Las prostitutas reclaman una ley que las proteja y establezca sus obligaciones
El Ayuntamiento de Barcelona empieza a sancionar en la calle a las trabajadoras sexuales
Las trabajadoras sexuales de Catalu?a exigen una ley que ponga fin al caos y la anarqu¨ªa de un sector minado por las mafias y la explotaci¨®n, y que garantice adem¨¢s sus derechos y establezca sus obligaciones. Coincidiendo con estas reivindicaciones, el Ayuntamiento de Barcelona ha empezado a actuar contra la prostituci¨®n callejera imponiendo multas y repartiendo informaci¨®n sobre la nueva ordenanza c¨ªvica con la que se restringe el comercio sexual en la v¨ªa p¨²blica. El Ayuntamiento tardar¨¢ a¨²n en hacer un balance de estas primeras actuaciones sobre la prostituci¨®n.
"Necesitamos urgentemente una ley que regule las obligaciones y garantice los derechos de las trabajadoras sexuales", clama Justine Abell¨¢n, de 48 a?os, trabajadora social y dirigente de las prostitutas en Catalu?a. En nombre de la plataforma de Comisiones Obreras de las prostitutas y como activista de una ONG, esta l¨ªder reclama la protecci¨®n para un sector "importante de la sociedad" que "mueve mucho dinero".
Las reivindicaciones de Justine Abell¨¢n, que durante a?os ha ejercido la prostituci¨®n en varios puntos de Espa?a, suponen un respaldo a la iniciativa emprendida en solitario por la consejera de Interior de la Generalitat, Montsererat Tura, que desde hace un a?o trata de sacar adelante una ley con la que se regule el mundo de la prostituci¨®n.
"No damos un cheque en blanco a la consejera Tura, de ninguna manera; simplemente decimos que debemos de colaborar hasta conseguir reglamentar y legalizar el trabajo de las prostitutas, evitando as¨ª su explotaci¨®n. Las trabajadoras sexuales somos tan nobles como cualquier otra obrera", insiste Justine Abell¨¢n. Destaca, adem¨¢s, el respaldo que las grandes organizaciones sindicales europeas han otorgado durante los ultimos a?os a los colectivos de prostitutas.
La actitud de Justine Abell¨¢n en apoyo del proyecto Tura es el resultado un proceso de di¨¢logo que la consejera ha establecido con determinados colectivos de prostitutas de Catalu?a y que ha culminado con la redacci¨®n de un borrador de ley. Los contactos entre la consejera y los colectivos se iniciaron hace m¨¢s de un a?os, en medio de la discreci¨®n y el hermetismo, seg¨²n explica la l¨ªder sindical.
La proclama de Justine Abellan se produce en un d¨ªa cr¨ªtico para las prostitutas de Barcelona, a las que ha empezado a aplicarse con rigor la nueva ordenanza c¨ªvica que limita el ejercio del comercio sexual en la calle. Hace 48 horas que la Guardia Urbana ha empezado a peinar las zonas frecuentadas por las prostitutas, a las que entrega una nota informativa en las que se les previene sobre diferentes aspectos de la nueva reglamentaci¨®n, pero al mismo tiempo han empezado a caer las primeras multas.
O. F., una mujer de nacionalidad nigeriana, ha sufrido los primeros embates de la ordenanza c¨ªvica. El jueves por la noche, al finalizar el periodo de gracia pactado entre prostitutas y Ayuntamiento, fue alertada por miembros de la Guardia Urbana cuando permanec¨ªa en la calle. Entrada ya la madrugada, pasadas las dos, fue multada por "persitir en el ofrecimiento de negociaci¨®n de los servicios sexuales retributivos". El agente n¨²mero 24483, adem¨¢s de sancionarla, le decomis¨® 65 euros, seg¨²n escribi¨® el propio guardia urbano en el impreso de la multa.
Presi¨®n policial
La zona en la que O. F. fue multada es peinada reiteradamente por la polic¨ªa en las ¨²ltimas horas. Agentes uniformados abordaban ayer a las mujeres, mientras paseaban por la acera, para reclamarles la documentaci¨®n, identificarlas y darles por escrito informaci¨®n de la ordenanza municipal. La presi¨®n policial oblig¨® a las muchachas a buscar protecci¨®n en el interior de los bares. Algunas comentaron en voz alta que se iban a casa, pero otras explicaron que se empezaban a plantear la posibilidad de ir a trabajar a los clubes de alterne o a grandes locales.
"La calle para las mujeres es una isla de libertad; pactan, negocian y determinan su trabajo sexual, sin tener que compartir las ganancias con nadie", asegur¨® Marcela Torres, miembro del colectivo ?mbit Prevenci¨®, que tiene su sede en la calle de Sant Rafael, en el coraz¨®n del antiguo Barrio Chino, ahora el Raval.
Los locales de ?mbit Prevenci¨®, un antiguo garaje situado a pocos metros donde en 1923 fue asesinado a tiros el dirigente anarcosindicalista Salvador Segu¨ª, el Noi del Sucre, se ha convertido, ahora m¨¢s que nunca, en refugio de prostitutas y travestidos. Un d¨ªa a la semana, los viernes, se reparte comida entre las m¨¢s necesitadas; por las ma?anas, preservativos, y de manera permanente, consejos.En los carteles de anuncio en ?mbit Prevenci¨® cuelgan ofertas de trabajo, recomendaciones y consignas. El colectivo recibe subvenciones de las Administraciones, pero tambi¨¦n ayudas personales.
"Las prostitutas estamos siendo vejadas, intimadas y hostigadas", afirm¨® Clarisa Velochi, militante activa del colectivo Genera, uno de los m¨¢s importantes del sector, dedicado a la protecci¨®n y defensa de las trabajadoras sexuales, y miembro del colectivo ciudadano Plataforma de Trabajo Sexual y Convivencia, que trata de impugnar la ordenanza municipal. Seg¨²n este colectivo la nueva ordenanza municipal pretende "erradicar la prostituci¨®n" y "legitimar las actuaciones discriminatorias que ya realizaba" la polic¨ªa y que ha llegado a "niveles insostenible de violaci¨®n de los derechos humanos".
Los colectivos de prostitutas han empezado a presentar denuncias verbales y escritas y reclamaciones en las instancias judiciales y administrativas. Merc¨¨ Mero?o Salvador, tesorera y coordinadora de ?mbit Prevenci¨®, acaba de plantear un recurso ante la Agencia Catalana de Protecci¨®n de Datos en el que denuncia la actuaci¨®n de la Guardia Urbana, que desde hace d¨ªas recoge datos personales de las prostitutas cuando las aborda en la calle.
"No entendemos cu¨¢l es la finalidad de estos requerimientos, ni en funci¨®n de qu¨¦ se piden; tampoco el uso que se har¨¢ de ellos", asegura la denunciante en el escrito presentado en el registro de la agencia. Muchas prostitutas temen que sus nombres acaben incluidos en un hipot¨¦tico gran registro sobre la prostituci¨®n en Catalu?a.
En medio de esta pol¨¦mica un grupo de organizaciones de mujeres de Catalu?a y del resto del Estado han dirigido una carta al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, n la que piden que frene la iniciativa legal de reglamentar la prostituci¨®n, promovida por la consejera de Interior. La carta asegura que la ley favorece la expansi¨®n y el tr¨¢fico de la prostituci¨®n, confirma la desigualdad de los sexos y da luz verde para que la mujer sea considerada un objeto.
"Es sorprendente que sea una consejer¨ªa regida por una mujer la que quiera llevar adelante un proyecto que atenta contra la dignidad de las personas y la posibilidad de una sociedad igualitaria", asegur¨® anteayer en La Vanguardia la escritora Gemma Lienas, del colectivo de Dones en Xarxa, una de las organizaciones firmantes del escrito.
La ofensiva contra esta iniciativa legal no pareci¨® ayer inquietar a la consejera Montserrat Tura, seg¨²n aseguraron portavoces del Departamento de Interior. Si se cumplen todas las previsiones el Parlament podr¨ªa empezar a debatir este proyecto de ley antes de acabar la legislatura.
Algunas organizaciones de apoyo a la prostituci¨®n recordaron, sin embargo, una iniciativa similar, emprendida por Esquerra Republicana de Catalunya, en febrero del a?o 2002 que nunca lleg¨® a convertirse en realidad, a pesar de que el Parlament la aprob¨® por unanimidad. En aquella ocasi¨®n todos los partidos de la C¨¢mara lamentaron la precariedad laboral de las trabajadoras y trabajadores del sexo y destacaron la estigmatizaci¨®n social de la profesi¨®n ejercida en un alto porcejante por inmigrantes, a menudo v¨ªctimas de las mafias.
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