El actor Vargas Llosa y el autor Ayala

Lo estrenaron Mario Vargas Llosa y Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n el viernes pasado en el Teatro Espa?ol de Madrid, dentro de su espect¨¢culo La verdad de las mentiras, pero hasta ayer por la tarde no pudo verlo ni escucharlo su autor. Pero ya sabe Francisco Ayala c¨®mo suena en la voz de Mario y de Aitana su cuento Di¨¢logo entre el amor y un viejo, que ¨¦l escribi¨® en Puerto Rico, cuando estaba en el exilio.

El cuento fue incorporado por Vargas Llosa al espect¨¢culo La verdad de las mentiras, promovido por La Oficina del Autor y dirigido por Joan Oll¨¦. Di¨¢logo... es un relato en el que una joven (una de esas ni?as "que nacen sabiendo") y un viejo se encuentran en un parque..., y hablan y coquetean hasta que ella le muestra "sus espinas". Se public¨® en 1967, en el libro El jard¨ªn de las delicias.

Los actores estrenaron este espect¨¢culo a principios del ¨²ltimo octubre, en Barcelona; despu¨¦s lo llevaron a Guadalajara (M¨¦xico), y para las representaciones de Madrid incorporaron este relato de Ayala. Cuando comenz¨® el espect¨¢culo, a teatro lleno, como cada d¨ªa, Vargas Llosa salud¨® a su colega, y el p¨²blico, que distingui¨® a Ayala en la tercera fila, junto a su mujer, Carolyn Richmond, prorrumpi¨® en una ovaci¨®n.

Vargas dijo: "Ayala va a cumplir pronto sus primeros cien a?os; queremos dedicarle esta funci¨®n Aitana y yo". Despu¨¦s se encontraron en el camerino, al que Ayala lleg¨® sorteando las escaleras que parecen convertir la trastienda del Espa?ol en un trasunto de los cuentos de Borges (como El aleph, que tambi¨¦n fue representado).

Nada m¨¢s verse, Ayala y Vargas se fundieron en un abrazo, y el peruano devenido en actor le pregunt¨® enseguida:

-Paco, ?y ese cuento tuyo pasa en Madrid?

-Pasa en cualquier parte. Yo lo escrib¨ª en Puerto Rico, hace cincuenta a?os, as¨ª que imag¨ªnate, hace tantos a?os, ?hasta llegar a los cien!

Vargas Llosa quer¨ªa saber de d¨®nde ven¨ªa esta frase que se dice en el Di¨¢logo entre el amor y un viejo: "Trotecillos cochineros de jamelgo matal¨®n". M¨¢s que hablar del cuento -el primero de la noche, antes de los de William Faulkner, Juan Rulfo, Juan Carlos Onetti y el citado Borges-, lo que quer¨ªa Ayala era agradecer el espect¨¢culo, as¨ª que desde que vio a Vargas exclam¨®:

-Adem¨¢s de todo lo que haces tan bien, ?un gran actor!

-Qu¨¦ va, un simple contador de cuentos.

Cuando Aitana se uni¨® al grupo, Ayala explic¨® al fot¨®grafo: "?No la saques guapa a ella sola!".

Los actores le agradecieron a Ayala que hubiera venido a la ¨²ltima sesi¨®n de La verdad de las mentiras, a pesar de tanto ajetreo como tiene el casi centenario escritor. "Tanta medalla pesa, es verdad; ?pero c¨®mo no iba a estar!".

A Ayala le pareci¨® que el espect¨¢culo es una idea que puede prolongarse "al infinito". El p¨²blico lo agradeci¨® tambi¨¦n, con ovaciones. La pr¨®xima vez, el espect¨¢culo La verdad de las mentiras se representar¨¢ en Chile, probablemente a finales de a?o.