Sara Tavares trata de vencer el desarraigo con sus nanas para adultos
Salt¨® a la fama a los 15 a?os cantando gospel en un concurso de televisi¨®n. Entonces viaj¨® desde Lisboa, donde naci¨®, a Cabo Verde, la tierra de la que emigraron sus padres, y se dio cuenta de que pertenec¨ªa "tanto a un sitio como a otro". Ahora, a los 28 a?os, dice que sabe que es hija de la di¨¢spora, de la calle y del caos cultural, y que lo disfruta. Sara Tavares ha trasladado sus cruces a su m¨²sica, que ella misma compone y canta con dulzura, melancol¨ªa y en un pastiche de ritmos y de lenguas. Su tercer disco, Balanc¨º, que presenta estos d¨ªas en Espa?a (ayer en Madrid, hoy en Valladolid, ma?ana en Burgos y en marzo en Canarias), refleja el encanto mestizo de una artista que trata de romper las barreras del gueto, dice, "con canciones de cuna para adultos".
"En Par¨ªs, en Boston, en Lisboa... En todas partes hay una gran generaci¨®n de caboverdianos y otros descendientes de africanos viviendo el l¨ªo de su identidad", dice Tavares mientras hace percusi¨®n en la mesa. "No hay una cultura espec¨ªfica para nosotros, no tenemos pasado y nuestra generaci¨®n se siente perdida... Salvo quiz¨¢ los del hip-hop, que han encontrado el sentido en esa m¨²sica revolucionaria que denuncia su situaci¨®n social. Pero cuando paseo con mis amigos, mozambique?os o angole?os, por Lisboa, siento que somos gente interesante: hablamos argot portugu¨¦s, angole?o, criollo, por supuesto, algo de ingl¨¦s... ?Somos una cultura mestiza!".
Aquel triunfo en el concurso televisivo tuvo otras consecuencias: particip¨® en Eurovisi¨®n con 17 a?os; grab¨® su primer disco, un colectivo en el que hac¨ªa soul y gospel "m¨¢s por convicci¨®n que por imitaci¨®n", y dej¨® los estudios. "Mi escuela ha sido la vida, la calle, y vivir en algunas calles es casi como hacer tres carreras universitarias. Pertenezco a un hogar roto y estoy muy identificada con esa cultura callejera. Pero espero poder volver a estudiar".
Su primer disco en solitario, que le llev¨® a triunfar en La Mar de M¨²sicas de Cartagena, se titulaba Mi Ma Bo y lo produjo en 2001 el congole?o afincado en Par¨ªs Lokua-Kanza. Fue su maduraci¨®n, y signific¨® destruir aquella primera imagen de filme de Disney en portugu¨¦s (cant¨® en alguna pel¨ªcula), pero consigui¨® el disco de oro, el reconocimiento de la cr¨ªtica europea y ¨¦xitos en distintos festivales africanos.
Balanc¨º es un fresco de ritmos, lenguas, instrumentos y onomatopeyas de todos los colores y sabores de Portugal, Cabo Verde o Brasil. "Cuando est¨¢s comiendo algo realmente bueno dices '?Guau! ?Esta comida est¨¢ balanc¨º!", explica Tavares. "Y, en mi canci¨®n, Balanc¨º tambi¨¦n se refiere a balancearse uno mismo, a acunarse, a ir entre la alegr¨ªa y la tristeza, el d¨ªa y la noche, lo salado y lo dulce".
Aunque dice que trata de no quedarse sin cultura ni ra¨ªz, tampoco quiere apretar al p¨²blico con demasiadas divagaciones filos¨®ficas: "Escribo poeminhas, versos muy simples y estribillos en criollo y portugu¨¦s, algunos m¨¢s m¨ªsticos que otros. Son peque?as nanas para m¨ª misma. Todos los mensajes se dirigen a la autoestima, versan sobre el respeto a uno mismo, simpatizan con aquello que tienes de diferente, tratan de integrar todas tus partes... Son melanc¨®licas, s¨ª; yo soy rom¨¢ntica y nost¨¢lgica, pero no tr¨¢gica. ?Todav¨ªa no!".
Balanc¨º ofrece 13 muestras del talento algo ca¨®tico y quiz¨¢ por eso m¨¢s conmovedor de Tavares, a la que le gustar¨ªa ser afroamericana, afrocubana o afrobrasile?a: "El alma genuina de la m¨²sica est¨¢ en los artistas de los pa¨ªses que apenas dan valor a la m¨²sica. Bob Marley, Caetano Veloso o Gilberto Gil, Miriam Makeba... ?sos son el modelo de m¨²sicos que prefiero. Saliendo del Tercer Mundo han aportado mucho a generaciones distintas y han recorrido el mundo entero con su m¨²sica", concluye Sara Tavares.
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