La Asturiana no encuentra pareja

Central Lechera Asturiana mantiene entre sus principales objetivos a corto plazo aumentar el volumen para lograr una posici¨®n m¨¢s competitiva en el seno de la UE, donde se vive un proceso de concentraciones. Pero no acaba de encontrar ese socio. En los ¨²ltimos a?os no fue posible el acuerdo con otras cooperativas, como la vasca Iparlat y la gallega Leyma. Tampoco se consum¨® un acuerdo de integraci¨®n o fusi¨®n con Pascual y Puleva, y ahora acaba de rechazar la oferta de compra del grupo catal¨¢n Agrolimen.

Central Lechera Asturiana (Clas) constituye el eje de la actividad de Corporaci¨®n Agroalimentaria Pe?asanta y el n¨²cleo fuerte de su accionariado, con el 56,39% de su capital. Con una recogida de m¨¢s de un mill¨®n de litros y una facturaci¨®n de casi 700 millones, es el primer grupo en el sector l¨¢cteo nacional, con una cuota de mercado de casi el 15% en leche l¨ªquida.

Central Lechera Asturiana ha decidido rechazar la oferta de compra presentada por el grupo catal¨¢n Agrolimen

Ganar tama?o para lograr una mayor capacidad para competir en los mercados y diversificar la oferta han constituido en los ¨²ltimos a?os los principales objetivos de los responsables de la sociedad, todo ello bajo la estrecha vigilancia de un grupo cooperativo con casi 8.000 socios ganaderos. Con esta base social y su presencia en todo el territorio, Central Lechera Asturiana no es una empresa m¨¢s en la comunidad aut¨®noma, sino las se?as de identidad del sector l¨¢cteo asturiano.

En el desarrollo de la actual Corporaci¨®n Alimentaria Pe?asanta ha desempe?ado un papel clave la presencia de Pedro Astals en la misma, desde 1993 como consejero delegado, con la presidencia en manos de un hist¨®rico en la cooperativa como Jes¨²s S¨¢enz de Miera. La gesti¨®n de Pedro Astals en m¨¢s de una d¨¦cada ha supuesto un impulso en la actividad del grupo.

Salto en la facturaci¨®n

En la parte positiva se puede se?alar el salto en la facturaci¨®n de 180 a casi 700 millones de euros. Este incremento en las ventas ha sido posible gracias fundamentalmente al desarrollo de los procesos de modernizaci¨®n de las viejas plantas propias y a la construcci¨®n de otras nuevas.

En esa l¨ªnea de crecimiento se halla el intento fallido para el funcionamiento de Central Lechera de La Habana y la construcci¨®n de otra planta en Menorca junto con la cooperativa Coinga. Seg¨²n los datos manejados por la empresa, entre 1999 y 2005 se han realizado inversiones por un montante de 220 millones de euros, lo que supuso en 2001 alcanzar un endeudamiento de unos 60 millones de euros.

Este proceso de inversiones se cubri¨® en parte con cr¨¦ditos sindicados ya liquidados, con beneficios y con ampliaciones de capital asumidas por los principales accionistas que acudieron en su ayuda y muy especialmente las cajas de ahorro regionales.

En el desarrollo del grupo asturiano, un momento hist¨®rico fue 1997, cuando, a iniciativa de su actual consejero delegado, constituy¨® la Corporaci¨®n Alimentaria Pe?asanta, de la que en la actualidad la central controla el 56,39% del accionariado, seguida del grupo franc¨¦s Bongrain, con el 27%; Caja Asturias, con el 10,889%, y Caja Rural, con el 5,01%.

La gesti¨®n de Pedro Astals al frente de la cooperativa y posteriormente en la corporaci¨®n ha sido vista desde un primer momento con recelo por una parte muy importante de los 8.000 socios ganaderos, aunque en la actualidad s¨®lo unos 1.500 mantengan explotaciones y entregas. Esta situaci¨®n de recelo se ha traducido en una fuerte divisi¨®n entre los ganaderos, los llamados oficialistas y los cr¨ªticos.

Desde la oposici¨®n se acusaba al consejero delegado de desarrollar una pol¨ªtica pensada para diluir el peso de la cooperativa en la corporaci¨®n y de intentar poner la empresa asturiana en manos de otros grupos.

En esta estrategia por crecer para la formaci¨®n de una empresa con mayor envergadura, los intentos del grupo han sido muy variados y se remontan a m¨¢s de una d¨¦cada. La primera estrategia se concretaba en la formaci¨®n de un gran grupo cooperativo en el norte de Espa?a, en una operaci¨®n en la que colabor¨® Miguel Roca, y que contemplaba la posibilidad de sumar las fuerzas de Iparlat en el Pa¨ªs Vasco, Leyma en Galicia y Central Lechera Asturiana. Aparcado ese proyecto, Clas mantuvo negociaciones en 1999 con Pascual y en 2002 con Puleva.