Senderismo peligroso
En el Canal 25 sale una simp¨¢tica vidente que adivina el futuro acompa?ada del comentarista del coraz¨®n Hilario L¨®pez Mill¨¢n. Entre consulta sobre si voy a encontrar mi media naranja ("no, porque t¨² sigues enamorada de tu marido, y me sale que no va a volver") o si me van a ascender en la empresa ("tu biorritmo me anuncia un cambio para marzo"), tambi¨¦n ponen la llamada de alg¨²n personaje famoso al que le preguntan por su trabajo y de paso le echan las cartas. Lo de echar las cartas al famoso es una pr¨¢ctica habitual de las adivinas de esta cadena, y as¨ª, por ejemplo, en el programa de Toni Rovira tienen a la gran Viky, mujer que ha adivinado el futuro de personajes tan dispares como Pablo Abraira o Carmen de Mairena, gracias a su t¨¦cnica de encender un cigarro y d¨¢rselo a fumar a un mu?eco esot¨¦rico de su propiedad. El caso es que el martes por la tarde, en el programa de Hilario, intervino por tel¨¦fono el actor Ra¨²l S¨¦nder. Y el hombre, que hablaba de su funci¨®n La venganza de don Mendo, dijo que en Catalu?a no puedes hacer temporada si -como es su caso- no trabajas en catal¨¢n. La afirmaci¨®n result¨® tan marciana que hasta la vidente, que no parec¨ªa una vidente especialmente experta en pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica, le pidi¨® al actor que "pudiera cambiar un poquito de opini¨®n".
Pero el hombre, ya lanzado, tambi¨¦n revel¨® los supuestos problemas que existen en Catalu?a con la televisi¨®n p¨²blica. Cont¨® que le dec¨ªan que a TV-3 no podr¨ªa ir porque no hablaba catal¨¢n. (Supongo que Malena Gracia y Bert¨ªn Osborne, a los que hemos visto hace poco en TV-3, son de Esparraguera y hablan con el acento de Celdoni Fonoll.) Pero S¨¦nder nos tranquiliz¨®. Dijo que, de todas maneras, ¨¦l es andaluz y, por tanto, si actuase en Barcelona le ir¨ªa a ver "todo Cornell¨¤ y todo L'Hospitalet". Eso me hace pensar que el hombre cree que en Cornell¨¤ y L'Hospitalet s¨®lo hay catalanes de origen andaluz y que estos catalanes de origen andaluz s¨®lo van a ver las obras de teatro hechas por los andaluces. Tanto elogio del apartheid en boca del int¨¦rprete de Que vienen los socialistas me transporta.
Pero en cualquier caso, me quito el sombrero ante su sistema. Yo, hasta ahora, si alguien no me hac¨ªa una entrevista para hablar de mi libro, cre¨ªa que era porque -incomprensiblemente- no le interesaba. Ahora ya no lo pienso. Si no me entrevistan es por el boicoteo a los productos en catal¨¢n, claro que s¨ª. De hecho, me acabo de dar cuenta del veto que me han impuesto en numerosas cadenas de televisi¨®n del mundo. Por ejemplo, en Al-Yazira, donde (tal vez por mi postura cr¨ªtica con el im¨¢n de Fuengirola) nunca me han entrevistado. O en ETB (porque no hablo vasco, seguro) o en la BBC (por mis elogios al alcoholismo de la Reina madre, claro). Y tambi¨¦n he sido vetada en el programa Signes del temps, de TV-3 (?por ser ap¨®stata?) y en el Club Super3 (discriminaci¨®n por razones de edad). Es terrible lo que nos ocurre a Ra¨²l S¨¦nder y a m¨ª.
Eso s¨ª. Ahora hay que procurar por todos los medios que la realidad no nos desmonte la coartada, tan mona que es. Ser¨ªa terrible que, por culpa de la cruda realidad, S¨¦nder tuviese que reconocer que en Catalu?a no hay ning¨²n problema ling¨¹¨ªstico (excepto si se entiende por problema ling¨¹¨ªstico la curiosa pronunciaci¨®n del alcalde Clos). Por lo tanto, tenemos que impedir, cueste lo que cueste, que lea la cartelera teatral. No puede saber que Els Joglars, Rubianes, los del Teatre Guasch o los de La Cubana no hacen sus obras en catal¨¢n. (?Y, por Dios, que no vea la cartelera de los cines!) Que no sepa que Las Corsarias estuvieron actuando en el Paralelo en Navidad y que estuvieron en TV-3. Y, sobre todo, tenemos que impedir que se entere de que en Barcelona, no hace mucho, se represent¨® la misma obra que ¨¦l, supuestamente, no puede representar aqu¨ª porque es en espa?ol. Paco Mir debe negar que dirigi¨® La venganza de don Mendo en el teatro Arnau. S¨¦ que no es f¨¢cil. Pero tengo una soluci¨®n de emergencia por si negarlo no cuela. Se trata de decir que, en realidad, esa Venganza de don Mendo que mont¨® Paco Mir no es la misma Venganza de don Mendo de Ra¨²l S¨¦nder. La raz¨®n es f¨¢cil de sostener. Mir, incomprensiblemente, fue bastante respetuoso con el texto del autor. En cambio, el sublime S¨¦nder mete tantas morcillas por minuto en la obra que ni el difunto Mu?oz Seca la reconocer¨ªa como propia.
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