El cambio clim¨¢tico amenaza con poner fin al desarrollismo urban¨ªstico
Proyectos en el Pirineo o de campos de golf no prev¨¦n la subida de las temperaturas
Veranos con temperaturas agobiantes, escasez de agua, monta?as con poca nieve. Las previsiones sobre el cambio clim¨¢tico presentan un panorama preocupante para el ¨¢rea mediterr¨¢nea, Catalu?a incluida. "Se trata de una de las amenazas m¨¢s graves a las que nos enfrentamos", afirman Carles Gracia y Santi Sabat¨¦, investigadores de la Universidad de Barcelona. Los cient¨ªficos creen que sectores enteros como el turismo pueden resultar malparados, y critican con contundencia que se contin¨²en elaborando grandes proyectos urban¨ªsticos sin contar con los escenarios de cambio previstos.
Para comprender mejor el panorama que se avecina, Carles Gracia propone el siguiente ejercicio: "Que la gente coja el coche y se desplaze unos centenares de kil¨®metros al sur. A lo largo de este siglo, el paisaje de Girona se transformar¨¢ en el que tiene actualmente Tarragona. El de Tarragona se parecer¨¢ al de Alicante, y este ¨²ltimo al de Almer¨ªa". Es una manera de visualizar c¨®mo las condiciones de aridez caracter¨ªsticas del sur se desplazar¨¢n velozmente hacia el norte en los pr¨®ximos a?os. Pero en realidad se trata de un cambio que ya ha empezado. "Catalu?a es hoy un 15% menos h¨²meda que hace un siglo", afirma Carles Gracia apoy¨¢ndose en los datos que el Observatorio del Ebro lleva recogiendo desde 1900 en Roquetes (Baix Ebre).
Carles Gracia y Santi Sabat¨¦ han participado en un estudio realizado por 35 cient¨ªficos europeos y publicado en la revista Science sobre las previsiones de cambio en Europa. De acuerdo con este trabajo, la temperatura media aumentar¨¢ entre dos y m¨¢s de cuatro grados hacia el a?o 2080. Al aumento de calor, se a?adir¨¢ una disminuci¨®n de las precipitaciones en el ¨¢rea mediterr¨¢nea, sobre todo en verano. Va a llover entre el 7% y el 25% menos, y lo har¨¢ de forma peor repartida.
El aumento de temperatura tambi¨¦n comportar¨¢ que los vegetales transpiren m¨¢s, y esto har¨¢ que disminuya la cantidad de agua disponible para los r¨ªos. Tambi¨¦n nevar¨¢ menos, y lo har¨¢ a cotas m¨¢s altas.
Todo indica que la industria del turismo est¨¢ seriamente amenazada. "Vamos hacia unas condiciones de calor y de sequ¨ªa que van a ser muy inc¨®modas para el turista est¨¢ndar", afirma Carles Gracia. El Ministerio de Medio Ambiente llegaba a la misma conclusi¨®n en un informe en el que afirma: "Los turistas pueden cambiar la direcci¨®n de sus visitas hacia otros lugares, y los estranjeros, quedarse en sus propios pa¨ªses". Tambi¨¦n se considera necesaria "la reconversi¨®n de determinados destinos y productos tur¨ªsticos tradicionales".
Sube la cota de nieve
Por su parte, el Informe sobre el cambio clim¨¢tico en Catalu?a, promovido por la Generalitat, considera que los impactos m¨¢s importantes recaer¨¢n sobre el turismo de invierno y, en relaci¨®n con el esqu¨ª, "se podr¨ªa llegar a producir el abandono de parte de las instalaciones actuales". El informe publicado en Science considera que la cota de nieve en los Alpes ascender¨¢ entre 300 y 450 metros en este siglo, lo cual comportar¨¢ una reducci¨®n del ¨¢rea esquiable en Suiza del orden del 60% al 80%.
Ante este panorama, Carles Gracia y Santi Sabat¨¦ se preocupan por la falta de lucidez de muchos promotores econ¨®micos. "En el Pirineo hay varios proyectos fara¨®nicos vinculados al esqu¨ª que prev¨¦n recuperar la inversi¨®n dentro de 20 a?os. Son proyectos que ignoran que dentro de 20 a?os habr¨¢ menos nieve, durar¨¢ menos tiempo y ser¨¢ mucho m¨¢s costoso fabricarla. Lo m¨ªnimo que deber¨ªamos pedir a los promotores es que defiendan el valor de su inversi¨®n, pero ignoran lo que nos espera", afirma Carles Gracia. En la misma l¨ªnea, afirma: "Me horroriza leer que en un pueblo de Murcia se est¨¢ discutiendo la creaci¨®n de ocho campos de golf y de una urbanizaci¨®n para 50.000 personas. Son promociones que comportar¨ªan un consumo lujurioso de agua en una zona donde no la hay".Carles Gracia recuerda que las urbanizaciones son "muy ineficientes" en el consumo de agua, con gastos que f¨¢cilmente ascienden a 450 litros por persona y d¨ªa -"el triple que en las zonas urbanas", precisa-, y que los campos de golf pueden requerir del orden de 1.000 litros por metro cuadrado para mantener su verdor.
El estudio publicado en la revista Science prev¨¦ que la cantidad de agua disponible en el suelo disminuya mucho en el futuro en la mayor parte de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Pero esta previsi¨®n contrasta con la gran cantidad de proyectos urban¨ªsticos que afectan a casi toda la costa. Santi Sabat¨¦ cree que "es como m¨ªnimo sorprendente que exista este desarrollismo sin tener en cuenta la limitaci¨®n de los recursos disponibles. Debemos aceptar que estamos limitados por el agua y no la podemos malgastar construyendo m¨¢s urbanizaciones, campos de golf y proyectos tur¨ªsticos".
Carles Gracia se muestra seriamente preocupado: "Hay una opci¨®n de los dirigentes hacia todo lo que sea desarrollo: urbanizaci¨®n, construcciones, autopistas, etc¨¦tera, en detrimento de la conservaci¨®n del entorno, que aparece como una idea rom¨¢ntica. Esta mentalidad debe cambiar".
Desplazamientos
Gracia sostiene: "Si no hacemos frente a los efectos adversos del cambio clim¨¢tico, pagaremos las consecuencias. Y no se trata s¨®lo de su efecto sobre el turismo".
El ¨²ltimo informe de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas predice que en las pr¨®ximas dos d¨¦cadas habr¨¢ 50 millones de personas desplazadas en el mundo como conscuencia de los efectos adversos achacables directamente al cambio clim¨¢tico. Todo hace pensar que la presi¨®n de inmigraci¨®n hacia Europa va a aumentar mucho por esta circunstancia.
?C¨®mo se debe afrontar todo esto? En opini¨®n de Santi Sabat¨¦, hay que poner en cuesti¨®n el mismo concepto del crecimiento que manejan los economistas: "Las medidas del planeta son las que son. No podemos seguir creciendo indefinidamente en cantidad, sino que deber¨ªamos crecer en eficiencia y en calidad. Pero los economistas est¨¢n muy anclados en la idea del crecimiento como objetivo finalista".
"Paliar los efectos adversos del cambio clim¨¢tico consiste en sentarse a pensar y ponerse las pilas", sostiene Carles Gracia. "Y esto es dif¨ªcil. Si un concejal de un pueblo se opone a un proyecto de urbanizaci¨®n, se le acusa de estar en contra del desarrollo del pueblo, cuando precisamente es lo contrario."
La soluci¨®n a este c¨ªrculo perverso parece radicar en la informaci¨®n. "Esto s¨®lo se puede cambiar con informaci¨®n. Los cient¨ªficos tenemos una gran responsabilidad para lograr un cambio en la mentalidad de la gente", asegura Carles Gracia.
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