V¨ªctimas en congreso
Las v¨ªctimas del terrorismo no quieren "ni venganza ni revancha", sino que "las generaciones futuras no tengan que padecer lo que hemos padecido", afirma en una de sus conclusiones el manifiesto que aprobar¨¢ hoy el Tercer Congreso Internacional sobre V¨ªctimas del Terrorismo, inaugurado ayer en Valencia por los pr¨ªncipes de Asturias. Las asociaciones representadas en la reuni¨®n han decidido presentar el mismo manifiesto que se aprob¨® en los dos anteriores congresos. Porque sus conclusiones sobre valores compartidos y peticiones a los Gobiernos y organismos internacionales siguen siendo v¨¢lidas; pero quiz¨¢s tambi¨¦n porque la controversia actual sobre el fin de ETA podr¨ªa dificultar unas conclusiones un¨¢nimes.
Dos tercios de los 350 participantes son v¨ªctimas directas o familiares de alguna de las 830 personas asesinadas por ETA. Hasta finales de los ochenta, 20 a?os despu¨¦s de sus primeros atentados, las v¨ªctimas de ETA estuvieron ausentes del escenario p¨²blico, pese a que entre 1978 y 1987 hab¨ªa asesinado a 518 personas, es decir, una por semana. Estudios acad¨¦micos recientes han tratado de descifrar las razones de ese desfase de 20 a?os. La principal fue el miedo paralizante de muchas personas -incluyendo amigos, vecinos, parientes- a ser p¨²blicamente identificados con las v¨ªctimas.
Contra lo que a veces se dice, el terrorismo de ETA ha sido bastante selectivo: ha perseguido a las personas que por sus ideas o por su deber p¨²blico se han opuesto a los designios de la banda. Merecen por ello el reconocimiento de esa misma sociedad que los terroristas tratan de sojuzgar. ?sa ha sido la reivindicaci¨®n primera de las asociaciones de v¨ªctimas surgidas en los ¨²ltimos a?os: el reconocimiento de la significaci¨®n social de las v¨ªctimas. Y la segunda, la exigencia de que se guarde memoria de ellas, se rechacen las justificaciones de los terroristas y se haga justicia.
En la hip¨®tesis de un di¨¢logo destinado a hacer irreversible el fin de ETA, la voz de las v¨ªctimas debe ser tenida en cuenta tanto por el Gobierno como por la oposici¨®n. Pero eso no deber¨ªa convertir a las asociaciones que las representan en mero eco de las posiciones pol¨ªticas de los partidos, de un partido contra otro. Al rev¨¦s: deber¨ªan utilizar su influencia social para exigir que cese la dial¨¦ctica sectaria que mantiene enfrentados a PP y PSOE sobre la base de simplificaciones insidiosas. A la vista de las declaraciones de algunos de los organizadores o invitados al congreso, el presidente del Gobierno ha preferido expresar su identificaci¨®n con las v¨ªctimas por v¨ªas diferentes a su presencia en ese c¨®nclave. Pero no es seguro que haya elegido el mejor camino, ni que el mensaje que hayan recibido las v¨ªctimas sea el m¨¢s reconfortante.
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