La fuerza del enga?o
Enga?o (Tele 5) basa su encanto en el triunfo de la mentira sobre la verdad y pone a prueba instituciones tan vulnerables como la pareja estable. En la primera entrega, tres casadas y una soltera ten¨ªan que seducir a un soltero ingenuo y cachas. Si ¨¦l descubr¨ªa qui¨¦n era la soltera, los dos se repart¨ªan 15.000 euros. Si eleg¨ªa a una casada, la casada y su manso se llevaban el premio. Mientras ellas intentaban seducir a su presa, los maridos las observaban desde un purgatorio especialmente dise?ado para potenciales cornudos. Este peep-show sufridor es, sin duda, el elemento m¨¢s atractivo del invento. Luego, en el plat¨®, lo vivido se comenta y se presenta (tras un trabajado montaje) con el envoltorio adecuado para llenar cuatro largas horas de parrilla. A diferencia de otros productos de la misma especie, Enga?o presenta una complejidad mayor a la habitual y, con menos arte, explora un tema parecido al que tanto se le aplaude a Woody Allen: la infidelidad. Con la aquiescencia de concursantes que juegan a jugar con fuego, se tienta el morbo de los que disfrutan viendo c¨®mo peligran, por un qu¨ªtame all¨ª ese achuch¨®n, s¨®lidas relaciones (nadie nos impide sospechar que todo es un montaje).
Presenta Jordi Gonz¨¢lez, con un estilo que, a diferencia del de Mercedes Mil¨¢, le ahorra tener que contar si le gusta o no mearse en la ducha. Cuenta con la ayuda de Laura Garc¨ªa Agust¨ªn, a la que anunci¨® como "psic¨®loga de plat¨®". Quiz¨¢ le ser¨ªa m¨¢s ¨²til a la cadena recurrir a la psic¨®loga en los despachos directivos. Total: el soltero eligi¨® a la casada que mejor le enga?¨® y no congeni¨® con la soltera, lo cual coincide con lo que ocurre en el mercado real de la hormona. El perdedor nos dej¨® una m¨¢xima que deber¨ªa aplicarse a todos los seres vivos que salen en pantalla: "Todas tienen cara de culpable hasta que no se demuestre lo contrario". La m¨¢xima completa la reflexi¨®n que hace el protagonista de la pel¨ªcula Buenas noches y buena suerte cuando dice que, en malas manos, la televisi¨®n podr¨ªa acabar siendo "un simple amasijo de luces y cables".
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