Un trabajo con derecho a Seguridad Social

Desde 2000, Holanda cuenta con una normativa que regula la prostituci¨®n, considerada como un trabajo. Adem¨¢s de legalizar los burdeles, la ley obliga a sus propietarios a pagar la Seguridad Social de las prostitutas e impuestos por su actividad. Igualmente, regula el ejercicio aut¨®nomo de esta ocupaci¨®n, que debe ser voluntaria. Tanto las personas que se prostituyen por libre como aqu¨¦llas que trabajan en un club deben ser mayores de edad.

En cualquier caso, para el ejercicio de la prostituci¨®n es preceptivo contar con autorizaci¨®n municipal. Muchos ayuntamientos se resisten a darla, seg¨²n la asociaci¨®n Hilo Rojo (De Rode Draad, agrupa a personas que ejercen la prostituci¨®n y colabora con el sindicato socialdem¨®crata FNV). Esta entidad critica ese aspecto y destaca otro problema a?adido: los empresarios del sexo son renuentes a pagar los impuestos y la Seguridad Social. Esos dos factores han provocado un descenso del n¨²mero de prostitutas (de 30.000 a 20.000) y un aumento de las tarifas, seg¨²n Hilo Rojo.

Esta asociaci¨®n reconoce que las prostitutas ejercen poco los derechos que les concede la ley, como el de percibir el desempleo. Cree que esto se debe en cierta media a la estigmatizaci¨®n que sufren estas mujeres.

Mientras los defensores de la reglamentaci¨®n holandesa aseguran que esta medida permite luchar mejor contra el tr¨¢fico de mujeres y la prostituci¨®n forzada, sus detractores creen que el balance no es muy positivo, ya que no se ha erradicado la prostituci¨®n ilegal, entre otras cosas.