Inteligencia y valent¨ªa
Ya en la que fue su sorprendente deb¨² en la realizaci¨®n, Confesiones de una mente peligrosa, George Clooney se asom¨® al universo de la televisi¨®n de su adolescencia para rescatar del olvido a Charles Chuck Barris, el que puede aspirar, con todo deshonor, al trono de creador de la telebasura. La querencia familiar de Clooney con el medio queda nuevamente de manifiesto en ¨¦sta, su segunda realizaci¨®n tras la c¨¢mara (y tambi¨¦n delante de ella, aunque, he ah¨ª un detalle de la inteligencia de nuestro hombre, reserv¨¢ndose un papel secundario), aunque el tema sea mucho m¨¢s grave que el recrear el parto de la basura cat¨®dica.
Aqu¨ª, se trata no tanto de construir otro filme biogr¨¢fico alrededor de uno de los pioneros m¨¢s c¨¦lebres del medio, el periodista Ed Murrow, cuanto de centrar las cosas en un breve periodo de tiempo, las semanas en que Murrow, uno de esos profesionales que ya no quedan en televisi¨®n, se atrevi¨® a lo impensado: a meterse con la estrella medi¨¢tica de entonces, el fan¨¢tico senador Joseph Joe McCarthy, martillo de comunistas, paranoico denunciador de las infiltraciones sovi¨¦ticas en las m¨¢s altas esferas de la Administraci¨®n.
BUENAS NOCHES Y BUENA SUERTE
Direcci¨®n: George Clooney. Int¨¦rpretes:David Strathairn, Robert Downey Jr., Patricia Clarkson, Ray Wise, Frank Langella, Jeff Daniels, George Clooney. G¨¦nero: Drama. EE UU, 2005. Duraci¨®n: 93 minutos.
Y a pesar de las declaraciones del propio Clooney sobre sus intenciones, resulta imposible no trazar paralelismos entre el lenguaje de la extrema derecha de entonces y de la guerrera nueva derecha de ahora, entre otras cosas, porque si se cambia "comunismo" por "terrorismo" se parecen como dos gotas de agua. Tambi¨¦n en tiempos de MacArthy la pretensi¨®n era la de limitar las libertades c¨ªvicas, la de utilizar el miedo en dosis masivas y, a trav¨¦s de los pujantes medios de comunicaci¨®n, la de emplear como bals¨¢mico remedio una mezcla abyecta de denuncia y falso patriotismo que llev¨® a angostar peligrosamente los l¨ªmites de lo que se pod¨ªa decir y de lo que no.
Hombre ¨ªntegro
Pero los tiempos canallas convierten en h¨¦roes a personas que jam¨¢s intentaron serlo. Murrow es uno de esos casos. Veterano de los medios, hombre ¨ªntegro que tuvo para su fortuna a la direcci¨®n de su empresa, la CBS, detr¨¢s en su campa?a contra MacArthy, sus dos c¨¦lebres emisiones sobre el senador, en las que hizo de los discursos de ¨¦ste la mejor arma para desenmascarar sus mentiras, se han convertido en piezas angulares no s¨®lo del mejor periodismo televisivo, sino de la valent¨ªa profesional frente a la ignominia.
Clooney sabe que con s¨®lo contar su gestaci¨®n tiene materia suficiente para enganchar al espectador, y con un gui¨®n que es un prodigio de concisi¨®n, y una puesta en escena tan brillante como contenida (en la que brilla David Strathairn, un actor d¨²ctil, de la gran escuela de los secundarios de siempre), hace dialogar al actor con los propios materiales filmados en la ¨¦poca, en una apuesta tan h¨¢bil como triunfadora: es dif¨ªcil poder encontrar una pel¨ªcula que reproduzca el referente hist¨®rico con m¨¢s precisi¨®n y detalle que ¨¦sta.
Por lo dem¨¢s, el filme constituye un perfecto ejemplo de pel¨ªcula de tesis en la que no se pretende jam¨¢s manipular al espectador, sino invitarle a un juego inteligente en el que no faltan ni el humor ni el dramatismo y en el que, a la postre, no se echa en falta ni el saber m¨¢s sobre unos personajes a los que vemos s¨®lo en una faceta de su vida, la profesional. Valiente, c¨ªvicamente irreprochable, Buenas noches, y buena suerte es uno de los grandes filmes americanos del a?o, y un digno ejemplo de la mejor tradici¨®n liberal aplicada al ejemplar an¨¢lisis de las miserias del pa¨ªs en un periodo infausto.

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