Choque de ignorancias
Las caricaturas sobre Mahoma, que han enfurecido a masas de musulmanes en todo el mundo contra Dinamarca y otros pa¨ªses europeos donde varios medios han reproducido esas vi?etas, se han transformado en un encontronazo entre la libertad de expresi¨®n y el respeto a las creencias diferentes, en un choque de culturas religiosas, pero tambi¨¦n de ignorancias. El Vaticano ha afirmado que "la libertad de expresi¨®n no da derecho a herir el sentimiento religioso", mientras la canciller alemana, Angela Merkel, aseguraba en la Conferencia de Seguridad de M¨²nich que debe prevalecer esta libertad, que comprend¨ªa los sentimientos de los ofendidos, aunque consideraba "inaceptable" el uso de la violencia para protestar contra estas vi?etas.
Se publicaron en septiembre en Jyllands-Posten, un diario dan¨¦s segund¨®n. Los nuevos medios de comunicaci¨®n, como Internet y la televisi¨®n por sat¨¦lite han facilitado su difusi¨®n desde un medio local a un Islam globalizado. El Gobierno dan¨¦s se neg¨® a presentar excusas considerando, con raz¨®n, que ¨¦ste no era asunto de su competencia en una democracia, pero el diario s¨ª se disculp¨®. Para nada. Las masas musulmanas, sin embargo, han esperado hasta finales de enero para levantarse. ?Por qu¨¦? Algo o alguien las han agitado, y no parece casualidad que todo esto haya ocurrido cuando Ir¨¢n se encuentra en la picota, acosado por la cuesti¨®n nuclear, Ham¨¢s ha ganado en Palestina, la guerra de Irak sigue y hay un terremoto sociopol¨ªtico en el mundo ¨¢rabe y musulm¨¢n. Ir¨¢n ha hecho bandera de esta protesta. En la a¨²n oficialmente laica Siria, cuyo r¨¦gimen tambi¨¦n est¨¢ en aprietos, las manifestaciones han sido especialmente virulentas.
Son caricaturas de mal gusto y el ejercicio de la libertad de expresi¨®n debe ir tambi¨¦n acompa?ado de un sentido de la responsabilidad. La religi¨®n isl¨¢mica proh¨ªbe las representaciones de personas y animales. Algunos islamistas han cometido cr¨ªmenes culturales, como la destrucci¨®n de los grandes budas en Afganist¨¢n por los talibanes. Y conviene recordar que no ha mucho, varios destacados predicadores de la nueva derecha cristiana en EE UU, como Pat Robertson o Jerry Wines describieron a Mahoma, el uno como "un fan¨¢tico, ladr¨®n y asesino", y el otro como "ped¨®filo poseso". Peor que las vi?etas. Afortunadamente, en Europa no tenemos (?a¨²n?) este tipo de movimientos que marcan la pol¨ªtica de EE UU.
Preocupa tambi¨¦n la ignorancia de lo que est¨¢ ocurriendo en el mundo musulm¨¢n. La elecci¨®n a la presidencia de Ir¨¢n de Ahmadineyad sorprendi¨® a la Administraci¨®n Bush. El triunfo electoral de Ham¨¢s en las elecciones palestinas, tambi¨¦n. Tanto que Condoleezza Rice reconoci¨® haber preguntado "por qu¨¦ nadie lo hab¨ªa visto venir" y que no se hab¨ªa tomado suficientemente bien "el pulso de la poblaci¨®n palestina". En M¨²nich, el presidenciable senador republicano John McCain, generalmente mejor informado, afirmaba haber estado convencido de que Fatah ganar¨ªa f¨¢cilmente las elecciones. Y es sobre este desconocimiento que toman decisiones estrat¨¦gicas, que no sorprende que fracasen.
Hay claras asimetr¨ªas en lo ocurrido estos d¨ªas con las vi?etas. No hay una equivalencia de tolerancias, ni del sentido de la cr¨ªtica. Los ofendidos asaltan y queman embajadas danesas u otras. Mientras, el presidente iran¨ª, Mahmud Ahmadineyad, se permite abogar por "borrar a Israel del mapa" y negar la existencia del holocausto, y ninguna masa se subleva, aunque se proteste. Otra diferencia, es que en nuestros pa¨ªses puede uno criticar o bromear sobre cualquier religi¨®n cristiana, y no pasa de un intercambio de palabras (aunque ahora las leyes contra los odios puedan judicializarlo todo). Pero con las protestas por las vi?etas, se ponen en peligro vidas.
Ante las caricaturas, ha habido m¨¢s solidaridad entre medios de comunicaci¨®n que entre Gobiernos europeos, que, quieran o no, se ven afectados. Algunos medios han preferido no publicar estas u otras vi?etas, por ser de mal gusto, por respeto a una religi¨®n que es ya muy importante en suelo europeo, pero, tambi¨¦n, por miedo. El miedo tambi¨¦n aparece frente a unas malas caricaturas. Tras el 11-S, el 11-M, el 7-7 y otros atentados, o lo ocurrido con Salman Rushdie o el Nobel de Literatura, el egipcio Naguib Mahfuz, desgraciadamente no hay lugar para sonrisas. aortega@elpais.es
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