Durmientes cibern¨¦ticos
Multa millonaria a un pirata gallego que colaps¨® millones de ordenadores
Santiago Garrido, de 28 a?os y natural de A Coru?a, ha sido condenado a pagar una multa de 1,8 millones de euros y a dos a?os de prisi¨®n por haber actuado contra un servidor inform¨¢tico de Lleida provocando el colapso de millones de ordenadores tanto en Europa como en Asia, sobre todo en China. Garrido ha dicho que actu¨® irritado tras haber sido expulsado de un chat por no respetar los c¨®digos de conducta.
Garrido invent¨® un curioso sistema, similar al que en el espionaje de la guerra fr¨ªa se conoci¨® como "durmientes". Entonces eran personas con la voluntad supuestamente controlada a distancia que actuaban cuando recib¨ªan una orden para ello. En este caso, en vez de personas Garrido prepar¨® un ej¨¦rcito de gusanitos que se activaran a una orden suya y atacaran la red espa?ola desde cualquier parte del mundo.
El condenado actu¨® tras ser expulsado de un ciberforo por no respetar el c¨®digo de conducta
Ide¨® un virus con el que infect¨® un sinf¨ªn de ordenadores en diversos pa¨ªses. Pero esos virus, como los durmientes, no actuaban hasta recibir la orden de su creador, orden que consist¨ªa en atacar el servidor de Lleida IRC Hispano. Con una ¨²nica excepci¨®n: una vez instalados, enviaban un mensaje para informar de que estaban disponibles.
El 24 y 25 de diciembre de 2002, Garrido crey¨® que su ej¨¦rcito era suficientemente numeroso como para poner en jaque al servidor que no le hab¨ªa tratado como ¨¦l quer¨ªa. Dio la orden y se inici¨® el asalto a IRC Hispano desde miles y miles de ordenadores que colapsaron tambi¨¦n otros servidores. El ataque se mantuvo activo hasta febrero y los atacados presentaron la correspondiente querella.
Mientras las investigaciones iban acotando las posibles fuentes del ataque, Garrido decidi¨® emprender una segunda ofensiva. Era el mes de abril, el m¨¢s cruel seg¨²n el poeta T. S. Eliot, y se prolong¨® hasta mayo, durante 20 d¨ªas.
Tras este segundo asalto los investigadores pudieron detectar algunos datos que, al final, llevaron hasta el creador del virus en A Coru?a. Entre ellos, verificaron que firmaba como Ronnie o como Mike 2, y tambi¨¦n que el distrito postal que hab¨ªa dejado en una direcci¨®n electr¨®nica correspond¨ªa a la capital gallega.
Entretanto, hab¨ªan observado algunas coincidencias en el origen de los ordenadores espa?oles, as¨ª como la buena disposici¨®n a colaborar por parte de sus propietarios, que eran absolutamente ajenos a lo que conten¨ªa su disco duro.
Finalmente, lo detuvo la Guardia Civil mientras escuchaba una pieza de heavy metal, m¨²sica asociada al desplante que le llev¨® a ser expulsado de IRC Hispano y que desencaden¨® el asunto.
Cuando oy¨® llegar a los agentes, intent¨® destruir el ordenador e incluso le arroj¨® una taza de caf¨¦ para impedir que se pudiera analizar su interior.
Sisco Sapena, presidente de IRC Hispano, explic¨® que el acusado inutiliz¨® durante un a?o el correo electr¨®nico, las p¨¢ginas web y todos los servicios virtuales del servidor, pero las numerosas pistas que dej¨® en la Red sobre su identidad facilitaron su detenci¨®n a la Unidad de Delitos Telem¨¢ticos de la Guardia Civil de A Coru?a, a finales de 2003. "Cre¨® una especie de gusano o virus con el que infect¨® miles de ordenadores y a trav¨¦s de ellos nos atacaba a nosotros. Ten¨ªa como un ej¨¦rcito cibern¨¦tico, en plan guerra de las galaxias, con el que realizaba los ataques. Con una orden suya, todos los ordenadores infectados nos atacaban a nosotros", explic¨® Sapena tras el juicio.
Ahora, la titular del Juzgado de lo Penal n¨²mero 2 de Lleida ha condenado a Santiago Garrido a dos a?os de prisi¨®n y una multa de m¨¢s de 1,8 millones de euros como autor responsable de un delito de da?os inform¨¢ticos. El fiscal solicitaba inicialmente una pena de tres a?os y medio para el acusado, que no ingresar¨¢ en la c¨¢rcel porque carece de antecedentes. Fuentes jur¨ªdicas han indicado que es una de las primeras sentencias dictadas en Europa contra autores de ataques inform¨¢ticos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.