La festividad m¨¢s solemne de los chi¨ªes, el 10% de los musulmanes

"?Oh, Husein! ?Oh, Husein!", corean al un¨ªsono estos d¨ªas decenas miles de musulmanes chi¨ªes desde el golfo P¨¦rsico hasta la India y desde L¨ªbano a Om¨¢n, mientras se golpean r¨ªtmicamente el pecho y la cabeza en se?al de duelo. Algunos incluso vierten simb¨®licamente su sangre haci¨¦ndose cortes en la cabeza o la espalda, una pr¨¢ctica prohibida en Ir¨¢n. Son los ritos de la Ashura, la festividad m¨¢s solemne del islam chi¨ª.

La Ashura, literalmente los diez primeros d¨ªas del mes de muharram, es un periodo de duelo para esa rama del islam, que sigue aproximadamente un 10% de los 1.300 millones de musulmanes. En procesiones y ceremonias que recuerdan las de la Semana Santa cat¨®lica, los chi¨ªes rememoran el martirio de Husein, durante la batalla de Kerbala, en el a?o 680. Este nieto de Mahoma muri¨® a manos de sus rivales del califato Omeya, cuando defend¨ªa los derechos sucesorios de su padre, Al¨ª.

Aquel suceso marc¨® el nacimiento del chi¨ªsmo, un cisma fundado sobre los principios de la lucha contra la opresi¨®n y la glorificaci¨®n de quienes mueren defendi¨¦ndolos. Los chi¨ªes son los "seguidores" de Al¨ª, el yerno del profeta, frente a los sun¨ªes, u ortodoxos.

Los triunfadores sun¨ªes mantuvieron el control del califato, mientras que los chi¨ªes, que defend¨ªan que el l¨ªder de los creyentes fuera un descendiente del profeta, pasaron a estar dirigidos por una l¨ªnea de imanes, o gu¨ªas. Hasta la desaparici¨®n en el siglo X del duod¨¦cimo, el im¨¢n oculto, que es esperado al final de los tiempos. (Los chi¨ªes septimanos s¨®lo admiten hasta el s¨¦ptimo im¨¢n).

Sacrificio y lucha

La historia de los chi¨ªes es una historia de sacrificio y lucha contra la injusticia, pues siempre fueron una minor¨ªa. Y desde la derrota de los mamelucos, en 1798, en todos los lugares donde se extendieron, han estado marginados de las tareas de Gobierno. Hasta la Revoluci¨®n Isl¨¢mica de Ir¨¢n en 1979 cuando la llegada al poder del gran ayatol¨¢ Ruhol¨¢ Jomeini supuso en teor¨ªa la adopci¨®n de los principios del chi¨ªsmo como gu¨ªa de gobierno. Un modelo que ahora quieren repetir los chi¨ªes iraqu¨ªes.

Pero la religiosidad popular desborda los cors¨¦s oficiales. Los chi¨ªes veneran a todos sus imanes, y en especial a Husein, tal vez el m¨¢s querido de todos y al que, sobre todo las mujeres devotas, se dirigen para pedir ayuda, de igual forma que los cat¨®licos rezan a sus santos.