Las terminales del puerto aplicar¨¢n medidas de seguridad id¨¦nticas a las del aeropuerto

El a?o pasado desembarcaron en el puerto de Barcelona 1,2 millones de pasajeros que estaban realizando un crucero y tambi¨¦n entraron, salieron o hicieron escala otro mill¨®n de personas que viajaban en barcos de l¨ªneas regulares. Estas cifras s¨®lo se explican, a juicio del delegado del Gobierno en Catalu?a, Joan Rangel, porque el puerto de Barcelona es uno de los m¨¢s seguros del Mediterr¨¢neo y eso obliga, en su opini¨®n, a intensificar los controles sobre las personas y las mercanc¨ªas, hasta el punto de hacerlas equiparables a las que se aplican en los aeropuertos.

Rangel se reuni¨® ayer en Barcelona con sus hom¨®logos en la Comunidad Valenciana (Antoni Bernab¨¦) y las islas Baleares (Ramon Socias), as¨ª como con los m¨¢ximos responsables policiales de Catalu?a para evaluar la aplicaci¨®n de la legislaci¨®n internacional sobre seguridad mar¨ªtima, que impone mayor control de los pasajeros en los puertos. Es evidente que Barcelona, Valencia y Palma son tres puertos que registran movimientos de personas y mercanc¨ªas muy distintos, pero en todos hay problemas comunes que les afectan.

Fuentes policiales explicaron que los controles que han empezado a aplicarse en los puertos ya han permitido, por ejemplo, disuadir a los delincuentes habituales que se trasladaban hasta hace poco con impunidad de una comunidad aut¨®noma a otra en los barcos de l¨ªnea regular cuando aumentaba la presi¨®n policial contra ellos en un territorio. La previsi¨®n es que en un breve plazo de tiempo las medidas de seguridad de un puerto sean pr¨¢cticamente id¨¦nticas a las de un aeropuerto, de forma que la polic¨ªa pueda conocer las listas de entrada y salida de pasajeros.

En el puerto de Barcelona funcionan ya seis terminales para pasajeros de cruceros, existe otra en construcci¨®n que estar¨¢ operativa a finales de a?o y hay, adem¨¢s, otras tres terminales desde las que operan los barcos de l¨ªneas regulares, principalmente a Baleares e Italia. Adem¨¢s de los 2,2 millones totales de pasajeros que entraron o salieron del puerto el a?o pasado, el tr¨¢fico de mercanc¨ªas fue de dos millones de contenedores y se trata de unas instalaciones con 25 kil¨®metros de muelle.

Unas cifras m¨¢s que ilustrativas, dijo Joan Rangel, para que exista en el puerto "no un buen dispositivo de seguridad, sino el mejor posible. Y no lo decimos nosotros", agreg¨®, "lo dicen los cruceristas porque si no fuera por eso no habr¨ªan aumentado tanto los pasajeros".

Esta ¨¦poca es temporada baja de cruceros y en algunas terminales se trabajaba ayer para que antes del verano el puerto tenga instalados los arcos de seguridad de entrada y salida en todas las terminales, as¨ª como en los fingers de acceso directo a los barcos y tambi¨¦n en las salas de embarque para pasajeros y el control de los equipajes. Es un dispositivo, en definitiva, muy similar al que se aplica desde hace tiempo en los aeropuertos. Para recordar la evoluci¨®n que se ha producido en los ¨²ltimos a?os en materia de seguridad, Rangel record¨® que, hasta hace pocos a?os, cualquier persona llegaba al pie del barco en un veh¨ªculo, descend¨ªa del mismo y embarcaba con la maleta sin superar ning¨²n control.

Fue despu¨¦s de los atentados del 11-S cuando se empezaron a dictar normativas europeas para equiparar la seguridad de puertos y aeropuertos. Primero fue un c¨®digo en 2002 y despu¨¦s un reglamento a¨²n m¨¢s estricto en 2004. "No todos los puertos mediterr¨¢neos pueden decir que est¨¢n trabajando para equiparar su seguridad a la de los aeropuertos. Los espa?oles, s¨ª", explic¨® Joan Rangel.