El alcalde embajador
Francisco V¨¢zquez, alcalde de A Coru?a durante 23 a?os, asegura que, en el Vaticano, ir¨¢ "despacito"
Siete de la tarde del mi¨¦rcoles 15 de febrero. En el sal¨®n de plenos del Ayuntamiento de A Coru?a no cabe un alfiler. Los poderes f¨¢cticos han venido a arropar al ex presidente de la Xunta, Manuel Fraga, investido a sus 83 a?os como caballero de honor de la Orden de Mar¨ªa Pita. El maestro de ceremonias es el alcalde de la ciudad, el socialista Francisco V¨¢zquez, con 23 a?os al frente del Consistorio, una instituci¨®n en la ciudad y en la pol¨ªtica gallega. V¨¢zquez se deshace en elogios -una vez m¨¢s- hacia un pol¨ªtico por el que dice sentir "profundo afecto", y Fraga le responde con igual cortes¨ªa. Pero el alcalde parece algo ausente. Hasta que el veterano l¨ªder le llama "embajador".
Para el presidente de la Diputaci¨®n, "V¨¢zquez no es acomodaticio, y eso puede ser molesto"
Hace apenas una semana de su nombramiento. El presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero le ha elegido a ¨¦l, cat¨®lico, antiabortista, que no vot¨® la ley del matrimonio gay, para recomponer la trama rota de las relaciones Espa?a-Vaticano. Todo un reto. "En el Vaticano habr¨¢ que ir muy despacito", dice sonriendo. Pero el reto le gusta. Le gusta Roma, le gusta el Vaticano. Y le gusta el Palacio de Espa?a. A V¨¢zquez se le ve exultante. "Al principio me cost¨® decidirme", explica tras el solemne acto. A su alrededor deambulan con una copa en la mano personajes que no desentonar¨ªan en la Embajada romana. Junto al poder financiero de la ciudad -presidentes de Caixa Galicia, del Banco Pastor, de la Confederaci¨®n de Empresarios Gallegos...- se ven caballeros y damas de la Orden de Mar¨ªa Pita envueltos en largas capas.
Paco V¨¢zquez tambi¨¦n va impecable. Traje negro, corbata roja, el pelo oscur¨ªsimo, pese a esos 60 a?os que cumplir¨¢ en abril. A su alrededor hay consenso total sobre lo oportuno de su nombramiento. Para sus colaboradores, porque empezaba a aburrirse en una ciudad en la que ya "lo hizo todo". Para el BNG, porque es una tabla de salvaci¨®n, ahora que su imagen "empezaba a empa?arse" a ra¨ªz de las ¨²ltimas informaciones period¨ªsticas sobre los negocios de su familia. Y para sus compa?eros del PSdeG, porque la cuerda estaba ya muy tensa entre V¨¢zquez y el presidente de la Xunta, Emilio P¨¦rez Touri?o.
"Todo eso es absurdo", rebate su amigo el presidente socialista de la Diputaci¨®n de A Coru?a, Salvador Fern¨¢ndez Moreda. "Nuestras encuestas dan nueva mayor¨ªa a Paco. Y lo que se ha publicado no tiene sentido. ?l viene de una familia bastante acomodada, su padre era tambi¨¦n inspector de Trabajo y ten¨ªan terrenos. La familia de su mujer tiene una empresa metal¨²rgica desde principios del siglo XX. Si ahora ha comprado otra, ?por qu¨¦ va a ser ilegal?". Moreda se refiere a Iglevaz. La sociedad creada por el presidente de la patronal gallega, Antonio Fontenla, hoy de la esposa y los hijos del alcalde, que est¨¢ dando que hablar. Iglevaz (fusi¨®n del apellido V¨¢zquez con el de su mujer, De la Iglesia) controla el 50% de Hidroel¨¦ctrica de Arnoya, con intereses en parques e¨®licos y generaci¨®n hidroel¨¦ctrica.
La Opini¨®n, un peque?o diario que naci¨® en 2000, propiedad de los editores del Faro de Vigo, es el que ha publicado con gran despliegue datos de la compa?¨ªa. ?Por qu¨¦ emprenderla con V¨¢zquez? "Cuando llegamos a A Coru?a hab¨ªa una situaci¨®n de una cierta asfixia informativa. Circulaban rumores sobre el alcalde, pero nunca se publicaban", dice Francisco Orsini, director del rotativo. Su diario decidi¨® hacerlo para regocijo del BNG. Primero publicaron que un premio supuestamente otorgado por la ONU a la ciudad, ejemplo de sostenibilidad medioambiental, era un premio privado "con s¨®lo un patrocinio nominal del organismo", recuerda Orsini. Luego, examinaron con lupa cada movimiento del alcalde. Negocios familiares, compra de una casa. Pero, hasta ahora, las querellas las ha puesto V¨¢zquez, que ha salido airoso en los tribunales. Y ni siquiera el Bloque parece tan cr¨ªtico en esta materia. "No le hemos acusado de corrupci¨®n. Lo que le hemos dicho es que hace un urbanismo que fomenta la especulaci¨®n", precisa el nacionalista Ant¨®n Losada, secretario general de Relaciones Institucionales de la Xunta. Losada, de 39 a?os, no tiene inconveniente en elogiar las "pol¨ªticas sociales" desarrolladas por V¨¢zquez en A Coru?a. "Las escuelas ten¨ªan Internet gratis hace 15 a?os, cuando no lo hab¨ªa en ning¨²n sitio". Por no hablar de su encanto personal. Ya se sabe. Al enemigo que huye, puente de plata. "No. Para el Bloque han sido siempre irrelevantes sus salidas. Los problemas los tendr¨ªa Touri?o", a?ade. La enemistad entre ambos dirigentes -el guerrista V¨¢zquez y el zapaterista Touri?o- no ha sido un secreto para nadie. Pero parte de la acritud procede de las cr¨ªticas de V¨¢zquez al Bloque, aliado actual del PSdeG. Las cosas llegaron a tal punto que, en 2000, Touri?o le amenaz¨® con la expulsi¨®n, porque su actitud no era "compatible con la militancia". Aquel a?o, el alcalde de A Coru?a declar¨®, por ejemplo: "Es m¨¢s lo que nos une al PP que al Bloque". Los nacionalistas no le perdonan muchas cosas. Por ejemplo, que tras la cat¨¢strofe del Prestige se atreviera a acusar a Nunca M¨¢is de estar dirigido por "radicales e independentistas". O que defendiera a Fraga y cediera el Ayuntamiento para que Aznar celebrara un Consejo de Ministros. El ex presidente le concedi¨® despu¨¦s la Gran Cruz de Isabel la Cat¨®lica.
Y si en su partido actos as¨ª levantaban ampollas, en A Coru?a su popularidad crec¨ªa. Su historia de amor con la ciudad comenz¨® en 1982 cuando se elige Santiago como sede de las instituciones auton¨®micas. V¨¢zquez lo asume como una afrenta y se pone a la cabeza de la manifestaci¨®n. Desde entonces ha ganado siempre en las urnas. "Resucit¨® una especie de coru?esismo", dice Orsini. "Muchos de sus votantes son de derechas", apostilla Losada. V¨¢zquez ha coronado el paseo Mar¨ªtimo -una de las grandes obras de su gesti¨®n- con una gigantesca bandera espa?ola, escoltada d¨ªa y noche por la polic¨ªa.
"Paco defendi¨® a los trabajadores de Astano cuando era inspector de Trabajo y consigui¨® con eso un prestigio enorme", recuerda Moreda. "?l no es acomodaticio. Es un hombre de convicciones, y gente as¨ª siempre es un poco molesta". Si Astano le sirvi¨® para ganarse a la izquierda, su simpat¨ªa y su espa?olismo sin complejos le sirvieron para ganarse a una ciudad amable y conservadora. Tampoco tuvo dificultad para ganarse a banqueros y empresarios.
Con todos estos ingredientes -y su catolicismo ferviente- se forj¨® el vazquismo, un socialismo heterodoxo que no renuncia a nada. "Va a los homenajes republicanos, pero ha dejado el callejero franquista", sintetiza un periodista local. Defendi¨® el uso de La Coru?a frente a A Coru?a, pero se cas¨® en gallego.
El nuevo embajador es, desde luego, un hombre seguro de s¨ª mismo. Por eso, Jos¨¦ Antonio Folgueira, presidente de las asociaciones de vecinos, se declara un poco exageradamente "traumatizado": "Ha hecho una gran labor aqu¨ª, f¨ªjese en el important¨ªsimo puerto exterior". El puerto, la gran obra, "est¨¢ ya encarrilada", dice el alcalde, y eso le da tranquilidad a la hora de la despedida. Pero todav¨ªa es una empresa en entredicho. No s¨®lo por el coste -630 millones de euros-, sino por la enorme dificultad t¨¦cnica. Desde que se iniciaron las obras, ha habido ya tres trabajadores muertos. Los dos ¨²ltimos, el lunes pasado, cuando una ola brutal les arrastr¨® mar adentro. Ese d¨ªa, el alcalde estaba en Madrid recibiendo instrucciones y papeles "con el sello de confidencial" que ilustran la situaci¨®n de las relaciones con la Santa Sede. A veces han fallado los gestos. Por ejemplo, "Aprobar la ley del matrimonio gay dos d¨ªas despu¨¦s de la elecci¨®n del Papa". No ser¨¢ f¨¢cil su tarea en la Santa Sede. Porque, reflexiona en el Sal¨®n Dorado del Ayuntamiento: "Yo solo no podr¨¦ hacer mucho". Lo importante seguir¨¢ siendo la pol¨ªtica del Gobierno.
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