La resoluci¨®n de los conflictos acad¨¦micos, a examen
Los defensores universitarios alicantinos preparan el encuentro estatal
Una alumna pide al defensor universitario que act¨²e para evitar que un profesor fume en el aula. El defensor habla con el docente y este deja de fumar. Se resuelve el conflicto. Este es un caso real de una intervenci¨®n de un defensor universitario.
El defensor universitario es una figura que recoge la Ley Org¨¢nica de Universidades como obligatoria, pero que existe en muchos centros de toda Espa?a desde hace a?os. La Universidad de Alicante cuenta con ¨¦l desde hace casi 11 a?os y la Universidad Miguel Hern¨¢ndez de Elche, desde hace cuatro.
Su funci¨®n es velar para que no se vulneren los derechos de cualquier miembro de la comunidad universitaria; estudiantes, profesores o investigadores o personal de administraci¨®n y servicios.
Sin embargo, son los alumnos los que con una mayor¨ªa aplastante acuden al defensor y como cab¨ªa esperar, las consultas o reclamaciones m¨¢s frecuentes se refieren a los ex¨¢menes y las notas. No tanto para subirlas, como para comprobar el estado de las actas, sobre fechas de revisi¨®n de ex¨¢menes y otras cuestiones que suponen un conflicto por alg¨²n motivo. Como era de suponer, pocos alumnos consiguen aprobar un examen acudiendo al defensor universitario.
Los defensores universitarios en Espa?a, seg¨²n Rafael Font, defensor de la Universidad de Alicante desde hace ocho a?os, son un colectivo "con bastante fuerza y muy bien organizado", con relaci¨®n a lo que ocurre en otros pa¨ªses europeos. En el Reino Unido, por ejemplo, comenta Font, solo existe un defensor para toda las universidades del pa¨ªs. Las dos universidades alicantinas van a organizar conjuntamente, en octubre, el noveno encuentro anual de defensores universitarios de Espa?a. En estas reuniones se ponen en com¨²n experiencias, se abordan cuestiones comunes a todos y se trabaja tambi¨¦n sobre casos particulares de cada universidad.
Los defensores universitarios intervienen principalmente mediante la consulta, la queja o reclamaci¨®n y la intermediaci¨®n. Muchas veces, la cuesti¨®n planteada se resuelve simplemente con una consulta, pero hay asuntos en los que deben de ir m¨¢s all¨¢ y hay un procedimiento establecido para ello. La Universidad de Alicante atiende una media de 400 solicitudes al a?o de las que m¨¢s de la mitad son asuntos sencillos de resolver. En la Miguel Hern¨¢ndez, el pasado a?o hubo 87 gestiones en la oficina del defensor universitario y de ellas, 56 fueron quejas o reclamaciones.
En este centro los datos van increment¨¢ndose curso a curso, debido al crecimiento tambi¨¦n de la universidad, mientras que en la de Alicante se puede decir que la cifra se ha estabilizado.
Jorge Mataix, defensor universitario en la Miguel Hern¨¢ndez, dice que "es un ¨®rgano esencial para el normal funcionamiento de la universidad". Su cargo es de elecci¨®n, lo elige el claustro. En el caso de la Universidad de Alicante, acaba de redactarse la normativa y pronto tendr¨¢n lugar las primeras elecciones. Hasta ahora era un puesto designado por el rector. "Tenemos que esforzarnos en ser justos y hacer bien nuestro trabajo, si no, no nos renuevan la confianza", dice Mataix.
De las gestiones que realizan, un 70% aproximadamente se resuelve a favor de la persona que acudi¨® a ellos. Entre los estudiantes, adem¨¢s de los ex¨¢menes, los temas estrella son las becas y las convalidaciones, mientras que entre los profesores son las atribuciones y los conflictos de competencias. El trabajo de estos defensores incluye presentar un informe y llamar la atenci¨®n a los ¨®rganos de gobierno de la universidad sobre aquello "que se est¨¢ haciendo mal".
As¨ª el ¨²ltimo informe de Alicante recomendaba, entre otras cosas, que se regulase la coincidencia de ex¨¢menes, que se acabe con la ausencia de algunos profesores de las tutor¨ªas o se tenga en cuenta la evaluaci¨®n curricular.
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