Respuesta a Az¨²a
Sostiene F¨¦lix de Az¨²a, en un art¨ªculo publicado en su peri¨®dico el pasado viernes, que el Estado es un fantasma cuya reforma lleva pendiente desde los Austrias. Comenta el escritor dos ejemplos de mal funcionamiento de la Administraci¨®n, a trav¨¦s de su experiencia personal y la de un amigo. Comparto con el autor el deseo de contar con una buena Administraci¨®n P¨²blica, y confieso que coincido con ¨¦l en la preocupaci¨®n que producen ambos casos.
Sin embargo, como funcionario y como ministro actual de la materia, no puedo dejar de se?alar tambi¨¦n mis discrepancias. Porque, del mismo modo que la existencia de dos o algunos libros m¨¢s de baja calidad no puede servir para confirmar una crisis de la literatura espa?ola, no creo sinceramente que algunos problemas que a¨²n arrastramos, entre los que se cuentan los que se?ala el autor, puedan utilizarse para hacer una cr¨ªtica global al estado de la Administraci¨®n espa?ola.
Llevamos muchos a?os en los que poner en cuesti¨®n lo p¨²blico se ha convertido en un t¨®pico bastante extendido, que ha dado como resultado una escasa inversi¨®n presupuestaria y un m¨¢s que discreto af¨¢n renovador de los m¨¦todos de gesti¨®n. Esta situaci¨®n explica el que sigan los desconchones en el edificio de la Administraci¨®n, como los que narra el se?or de Az¨²a, o que incluso se hayan agrandado.
Se?ala el autor que en la Administraci¨®n da la sensaci¨®n de que nadie se siente responsable de nada. En solucionarlo andamos los que queremos que los ciudadanos valoren su Administraci¨®n. Por eso hemos promovido la Ley de Agencias, actualmente en tr¨¢mite parlamentario, que establecer¨¢ contratos de gesti¨®n y la responsabilidad ineludible de sus directivos. La futura Agencia de Evaluaci¨®n de Pol¨ªticas P¨²blicas y Calidad de los Servicios introducir¨¢ otra importante novedad, como es la evaluaci¨®n continua de los resultados de la gesti¨®n p¨²blica.
Es cierto que hay ¨¢reas en las que el servicio que se presta no est¨¢ a la altura de lo que merecen los ciudadanos. Pero las mejoras introducidas en las ¨²ltimas d¨¦cadas han permitido que tambi¨¦n dispongamos de servicios modernos y eficaces. La Administraci¨®n Tributaria o la Seguridad Social est¨¢n a la vanguardia entre los pa¨ªses de nuestro entorno. Nuestro Sistema Nacional de Salud es equiparable al de los pa¨ªses m¨¢s avanzados. En poco m¨¢s de dos d¨¦cadas, el Estado ha registrado una transformaci¨®n espectacular, con la extensi¨®n y la creaci¨®n de nuevos derechos y servicios, y despu¨¦s de un intenso proceso de descentralizaci¨®n. Las nuevas tecno-
log¨ªas han acelerado el ritmo de las mejoras, y los espa?oles pueden ya pagar sus impuestos o inscribirse en algunas oposiciones por Internet. Espa?a ser¨¢ uno de los primeros pa¨ªses en contar con el DNI electr¨®nico, lo que sin duda ser¨¢ un paso decisivo para nuestra modernizaci¨®n.
La tecnolog¨ªa permite poner al ciudadano en el centro de atenci¨®n de las actuaciones de la Administraci¨®n, as¨ª como ofrecerle servicios de calidad las 24 horas del d¨ªa, donde y como quiera recibirlos, sin colas ni esperas. En suma, podemos ponernos cada vez m¨¢s a la altura de las necesidades de los usuarios y organizarnos para satisfacerlas, una utop¨ªa que cada vez est¨¢ m¨¢s al alcance de la mano. Para ello necesitamos fondos suficientes, impulso pol¨ªtico, buena gesti¨®n, y tambi¨¦n cr¨ªticas que nos se?alen las deficiencias y que nos ayuden a ordenar las prioridades.
?stas son nuestras intenciones para convertir la Administraci¨®n que nos ha quedado, tras los cambios y la descentralizaci¨®n de las ¨²ltimas d¨¦cadas, en la Administraci¨®n que necesitamos y que exigen los ciudadanos. Tambi¨¦n la Administraci¨®n que queremos, porque creemos en lo p¨²blico como garant¨ªa y promoci¨®n de nuestros derechos y libertades, y por eso apreciamos que todos estemos dispuestos a colaborar, desde una postura u otra, en mejorarla. Espero que, cuando acabemos de llevar a la pr¨¢ctica las medidas que estamos impulsando, el se?or de Az¨²a pueda escribir que el Estado ha dejado de ser un "fantasma".
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