Un nuevo esc¨¢ndalo de malos tratos salpica a los soldados brit¨¢nicos en Irak
Blair promete que se investigar¨¢n las palizas a j¨®venes iraqu¨ªes filmadas por sus propias tropas
La difusi¨®n de un v¨ªdeo en el que un grupo de ocho soldados brit¨¢nicos apalea a cuatro j¨®venes iraqu¨ªes en el interior de instalaciones del Ej¨¦rcito en el sur de Irak ha vuelto a poner en cuesti¨®n el comportamiento de las tropas brit¨¢nicas tras la invasi¨®n del pa¨ªs y el derrocamiento del r¨¦gimen de Sadam Husein. La crudeza de las im¨¢genes, divulgadas ayer por el dominical News of the World, oblig¨® al primer ministro, Tony Blair -que se encuentra de viaje en Sur¨¢frica en una reuni¨®n de l¨ªderes progresistas-, a intervenir en la pol¨¦mica y prometer una investigaci¨®n oficial de los hechos.
La imagen cuidadosamente cultivada por el Ej¨¦rcito brit¨¢nico, que ha gustado de compararse siempre ventajosamente con el de Estados Unidos, alardeando de sus t¨¦cnicas de proximidad a la hora de patrullar por las ciudades iraqu¨ªes sin casco de combate y la bocacha del fusil baja, sufri¨® ayer un rev¨¦s inmenso. El diario News of the World (que es el dominical del sensacionalista The Sun) difundi¨® a trav¨¦s de su edici¨®n de papel y de su edici¨®n electr¨®nica las im¨¢genes de la tremenda paliza que ocho soldados brit¨¢nicos propinaron a cuatro quincea?eros desarmados a los que acababan de detener. Se pueden contar 42 golpes en menos de un minuto.
Las im¨¢genes, que seg¨²n el diario fueron grabadas por un cabo del Ej¨¦rcito brit¨¢nico desde un lugar elevado en el interior del complejo militar, en un lugar en el sur de Irak no revelado por razones de seguridad, muestran primero los disturbios provocados en la calle por manifestantes iraqu¨ªes, frente a la base brit¨¢nica. Un grupo de soldados brit¨¢nicos con uniforme de antidisturbios -casco, visera, porra y escudo- sale en su persecuci¨®n.
Las im¨¢genes dan un salto en el tiempo y muestran a continuaci¨®n el regreso de algunos de esos soldados trayendo consigo a cuatro detenidos. Son chavales muy j¨®venes, de 14 o 15 a?os, a los que empiezan a golpear salvajemente a medida que van entrando en el patio militar, a cubierto de miradas indiscretas desde la calle. El primer golpe es un tremendo cabezazo de un soldado, con casco y visera, a la cabeza de uno de los chavales. A ese golpe le sucede una catarata de porrazos, pu?etazos y patadas contra los detenidos, que est¨¢n maniatados y en el suelo. El sargento que comanda el grupo de ocho soldados no s¨®lo no intenta calmarlos sino que le propina una tremenda patada en los genitales a uno de los chavales que est¨¢ ya tendido en el suelo, boca abajo y con las piernas separadas.
La filmaci¨®n va acompa?ada de los comentarios sarc¨¢sticos del autor del v¨ªdeo, que jalea los golpes de sus compa?eros y se mofa de las s¨²plicas de los detenidos para que no les peguen m¨¢s. Quiz¨¢s, lo m¨¢s chocante es que ninguno de los soldados que siguen entrando de vuelta al campamento tras disolver a los manifestantes que estaban en la calle parece sorprendido al ver la paliza que sus compa?eros est¨¢n propinando a los detenidos. Nadie intenta frenarles. Es como si estuvieran acostumbrados a ver esas cosas.
El diario, que ha consultado a expertos del Ministerio de Defensa y de fuera del departamento, no tiene ninguna duda sobre la autenticidad de las im¨¢genes, suministradas por un soldado que se declara avergonzado de los abusos de sus ocho compa?eros. Tampoco el Gobierno parece tener ninguna duda sobre su autenticidad, pero se ha apresurado a afirmar que se trata de un incidente aislado, a cargo de una peque?a minor¨ªa que no representa la forma de actuaci¨®n del Ej¨¦rcito brit¨¢nico. Tanto Defensa como el primer ministro se han comprometido a investigar el caso. Blair, de viaje oficial a Sur¨¢frica, resalt¨® tambi¨¦n el papel que juegan las tropas brit¨¢nicas "ayudando a Irak a convertirse en la democracia que quiere ser".
Los precedentes
Pero no es la primera vez que los brit¨¢nicos afrontan denuncias sobre su comportamiento en Irak. El a?o pasado, tres soldados fueron encarcelados y expulsados del Ej¨¦rcito por abusar de varios prisioneros, a los que obligaron a simular actos sexuales, en el campo de Bread Basket, al sur de Irak. La condena se produjo porque hab¨ªa fotograf¨ªas que daban testimonio de los abusos. En otros casos, la falta de pruebas ha propiciado la absoluci¨®n de los acusados en los tribunales militares. Lo mismo sucede con los estadounidenses, cuyo mayor esc¨¢ndalo fue la divulgaci¨®n de unas fotograf¨ªas que destaparon los casos de malos tratos y torturas cometidos en Abu Ghraib.
El nuevo esc¨¢ndalo llega en mal momento para el Ej¨¦rcito del Reino Unido, que tiene problemas para encontrar nuevos reclutas debido entre otras razones a la propaganda negativa que est¨¢ generando la guerra de Irak.
Mal momento tambi¨¦n para el ministro de Defensa, John Reid, que la semana pasada se quejaba del escrutinio permanente que los medios de comunicaci¨®n ejercen sobre el comportamiento de las tropas brit¨¢nicas en Irak "donde estamos afrontando un enemigo que no ha de rendir cuentas, que no est¨¢ constre?ido por ninguna legitimidad, ninguna moralidad y ninguna convenci¨®n internacional".
42 GOLPES EN UN MINUTO
- Ocho soldados brit¨¢nicos propinan 42 golpes en menos de un minuto a cuatro quincea?eros iraqu¨ªes
- Otros tres militares fueron condenados en 2005 por maltratar a prisioneros en Irak
- El ministro de Defensa del Reino Unido se quej¨® hace una semana del excesivo control de la prensa sobre las tropas
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