El director de Do?ana alerta de la "alta" posibilidad de que la gripe aviar llegue al parque
Larramendi destaca que las administraciones est¨¢n coordinadas para combatir el virus
"Realmente no sabemos qu¨¦ es lo que va a pasar. Pero todos los indicios apuntan a que cabe una posibilidad muy alta de que llegue a aparecer alg¨²n caso [de ave infectada con el virus de la fiebre aviaria] en Do?ana", dijo ayer el director del parque nacional, Alberto Ruiz de Larramendi. El responsable del parque asegur¨® tambi¨¦n que ya se est¨¢ trabajando como si la llegada del virus fuese un hecho cierto. "Es decir, estamos intentando tener todos los sistemas a punto, por si en un momento dado llega a producirse esta casu¨ªstica", dijo Larramendi.
Con la idea de mostrar los trabajos de vigilancia y prevenci¨®n de las administraciones, Larramendi convoc¨® ayer a los medios de comunicaci¨®n al parque que ¨¦l dirige.
Los cient¨ªficos necesitan ser fatalistas para prever todos los escenarios de una posible epidemia v¨ªrica. El caso de la gripe aviaria no es distinto. "A ver si tenemos suerte y no se produce. Pero si ocurre, desde luego no nos va a pillar sin preparaci¨®n y buena coordinaci¨®n entre las distintas administraciones", vaticin¨® Ruiz de Larramendi.
Y es que, como record¨® el director de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana, Fernando Hiraldo, "desde la ciencia siempre se ha trabajado en el peor de los escenarios, como se est¨¢ haciendo desde el Ministerio de Agricultura o desde el de Medio Ambiente".
La variante v¨ªrica m¨¢s letal de la gripe aviaria es el H5N1. Ayer, el Gobierno alem¨¢n declar¨® zona catastr¨®fica una parte del pa¨ªs a la que ha llegado el virus. Si la fatalidad se torna en aves muertas y el H5N1, o cualquier otro virus de la familia, aterriza en Do?ana, ?qu¨¦ se har¨¢? "Despu¨¦s de tomar la muestra a un ave, se le suelta, tras haberla anillado. Si le encontr¨¢ramos virus y la volvi¨¦semos a capturar, se la pondr¨ªa en una bolsa sellada y se mandar¨ªa r¨¢pidamente al Laboratorio Central de Veterinaria. Si el animal est¨¢ muerto, se manda directamente", dijo Hiraldo
No al sacrificio masivo
El director del Centro Biol¨®gico, dependiente del Centros Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), descart¨® el sacrifico masivo de aves. "Esto es un parque nacional, si se encuentra un animal enfermo se sacrifica s¨®lo ese ave (...) Lo que hay que hacer es mantener las aves silvestres separadas de las de corral. ?se es el reto".
La toma de muestras de mucosa del pico, sangre y cloaca se presenta como la principal arma de los investigadores para la detecci¨®n precoz de aves portadoras del virus. La fiebre aviaria es una infecci¨®n que avanza inexorable, siguiendo las rutas de las migraciones.
En tres a?os ha saltado del sureste asi¨¢tico a Europa y ?frica, y la pen¨ªnsula Ib¨¦rica podr¨ªa ser una de sus pr¨®ximas paradas. Do?ana es, precisamente, una de las estaciones escogidas por las aves migratorias para repostar en sus viajes entre continentes. "Ahora que empieza a intensificarse la migraci¨®n (...) todo el sistema de la Estaci¨®n Biol¨®gica, el parque nacional y el parque natural incrementar¨¢n sustancialmente las tasas de muestreo, especialmente a partir del 15 de marzo", explic¨® el director de la Estaci¨®n Biol¨®gica. "Las especies que analizaremos son las que, ya sabemos que son m¨¢s susceptibles a ser infectadas, son todas especies cercanas al agua; las que se alimentan de otras aves; o las especies que proceden de ?frica. Pero no podemos olvidar a las sedentarias", zanj¨® Hiraldo.
Para intensificar los sistemas de detecci¨®n, Larramendi explic¨® que en el parque de Do?ana, adscrito al Ministerio de Medio Ambiente, se han organizado 12 rutas a caballo por las marismas, con una longitud total de 211 kil¨®metros, que ser¨¢n recorridas cada 15 d¨ªas. Seg¨²n c¨¢lculos del parque, con los itinerarios podr¨¢n prospectarse un 20% de la superficie inundada en estos momentos.
El parque nacional cuenta con ocho zonas h¨²medas designadas por el Ministerio de Agricultura en noviembre pasado como ¨¢reas de especial vigilancia y control. Fernando Ortega, jefe del Servicio de Conservaci¨®n de Flora y Fauna de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, asegur¨® que se han realizado 3.139 muestras en los 16 humedales de Andaluc¨ªa. Seg¨²n Ortega, esto supone un 700% m¨¢s de lo previsto en el plan nacional contra la gripe aviar.
Uno de los mayores riesgos es que la infecci¨®n del virus llegue a las granjas av¨ªcolas. Por eso, el trabajo de campo se realiza tambi¨¦n en las explotaciones comerciales. Desde el a?o pasado, se han realizado 2.477 muestras en 243 fincas andaluzas de aves de 90 municipios. "La vigilancia se centra en los humedales, especialmente desde la orden de noviembre del a?o pasado", explic¨® Juan Luis Maldonado, jefe de Servicio de Sanidad Animal de la Consejer¨ªa de Agricultura.
Maldonado tambi¨¦n se refiri¨® a las estrategias para mantener separadas a las aves silvestres de las enclaustradas en corrales. En el caso de las aves de corral, si se produjese una infecci¨®n, el plan de actuaci¨®n de la consejer¨ªa s¨ª contempla los sacrificios masivos de ejemplares y la eliminaci¨®n de cad¨¢veres.
Muestreo en la marisma
Los periodistas que ayer acudieron al parque nacional tuvieron su momento de excursi¨®n. Trasladados en jeeps hasta el Palacio de Do?ana, presenciaron en directo c¨®mo se realizan las recogidas de muestras de las aves. En este caso, unos patos. Cuatro investigadores, enfundados en trajes protectores blancos y con mascarillas en el rostro, proced¨ªan a extraer la sangre de los animales, heces de la cloaca y mucosa de los picos. "Estas operaciones las realizamos en las lindes entre el matorral y la marisma, que son las ¨¢reas ideales. (...) Son las zonas habituales de seguimiento, las que sabemos que son m¨¢s apetecibles para ellos", explicaba Ram¨®n Soriguer, investigador del Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). Se trata de una labor que los cient¨ªficos realizan habitualmente en el marco de sus propias investigaciones, pero que ahora, con la fiebre aviaria llamando a la puerta, intensifican.
Las aves son capturadas en trampas flotantes especiales, con cebos en su interior. Una vez que entran all¨ª, no pueden salir. Algunos ejemplares permanec¨ªan todav¨ªa dentro, a la espera de pasar por el proceso. "Por favor, no os acerqu¨¦is demasiado al la orilla, que se ponen nerviosos", advert¨ªa Soriguer. Una vez que termina la recogida de muestras, los patos son anillados y soltados de vuelta a la marisma. Sin ning¨²n da?o.
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