Las vanguardias rusas dieron la energ¨ªa al cambio hist¨®rico del arte moderno

El c¨ªrculo negro pintado por Kasimir Mal¨¦vich hacia 1923 es la imagen de la exposici¨®n Vanguardias rusas, presentada ayer en el Museo Thyssen-Bornemisza y la Fundaci¨®n Caja Madrid, en un montaje de 280 piezas del primer tercio del siglo XX. Tom¨¤s Llorens, comisario de la muestra, destaca la energ¨ªa de este episodio central del arte moderno, que coincide con un cambio hist¨®rico en la Rusia revolucionaria y en la pr¨¢ctica del arte. "Las obras expresan la imaginaci¨®n y brillantez de los ideales del hombre nuevo y el destino triste y tr¨¢gico a partir de Stalin".

La sexta colaboraci¨®n entre la Fundaci¨®n Thyssen-Bornemisza (paseo del Prado, 8, www.museothyssen.org) y la Fundaci¨®n Caja Madrid (plaza de San Mart¨ªn, 1, wwwfundacioncajamadrid.es) permite conocer hasta el 14 de mayo un panorama del arte de vanguardia ruso, desde 1907 hasta los a?os treinta, "que se extingue asesinado a manos de Stalin y su r¨¦gimen", seg¨²n Guillermo Solana, conservador jefe del Thyssen-Bornemisza. Tambi¨¦n intervinieron Rafael Spottorno, director de la Fundaci¨®n Caja Madrid, y Consuelo Ciscar, directora del IVAM. La producci¨®n tiene un presupuesto de 1,25 millones de euros.

En los dos centros se puede recorrer un periodo de convulsi¨®n cultural y pol¨ªtica en la Rusia imperial de las primeras d¨¦cadas del siglo XX, con la b¨²squeda de un nuevo arte nacional, sus relaciones con el futurismo, la personalidad de Chagall, Kandinsky y Fil¨®nov, y la construcci¨®n de un hombre nuevo en la Rusia revolucionaria, con las pr¨¢cticas art¨ªsticas del suprematismo y el constructivismo, en la obra de Rodchenko, Klutsis, Tatlin y El Lissitzky.

Las obras proceden del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo, la Galer¨ªa Estatal Tretiakov, el Centro Pompidou, el IVAM de Valencia (presta 95 obras sobre papel), el Thyssen-Bornemisza y colecciones privadas. Junto a Tom¨¤s Llorens ha colaborado un comit¨¦ cient¨ªfico, formado por John E. Bowlt, Nicoletta Misler, Evgenia Petrova, Ekaterina Selezneva y Maria Josep Balsach.

Guillermo Solana observa en los artistas rusos "una resistencia a Occidente", cuando intentan emular el cubismo y al hacer "versiones toscas y brutales". En las salas del Thyssen-Bornemisza se comienza con la Rusia so?ada por Kandinsky y los intentos de recuperar las ra¨ªces del alma rusa en im¨¢genes populares y primitivas. En el "desfile apasionante de estilos" aparecen las versiones rusas de la vanguardia europea, como el cubismo y el futurismo, y la obra de tres grandes figuras, Chagall, Kandinsky y Fil¨®nov, que ser¨¢ "un gran descubrimiento". En la sala de las Alhajas, la estructura met¨¢lica industrial encaja con la vanguardia art¨ªstica en el cambio pol¨ªtico de los a?os siguientes a la revoluci¨®n, con el suprematismo y el constructivismo como grandes caminos de la abstracci¨®n, en las obras de Mal¨¦vich, Rodchenko, Popova, Klutsis, El Lissitzky, Tatlin (una reconstrucci¨®n virtual de su monumento a la III Internacional) con la utilizaci¨®n de nuevos medios de propaganda, como la fotograf¨ªa, el dise?o gr¨¢fico (carteles) y las artes decorativas (platos). "Hay una parte luminosa y maravillosa, pero tambi¨¦n un lado siniestro y sombr¨ªo de las v¨ªctimas del tirano Stalin, el destino de una generaci¨®n de las vanguardias rusas".

Tom¨¤s Llorens aport¨® tres aspectos al "car¨¢cter ejemplar" de las vanguardias rusas, como uno de los episodios centrales de la historia del arte del siglo XX. Uno de ellos es el papel de la centralidad geogr¨¢fica (Par¨ªs o Nueva York), superada por la "interacci¨®n de varios centros", con tradiciones culturales distintas ("la modernidad y la vanguardia son hijas del desarraigo"). Tambi¨¦n rompen "las formas establecidas de pr¨¢cticas art¨ªsticas", frente al dominio de la pintura y escultura, y la integraci¨®n del artista en la sociedad, convertidos en "agentes esenciales del cambio hist¨®rico de car¨¢cter radical, en un mundo nuevo y de un hombre nuevo, en el contexto de la revoluci¨®n de los movimientos filos¨®ficos y literarios".

Llorens cree que la exposici¨®n refleja "las propuestas m¨¢s brillantes y encendidas que se han dado en la historia de la humanidad de la ¨¦poca moderna", pero tambi¨¦n muestra "el destino triste y tr¨¢gico de esa aventura, el final de la esperanza con la consolidaci¨®n de la dictadura personal de Stalin a partir de 1930". Opina que en la historiograf¨ªa del siglo XX, el estudio de las vanguardias rusas "est¨¢ muy abierto", con nuevas valoraciones e interpretaciones, como la evoluci¨®n de Mal¨¦vich, el papel de Chagall y la figura de Fil¨®nov.