Nadine Sierra, la gran diva latina de la ¨®pera: ¡°Creo en el sue?o americano, pero vivimos una pesadilla¡±
Hija de un bombero de origen puertorrique?o y una madre con ra¨ªces portuguesas que supo descubrir su voz con tono de soprano desde ni?a, Nadine Sierra se ha convertido en una verdadera estrella del canto mundial. Triunf¨® en Barcelona con ¡®La traviata¡¯, repetir¨¢ en Madrid y se muestra preocupada por la polarizaci¨®n de su pa¨ªs


Como buena representante de los nacidos bajo el signo de Libra, Nadine Sierra (Fort Lauderdale, Florida, 36 a?os) ama el equilibrio. Se define fr¨ªa para tomar decisiones, pero apasionada cuando se mete en los papeles que interpreta. Determinante, por herencia de un padre bombero hijo de emigrantes desde Puerto Rico, y artista gracias a la sensibilidad musical que le inculc¨® su madre, descendiente de una familia aristocr¨¢tica portuguesa. Pero para explicar las ra¨ªces de sus genes musicales debe remontarse m¨¢s atr¨¢s: a una abuela materna que quiso dedicarse a la ¨®pera en medio de la sociedad lisboeta durante una ¨¦poca donde las se?oritas de cierta clase no deb¨ªan, y a otra, paterna y napolitana. Son dos ra¨ªces que ella sabe convocar para regresar en c¨ªrculo a la vida. Est¨¢ orgullosa de ellas y explican ese yin y yang mestizo que la define, mientras posa como una verdadera estrella en varias estancias del Liceu barcelon¨¦s.
All¨ª arras¨® el pasado enero con La traviata, algo previsto tambi¨¦n en Madrid en junio con el mismo papel escrito por Verdi. En el teatro Real la esperan con ganas, despu¨¦s de haber provocado un shock en 2023 con La son¨¢mbula, de Bellini, justo lo que har¨¢ de vuelta desde el 16 de abril en Barcelona. All¨ª, adem¨¢s, interpretar¨¢ West Side Story, en versi¨®n concierto el 29 y 31 de julio, junto a Gustavo Dudamel, y dar¨¢ un recital (6 de abril) con su colega Pretty Yende y el director Pablo Mielgo.
Sentada en el patio de butacas del teatro catal¨¢n, Nadine pretende imaginarse lo que el p¨²blico ha experimentado al verla sobre el escenario. El aforo ard¨ªa cada vez que aparec¨ªa para dar muestras de lo que representa una cantante en plenitud, con las dotes vocales al m¨¢ximo nivel y cualidades interpretativas desbordantes. Cada vez que en las notas sonaba ¡°voluptuosidad¡± ¡ªen La traviata, es quiz¨¢s la palabra que simboliza gran parte de la obra¡ª, sent¨ªan n¨ªtidamente el significado. La voluptuosidad como s¨ªmbolo de una entrega desenfrenada al amor a la vida, a riesgo de sucumbir por una dolorosa contrapartida: el sacrificio.
De nuevo, otro dif¨ªcil equilibrio que Nadine Sierra entiende como pocos. Y de ah¨ª su verdad, ese temblor que el p¨²blico detecta en contadas ocasiones. ¡°Esa lucha interna entre la entrega y el sacrificio¡ ?Cu¨¢ntas veces la he sufrido!¡±, afirma la soprano. Tantas como para que quiz¨¢s no le importe tropezar en la misma piedra si a cambio adquiere experiencia para resultar un volc¨¢n de pura credibilidad en escena. ¡°Me pasa con mujeres que sienten la opresi¨®n. Violeta, en La traviata; Amina, en La son¨¢mbula; Gilda, en Rigoletto¡ Aquellas que deben entregar parte de s¨ª mismas por otros. A m¨ª me ha ocurrido. Es una verdad con la que me identifico¡±, asegura.
El triunfo, en la ¨®pera, para darse, cobra su peaje previo de tormento. ¡°Cualquiera que haya experimentado una tremenda decepci¨®n o dolor puede conseguir una actuaci¨®n cre¨ªble, sobre todo quienes han atravesado ese lado oscuro. Yo he pasado por ah¨ª, he sufrido ese sacrificio personal en muchas relaciones: amorosas, profesionales. Gente que ha sido muy deshonesta conmigo, que me ha enga?ado. Mi lealtad no ha sido recompensada algunas veces m¨¢s que con manipulaciones¡±, asegura.

Habla de ventajas que han aprovechado, en su caso, sobre todo hombres dentro del negocio. De ah¨ª que rompiera con dos agentes por desacuerdos radicales: primero con Opus 3 y despu¨¦s con Gianluca Macheda, antes de pasar a trabajar con Askonas Holt. ¡°Es as¨ª, siempre los intentos de sacar ventaja han venido de parte masculina. Muchos hombres han tratado de enga?arme, aunque tampoco eso me convierte en una feminista radical. Disfruto de la galanter¨ªa. No soy una persona que no permite que le abran antes la puerta para pasar¡±.
Y menos a que haya sufrido acoso. ¡°En mi mundo, el acoso existe. Lo siento, lo noto, pero en mi caso, lo que se ha dado es un flirteo juguet¨®n que no ha traspasado l¨ªmites molestos. Imperan c¨®digos que todos podemos llegar a entender mediante ciertas bromas, algo muy sutil que trata de derribar barreras, pero me las he apa?ado siempre sin tom¨¢rmelas muy en serio. Eso me ha ayudado a no sentirme en inferioridad de condiciones por ello¡±, afirma. Lo que le molesta es la utilizaci¨®n en otros sentidos: ¡°Por mi feminidad, mi generosidad, mi lealtad, mi inocencia, por mostrarme emp¨¢tica y vulnerable¡±.
Quien conoce a Violeta Valery puede identificar en varias de estas frases rasgos de La dama de las camelias, la obra que public¨® en 1852 Alejandro Dumas y que un a?o despu¨¦s adaptaron Verdi y Francesco Maria Piave para la ¨®pera. De ah¨ª la completa verdad que Nadine Sierra desprende con el personaje. Pero a esa vulnerabilidad, con todo su sentido del equilibrio, la soprano a?ade una determinaci¨®n poderosa. Un aspecto que, explica, ha heredado de su padre: ¡°De ¨¦l me viene la tenacidad, la honestidad al afrontar el trabajo duro. Su sentido de la voluntad lo encamina no tanto para triunfar, sino a la hora de saber resolver. Eso te da claridad y una muy buena concentraci¨®n en lo verdaderamente importante¡±. ?No suele dudar, entonces? ¡°Naturalmente. Tengo mis temores, pero si quiero algo, si me concentro en el objetivo, pesa m¨¢s en m¨ª la valent¨ªa que el miedo¡±.
Esa valent¨ªa clarividente y reflexiva la ayuda a no dejarse llevar por algo que a otros cantantes les ha arruinado la carrera, cree Sierra: ¡°El ego capaz de confundirte a la hora de tomar una buena decisi¨®n. Eso ha arrastrado a muchos hacia el camino equivocado¡±. Aunque, m¨¢s que el aspecto personal al errar, entren otros factores: ¡°La presi¨®n de los m¨¢nager, del negocio, de los directores de teatros, que les proponen papeles para los que no est¨¢n preparados¡±, asegura. Todo eso puede abrasarte. Sierra lo tiene muy presente, m¨¢s al nivel en que anda ahora, codiciada por los mejores del mundo. Un factor que entronca con lo que para ella significa ser diva en el siglo XXI: ¡°No contemplo el divismo como una manera de estar por encima de nadie. El momento en que te convences de eso, caes. Creo que es una manera de mostrarse como una humilde servidora del arte. Generosa tambi¨¦n por lo que haces y a la vez darte cuenta de que te persigue cada d¨ªa el rev¨¦s de la moneda. Debes estar preparada para cuando no te encuentres a la altura y, a la vez, agradecida por cada momento en que s¨ª¡±.

En eso incluye un porcentaje importante de compromiso con el p¨²blico. ¡°No debes estar contenta por lo que te dan, sino por la oportunidad de poder ofrec¨¦rselo t¨² a la gente. El pacto es doble¡±. Debes ser consciente de las fortalezas y tambi¨¦n de las debilidades. ¡°No debes jam¨¢s confiarte. En cualquier momento puedes caer¡±.
No ha trabajado para llegar a la cima y, sin m¨¢s, desplomarse. La ¨®pera en su caso conlleva una fe que descubri¨®, con ayuda de su madre, desde muy peque?a. Concretamente a los 10 a?os, por medio de una cinta de v¨ªdeo VHS escogida en la biblioteca de su ciudad. Una versi¨®n de La boh¨¨me que protagonizaban Jos¨¦ Carreras y Renata Scotto, dirigidos por Franco Zeffirelli en escena.
En casa, Nadine cantaba por todas partes. Sobre todo, temas de las pel¨ªculas de Disney, que les fascinaban a ella y a sus dos hermanas. Desde los seis a?os deb¨ªan estudiar al menos una hora. Tanto ella, la segunda de la familia, como Melanie, su hermana menor, acabaron dedic¨¢ndose a cantar. Nadine en la ¨®pera y la m¨¢s peque?a en musicales. ¡°Pronto mi madre detect¨® que yo ten¨ªa una voz oper¨ªstica e hizo lo posible por que me interesara. De ah¨ª que, un d¨ªa, al ver ese v¨ªdeo, me decidiera, sin dudas, sobre lo que quer¨ªa hacer¡±. ?Qu¨¦ observ¨® ah¨ª digno de marcar la diferencia? ¡°Una especie de posesi¨®n. Estaban absolutamente concentrados en sus personajes, interpret¨¢ndolos plenamente, sin que, de ninguna forma, afectara a su canto. Cuando lo vi, me dije: yo quiero dedicarme a eso el resto de mi vida¡±.
De ah¨ª, esa determinaci¨®n con herencia paterna de la que habla. Con lo que supon¨ªa aquello, aparte, de extra?eza entre sus compa?eras de colegio. ¡°Fui una ni?a rara y eso me caus¨® problemas. Mientras las chicas de mi clase admiraban a Britney Spears o Christina Aguilera, yo no pod¨ªa compartir con nadie mi pasi¨®n por Scotto, Mirella Freni o Maria Callas: no sab¨ªan qui¨¦nes eran¡±.
Le dio lo mismo. Aprovech¨® sin pensarlo la oportunidad de formar parte del coro de la ¨®pera de Palm Springs y lo compagin¨® con sus estudios. Al tiempo iba dando m¨¢s pasos y buscando buenos maestros. Con 13 a?os conoci¨® a Kamal Khan, su mentor hasta la fecha, junto a quien contin¨²a aprendiendo. Tambi¨¦n entr¨® en la escuela Mannes, de Nueva York, y se empe?¨® en ponerse en manos de Ruth Falcon, que guio tambi¨¦n los pasos de Ainhoa Arteta. ¡°Decid¨ª que en ese momento deb¨ªa confiar la salud de mi voz en ella¡±.

No se equivoc¨®, a la vista del resultado. Comenz¨® a ganar concursos, como el del Metropolitan, donde nadie le ha arrebatado todav¨ªa el r¨¦cord de haberse convertido en la m¨¢s joven en lograrlo con 20 a?os, en 2009. Eso le abri¨® las puertas fuera de EE UU. La m¨¢s importante, la que se le present¨® en el teatro San Carlo, de N¨¢poles, en 2013. Gilda, en Rigoletto. Ten¨ªa 23 a?os y lleg¨® suficientemente preparada para conectar. ¡°Aparecer en ese momento all¨ª, con un papel italiano donde hab¨ªa nacido mi abuela¡ Estaba mi familia, tambi¨¦n gente del mundo de la ¨®pera que comenz¨® a preguntarse: qui¨¦n es esta chica. Aprend¨ª much¨ªsimo en un teatro muy pendiente de lo vocal. Les gustas o no. Deb¨ªa ponerme a prueba y luchar contra el miedo, la duda y sacar a relucir todo lo mejor entre lo trabajado hasta entonces¡±.
Triunf¨® all¨ª y las cosas comenzaron a cambiar. Se abri¨® hueco como latina dentro de un mundo en cuya geopol¨ªtica del canto impera actualmente m¨¢s que nunca la lucha entre dos esferas: los talentos que provienen del este europeo y los latinos. ¡°As¨ª es, cierto¡±, asevera. Nadine Sierra explica muy bien las diferencias de esa sana y compleja competencia cualitativa de la que se benefician los aficionados. ¡°Entre los latinos hay mucha calidez, una emoci¨®n muy conectada al alma, a la expresi¨®n que no solo viene de la t¨¦cnica, sino de la cuna: de lo que has mamado, de la cultura, de lo que comes, pero tambi¨¦n una inclinaci¨®n muy clara a disfrutar de la vida, m¨¢s abierta¡±, asegura. Del otro equipo, digamos, destaca una tremenda disciplina: ¡°Una necesidad de alcanzar la excelencia, de llegar a ser el mejor. Pero cuando te obsesionas por esa perfecci¨®n pierdes algo de tu humanidad, no eres capaz de liberar el coraz¨®n. Lo bueno ser¨ªa que ellos aprendieran a soltar algo m¨¢s sus sentimientos y nosotros adopt¨¢ramos algo m¨¢s de disciplina¡±.
Consciente as¨ª del terreno en que juega, continu¨® su lucha. Gan¨® m¨¢s concursos a partir de su ¨¦xito en N¨¢poles, como el prestigioso Neue Stimmen, en Alemania, o el Montserrat Caball¨¦, en Zaragoza, y se le present¨® tambi¨¦n, tres a?os despu¨¦s, con 26 cumplidos, la oportunidad de debutar con Gilda tambi¨¦n en La Scala de Mil¨¢n. Otra prueba de fuego: de nuevo la ¨²nica no nativa italiana entre un reparto y una direcci¨®n musical con el mismo pasaporte que Verdi. ¡°Leo Nucci era el buf¨®n jorobado, Nicola Luisotti dirig¨ªa y Vittorio Grigolo interpretaba al duque de Mantua. De nuevo, me sobrevino miedo, pero entonces, Nucci me protegi¨® con buen¨ªsimos consejos¡±. Juntos lograron algo muy poco frecuente en el teatro milan¨¦s: un bis conjunto que alguien grab¨® y colg¨® en YouTube. Otro paso hacia la cima. Desde entonces, nadie ha descolgado a Nadine Sierra de las alturas.
Un lugar que conoce bien Juan Diego Fl¨®rez, el tenor peruano que lleva en la cima desde hace tres d¨¦cadas y que cantar¨¢ con Sierra La traviata en Madrid y West Side Story en Barcelona. Repiten juntos despu¨¦s de haber hecho Lucia di Lammermoor en M¨²nich. ¡°Ella representa, para m¨ª, el futuro de la ¨®pera¡±, afirma rotundo. ¡°Por su arte, su entrega y su presencia en el escenario¡±, tres de las cualidades que distinguen a los grandes. De ah¨ª que no haya dejado de apoyarla y cantar con ella tambi¨¦n en conciertos y recitales. ¡°Es una soprano extraordinaria. Su voz radiante, natural, llena de una musicalidad innata, cautiva al p¨²blico all¨¢ donde act¨²a. Adem¨¢s de su brillante t¨¦cnica, aporta una profunda emoci¨®n y sinceridad a los personajes que interpreta¡±, a?ade el gran tenor.
La soprano suscita una curiosa unanimidad entre los compa?eros y los aficionados dentro de un mundo que tiende a escoger con cuidado a sus figuras. Y eso le resulta a¨²n m¨¢s extra?o en tiempos donde impera la polarizaci¨®n. Empezando por su tierra: ¡°Quiero seguir creyendo en mi pa¨ªs, al menos en aquel de los a?os noventa en que crec¨ª. Me aferro al sue?o americano, pero hoy vivimos una pesadilla. Hay cosas que podr¨ªan ayudar a soportarla, pero creo que la soluci¨®n est¨¢ en manos del colectivo. La gente debe unirse, estamos muy divididos, andamos en los extremos, a izquierda o derecha. Si te encuentras en medio, entre grises, es muy duro resistir¡±. Eso socava su tendencia al balance de Libra. ¡°Perdemos equilibrio y eso est¨¢ sacudiendo todo el mundo. No funciona. Vivir en los extremos, sin el yin y el yang necesario, te destroza. Si no surgen l¨ªderes que entiendan la necesidad de aproximar extremos y compenetrarlos, nos iremos separando much¨ªsimo m¨¢s. Esa divisi¨®n, adem¨¢s, nos despoja de poder como sociedad y como ciudadanos¡±.
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