Lydia Delgado triunfa por la puerta grande del estilo
Nace una nueva asociaci¨®n de dise?adores inspirada por los j¨®venes
La ¨²ltima jornada de Cibeles en Ifema con los desfiles dobles de los llamados dise?adores emergentes fue, como se esperaba, una miscel¨¢nea irregular donde hubo brillos y quebrantos, a veces con deslumbrantes aciertos, como Juanjo Oliva con su canto a lo cl¨¢sico, Carlos D¨ªez con su talento nato para la reconversi¨®n de los est¨¢ndares o Anke Schl?der aportando la idea de una neocostura l¨ªrica y colorista. El cierre de Lydia Delgado no era otro que el que merec¨ªa esta edici¨®n de Cibeles, caracterizada por la renovaci¨®n y la calidad, donde no ha faltado ni la sorpresa del nacimiento de la nueva asociaci¨®n AD?, auspiciada por los m¨¢s j¨®venes.
Anke Schl?der estuvo muy controlada, pensando en el mercado
Jos¨¦ Luis Azn¨¢rez y Olga R¨ªos trabajan la piel, pero ninguno de los dos tiene un gusto contempor¨¢neo aceptable. Despu¨¦s hubo una verdadera redenci¨®n, un b¨¢lsamo de calidad con Carmen March y Juanjo Oliva. La primera, con su reinterpretaci¨®n profana del abrigo loden austriaco (con esa misma lana hizo pantalones y vestidos); era llevarlo al l¨ªmite expresivo, tal como lo luci¨® Eugenia Silva: m¨¢s trapezoidal y proyectado hasta los pies, una manera de ruptura umbilical. Su compa?ero de desfile, Juanjo Oliva, con factura parisiense y tentando el sue?o de la costura, se lanz¨® de entrada al vestido de lujo con un primer pas de quatre espectacular: cuatro trajes color champ¨¢n, donde evocaba l¨ªneas y siluetas de anta?o que hoy son tan necesarias como siempre. Era el aperitivo de su trabajo de invenci¨®n, que ha dejado atr¨¢s esnobismos t¨ªpicos del debutante. Oliva us¨® el astrac¨¢n decolorado como material dif¨ªcil de someter. Su concepto particular del volumen lo lleva a plegar y pinzar en ondas limpias, a buscar un combate con lo formal desde dentro y con un estilismo que a?ade canallismo.
Despu¨¦s vino una pesadilla doble en el desfile de Juana Mart¨ªn y Mar¨ªa Lafuente, ambas err¨¢ticas y fuera de control. La primera, sin la menor modestia, con orquesta para ver los ecos mal asimilados de los Victorio & Lucchino de hace m¨¢s de 15 a?os en colores inapropiados y hechuras dom¨¦sticas. ?Hasta una tela William Morris desacralizada en volantes! Ese impudor material, con brillos, no es de recibo.
Mar¨ªa Lafuente tampoco va con buen rumbo. Sus pretensiones de refinar el desfile con una bailarina de ballet en puntas que no tiene buenos pies ni sabe bailar era desastroso, lo mismo que sus salidas, cada una sin tener que ver con la otra, como un muestrario de recurrencias accidental y mal hecho. Ninguna de las dos tiene lugar en Cibeles, y en esta edici¨®n, menos.
Anke Schl?der estuvo muy controlada, pensando en el mercado. Plisados, recortes, jarreteado, aplicaciones con recamados: recursos hacen su estilo, una neocostura tierna y pensada que no puede calificarse de barroca.
Carlos D¨ªez (premio L'Oreal)manipul¨® los vaqueros Lois y las zapatillas Converse hasta llevarlos a su terreno con gran altura y creatividad. Us¨® del vinilo negro con inquietantes legs.
Lydia Delgado se inspira en su amada Londres, y as¨ª ha dado una muestra de madurez y casi genialidad en su estilo, de poes¨ªa femenina, de gui?o c¨®mplice de ojo izquierdo. En negro, bordado con cristal mate y azabaches, pasamaner¨ªa italiana, costura de detalle, siluetas evocadoras del art d¨¦co, un recuerdo a Christian Dior en el arco bomb¨¦e. Trajes rojo sangre que retratar¨ªa Lempika, tablillas que dan una falsa inocencia, abrigos envolventes y con aplicaciones sutiles de metal, botas y pantal¨®n de montar como los de las amigas m¨¢s finas de Djuna Barnes: un mundo perfectamente hilado entre la cultura y la alta moda que deja un dulce sabor reivindicativo del buen dise?o.
Por otra parte, desde hace dos d¨ªas circula en Cibeles una carta y una chapa solapera con unas siglas, AD?: es el primer asalto medi¨¢tico de la nueva Asociaci¨®n de Dise?adores Nacionales de moda de espa?a (la sigla pone min¨²sculas en moda y Espa?a: por algo ser¨¢). La fundan, entre otros, Locking Shocking, Antonio Alvarado, Carlos D¨ªez, Ion Fiz, Juanjo Oliva y Rocabert. Su prop¨®sito: una gran plataforma abierta para converger con inquietudes renovadoras sin prejuicios de procedencia ni rangos sociales. Suena bien.
Babelia
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