Ind¨ªgenas
Su existencia es un milagro. La inmensidad de la Amazonia y su naturaleza rabiosa e impenetrable ha sido capaz de mantenerlos en estado puro hasta el tercer milenio. Son unos cientos miles de seres humanos repartidos en un pu?ado de etnias cada una de las cuales posee una lengua, una cultura y su propio universo espiritual. Viven como en el paleol¨ªtico, nunca han tenido el menor contacto con la civilizaci¨®n y habitan un espacio natural gigantesco que les proporcionan todo lo que necesitan para ser felices. El valor antropol¨®gico de estas tribus es inconmensurable. Ning¨²n experimento sociol¨®gico por oneroso que fuera nos ofrecer¨ªa tanta y tan cualificada informaci¨®n sobre nuestro pasado y el comportamiento del hombre en comuni¨®n con la naturaleza. Su aislamiento del resto del mundo, libres de toda contaminaci¨®n e influencia externa, les convierte en piezas ¨²nicas de la arqueolog¨ªa humana.
Los indios aislados del Amazonas son Patrimonio de la Humanidad. Ahora la supervivencia de esa gente corre extremo peligro. Ya en los ¨²ltimos decenios la presi¨®n ejercida por los madereros, hacenderos y garimpeiros (buscadores de oro) contra las tribus ind¨ªgenas venia siendo brutal. S¨®lo la protecci¨®n ejercida por la Funai (Fundaci¨®n Nacional del Indio), ¨®rgano del Gobierno de Brasil comprometido con la defensa de estas tribus, hab¨ªa logrado hasta ahora frenar su acci¨®n depredadora. De un tiempo a esta parte algo esta cambiando en la Funai, algo que propicia una bajada de la guardia en beneficio de quienes quieren devastar la selva amaz¨®nica para enriquecerse sin escr¨²pulos. Lejos de lo que cab¨ªa imaginar de un gobierno pretendidamente progresista el equipo de Lula da Silva parece cuestionar las ¨¢reas de protecci¨®n hasta ahora intocables.
Especialmente alarmantes resultan en este sentido las declaraciones del presidente de la propia Funai, M¨¦rcio Gomes, al afirmar que "son muchas las ¨¢reas ind¨ªgenas protegidas por el gobierno para tan pocos indios". Manifestaciones que han sido seriamente contestadas por quien tiene mayor autoridad moral para hacerlo, un personaje bien conocido aqu¨ª en Madrid por sus conferencias y divulgaciones sobre el tema. Se trata de Sydney Posuelo, creador y director del Departamento de Indios aislados de Brasil, quien en 1998 recibi¨® de manos del Pr¨ªncipe de Asturias en la Casa de Am¨¦rica el premio Bartolom¨¦ de las Casas por su labor humanitaria. Este personaje de leyenda, reconocido por Naciones Unidas, fue cesado al afirmar que las palabras del presidente de Funai son m¨¢s propias de los enemigos de los indios. Un cese que, seg¨²n los expertos, ratifica la falta de inter¨¦s de los actuales gobernantes por preservar una forma de vida milenaria ¨²nica en el mundo y lo que es m¨¢s grave la insensibilidad creciente por mantener intactos los ¨²ltimos territorios v¨ªrgenes del planeta. El sistema de protecci¨®n a los indios aislados implantado por Posuelo, con funcionarios armados que prohib¨ªan la entrada a sus territorios, era hasta el momento la mejor salvaguarda para la selva amaz¨®nica.
Estados brasile?os como el de Rondonia presentan pruebas espeluznantes de lo que son capaces de hacer quienes escaparon a ese control ocupando la selva en beneficio propio. All¨ª han sido extinguidas tribus enteras cazando a sus miembros a tiros como si fueran animales o colgando en los ¨¢rboles bolsas de az¨²car envenenado para que se sirvan su propia muerte. Es el caso de los Acunts¨², una etnia de la que apenas queda media docena de individuos cuyas vidas tendr¨ªan las horas contadas sin el amparo de los funcionarios de Funai. A su alrededor, miles y miles de hect¨¢reas devastadas han sustituido la selva por pastos para el ganado o cultivos de soja. Puede que aquel nos parezca un problema muy lejano. Puede, incluso, que lo que este aconteciendo all¨ª se nos antoje uno de tantos dramas humanos en los que la injusticia se ceba con los m¨¢s d¨¦biles. Esto sin embargo nos afecta tambi¨¦n a nosotros. La Amazonia es la gran reserva natural del planeta y su deforestaci¨®n provocar¨ªa cambios clim¨¢ticos de consecuencias catastr¨®ficas para toda la humanidad. Esos "pocos indios" son el ¨²ltimo escudo protector de la selva amaz¨®nica. La comunidad internacional debe exigir a Lula que no consienta su exterminio.
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