Aspecto natural
Cuidarse ya no es patrimonio 'metrosexual'. Tambi¨¦n es cosa de '¨¹bersexuales', hombres que quieren verse guapos sin que se note la preocupaci¨®n por su imagen. Se acabaron las miradas de reojo a los cosm¨¦ticos masculinos.
Cuidarse ya no es patrimonio 'metrosexual'. Tambi¨¦n es cosa de '¨¹bersexuales', hombres que quieren verse guapos sin que se note la preocupaci¨®n por su imagen. Se acabaron las miradas de reojo a los cosm¨¦ticos masculinos.
Basta de temer la posibilidad de ser etiquetado como metrosexual por comprar una crema hidratante. El hombre corriente ha abierto la puerta a una nueva actitud frente a sus cuidados de belleza. Quiere sentirse satisfecho con su aspecto sin perder toda la ma?ana frente al espejo. George Clooney es el principal referente ¨¹bersexual. Atr¨¢s quedan los metrosexuales que acuden a los salones de belleza.
Llegan la ¨¹bersexualidad, los llamados M-ness, hombres que se cuidan como hombres, de una forma completamente diferente a la femenina. Sin dejar de ser ellos mismos, de una manera sencilla con la que muchos prefieren identificarse. Sus productos tienen un dise?o masculino, son f¨¢ciles de usar y no requieren excesivo esfuerzo ni un minuto m¨¢s del tiempo necesario. El objetivo es conseguir una imagen cuidada sin llegar al extremo de David Beckham.
"Los que menos utilizan cosm¨¦ticos son los machos de toda la vida, a los que les preocupa el f¨²tbol, las chicas y los toros. Creen que las cremas son cosas de mujeres", asegura Mar¨ªa Mor¨¢n, jefa de producto de Vitesse For Men, la l¨ªnea masculina de Puig.
En el polo opuesto est¨¢n los j¨®venes, m¨¢s concienciados de la necesidad de cuidar su piel. "El comportamiento es diferente seg¨²n la edad, por diferencias generacionales y porque la cosm¨¦tica masculina ha tenido un desarrollo reciente", explica Teresa Aritzi, del departamento de marketing de Loewe. Los que est¨¢n convencidos "son los hombres con mayor nivel cultural, urbanos y preocupados por su imagen", seg¨²n Rodrigo Puentes, director de la l¨ªnea Boss Skin.
Nuevos estereotipos. La est¨¦tica del cambio sigue levantando pol¨¦mica porque muchos no quieren o¨ªr hablar de metrosexualidad. Para Frans Reina, director general de Shiseido Espa?a, "el uso de cosm¨¦ticos est¨¢ extendido entre los hombres y no se ve afectado por la aparici¨®n de nuevos estereotipos sociales". Este directivo asegura que sus productos dan respuesta al espa?ol actual porque "la aparici¨®n de un estereotipo no mata al anterior y siempre incluye la cosm¨¦tica masculina, que ya se ha convertido en un must de la cultura del siglo XXI".
Las leyes de la identificaci¨®n de especies ayudan a resolver dudas y poner un poco de orden al caos del tocador masculino. Los homosexuales, a un lado; los metrosexuales, a otro, y los machos con ganas de gustar en general (y a las mujeres en particular), a su tribu: los ¨¹bersexuales, dispuestos a poner una nueva etiqueta a todo aquel que se cuida para estar bien y sentirse c¨®modo con su aspecto. Las reglas del juego de la seducci¨®n vuelven a cambiar de nombre.
?No son los mismos perros con distinto collar? "Lo que se ampl¨ªa es el target. Antes, si un hombre utilizaba una crema, le llamaban metrosexual y pod¨ªa ver herido su ego varonil. Con el t¨¦rmino ¨¹bersexual, su masculinidad ya est¨¢ protegida", comenta Mar¨ªa Mor¨¢n de Puig, "y por eso se sienten m¨¢s libres a la hora de utilizar productos de cosm¨¦tica facial que antes miraban de reojo en las tiendas".
Para los m¨¢s esc¨¦pticos. La batalla por estar m¨¢s guapos arrastra viejos tab¨²es que no son f¨¢ciles de derribar. Matices que pueden levantar sospechas entre los m¨¢s esc¨¦pticos. Muchos hombres de pelo en pecho no utilizar¨ªan jam¨¢s una crema que saliera de un tarro de color rosa, aunque su f¨®rmula sea espec¨ªfica para su piel. Cada detalle importa. De eso est¨¢n convencidos los expertos en dise?o de envases para cosm¨¦tica y perfumer¨ªa masculina. Los que m¨¢s ¨¦xito tienen son los materiales pl¨¢sticos y el metal, en tonos azules, grises, negro y acero. Prima la comodidad de los envases pr¨¢cticos.
Dos productos de la l¨ªnea masculina Shiseido Men llevan la denominaci¨®n en el lomo, pudiendo colocarse de perfil en la estanter¨ªa (como un libro) para ocupar menos sitio en el ba?o. El director de la marca, Frans Reina, explica que al dise?ar estos envases se tuvo en cuenta que, por norma general, los hombres suelen tener menos espacio en el ba?o para colocar sus cosas. Para mayor comodidad, Shiseido Men ha preparado dosificadores con tapa flip top que permiten abrir y cerrar estos productos con una sola mano.
Rodrigo Puentes, director de la l¨ªnea masculina Boss Skin (que se presentar¨¢ en el mes de marzo en tiendas), comenta que los nuevos envases tienen "un dise?o realmente masculino, inspirado en el pist¨®n de un motor". Su sistema antiderrame facilita el transporte en viajes o en la bolsa del gimnasio.
Con arrugas, informal: icono de referencia masculino
El modelo holand¨¦s Mark van der Loo es un icono de referencia masculino. Amo y se?or de las grandes campa?as de publicidad, tiene a su hom¨®nima femenina en Claudia Schiffer. Van der Loo lleva instalado en el olimpo de los supermodelos desde la d¨¦cada de los noventa. A sus 36 a?os es el protagonista de la campa?a del ¨²ltimo perfume de Hugo Boss: Boss Soul, dise?ado por Ateliers Dianand e inspirado en la arquitectura del Museo Guggenheim de Bilbao.
En alg¨²n momento, casi sin darnos cuenta, hemos visto su rostro en una parada de autob¨²s abrazado a su ex: Esther Ca?adas. Tambi¨¦n en la prensa del coraz¨®n o en la famosa campa?a de Donna Karan, con Nueva York como tel¨®n de fondo. Recientemente hemos podido encontrarlo saliendo de un ascensor a salto de zapping y en el rodaje de su ¨²ltimo spot para Hugo Boss, realizado por el aclamado fot¨®grafo Peter Lindbergh.
Van der Loo ha desvelado en esta campa?a la verdadera esencia de un seductor. En las sesiones fotogr¨¢ficas, como pudimos comprobar, derrocha seguridad, cascadas de autoestima y un tremendo repertorio de gestos que sincroniza con el click del fot¨®grafo. Conoce bien su trabajo y afirma que no tendr¨ªa que cambiar su forma de cuidarse aunque no trabajase como modelo.
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