?Prudencia?

A ese t¨¦rmino se refieren quienes acobardados ante las manifestaciones de barbarie que se han sucedido en algunos pa¨ªses, protagonizadas por minor¨ªas, pretenden que ahora toca ser exquisitos en todo lo que afecte a la imagen de ¨¢rabes y musulmanes en nuestras falles.

Y, claro, tanto descaro no puede ser cre¨ªble, porque uno se pregunta ?desde cu¨¢ndo esos monumentos de la libertad de expresi¨®n que han sido, son y todav¨ªa quieren ser las Falles se han mostrado remilgadas o prudentes frente a pol¨ªticos, millonarios, curas, homosexuales, alcaldes o alcaldesas, vascos, catalanes, jeques del petr¨®leo, presidentes de EE UU, franceses, turistas, toreros, astronautas, porteros de f¨²tbol, labradores, cofrad¨ªas p¨ªas, obispos atrevidos, negocios redondos o qui¨¦n sabe qu¨¦ colectivos objetivo de la acidez del cart¨®n al pl¨¢stico?

?A cu¨¢ntos colectivos habr¨ªa que blindar ante la s¨¢tira para que todos nos sinti¨¦ramos respetados por la expresi¨®n m¨¢s jocosa de la libertad de expresi¨®n que son las falles? ?En cu¨¢ntas cabalgatas falleras en los ¨²ltimos 20 a?os han faltado jomeinis, binladens, jeques, moros machistas y dem¨¢s muestras de lo que el turmix fallero acaba convirtiendo en cart¨®n y s¨¢tira para ser quemados? ?Es que de momento hemos ca¨ªdo en la cuenta de que los l¨ªmites a la libertad de expresi¨®n deben fijarse de acuerdo con criterios de otras culturas y desprecio de nuestros debatidos y contrastados par¨¢metros? ?Cu¨¢ntos chistes de curas y monjas ser¨¢n menester para constituir un tipo penal capaz de llevarnos a la hoguera con nuestras propias carnes a cuestas? ?A qu¨¦ espera la Generalitat de Catalunya para interponer una querella por todas las desconsideraciones que se han vertido en nuestras falles sobre los catalanes? ?Podr¨ªa Pujol comprarse una dacha en alg¨²n PAI de post¨ªn con la indemnizaci¨®n que ordenase un juez por el trato de que ha disfrutado desde hace30 a?os a manos de la voracidad anticatalanista tan lamentablemente frecuente en nuestro mundo fallero? ?Qu¨¦ podr¨ªa comprar Carod con la suya?

Pat¨¦tico resulta escuchar a responsables del gremio de artistas falleros ante lo que no es sino una contaminaci¨®n de la mala gesti¨®n que en determinados medios se est¨¢ haciendo de la crisis de las caricaturas; porque, si nuestros gobernantes, y, con ellos, algunos intelectuales progres sin causa estuviesen m¨¢s atentos a mostrarse firmes en la defensa de la libertad de expresi¨®n y del paralelo relativismo que desde hace siglos damos a la cr¨ªtica de las costumbres, no se estar¨ªa proyectando un lamentable ejemplo sobre quienes s¨®lo tienen la responsabilidad de continuar con su quehacer de artistas, de cr¨ªticos de lo que ocurre.

Por supuesto que las personas merecen respeto, pero ese concepto no se predica s¨®lo porque s¨ª ni adem¨¢s de cualesquiera ideas o prejuicios, ni en t¨¦rminos extra?os a nuestros usos democr¨¢ticos, o, por lo menos, as¨ª nos lo parece a quienes han/hemos luchado durante generaciones por librarnos del pensamiento ¨²nico, de las inquisiciones, de los totalitarismos, de la censura e incluso de la autocensura.

Si fuera cierto que en la intenci¨®n de algunos responsables falleros est¨¢ aplicarse la autocensura en el tema de marras, no faltar¨¢ quien interprete que puede forrarse convirti¨¦ndose en querellante ante la libertina, mordaz y bienaventurada cr¨ªtica fallera.