy, con 22 goles en contra, el equipo ha vuelto a la media de la ¨²ltima d¨¦cada. Pero puede que todo se solucione pronto. Acaso el b¨¢lsamo est¨¦ en n¨®mina. Le dicen Woody.
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