La destrucci¨®n de un santuario chi¨ª dispara el temor a una guerra civil en Irak
Un grupo armado secuestra y asesina a diez egipcios y saud¨ªes encarcelados por terrorismo
No hubo muertos, pero el atentado contra la Mezquita Dorada de Samarra en la madrugada de ayer desat¨® tal reacci¨®n entre los chi¨ªes de Irak que el propio presidente, Yalal Talabani, admiti¨® el riesgo de una guerra civil. Miles de personas tomaron las calles. Grupos de exaltados atacaron 27 mezquitas sun¨ªes de Bagdad y asesinaron a tres imanes y tres fieles de esa confesi¨®n. Otros dos sun¨ªes murieron en Basora, al sur del pa¨ªs, donde 11 egipcios y saud¨ªes encerrados en una c¨¢rcel por terrorismo fueron secuestrados, y 10 de ellos asesinados.
"Este crimen horrible es una advertencia de que existe una conspiraci¨®n contra los iraqu¨ªes para desatar una guerra fraticida", declar¨® Talabani en un mensaje televisado a la naci¨®n. "Debemos trabajar juntos contra ese peligro, el peligro de una guerra civil, que es el mayor porque amenaza nuestra unidad y nuestro pa¨ªs con la devastaci¨®n", se?al¨® el presidente iraqu¨ª, un sun¨ª laico perteneciente a la minor¨ªa ¨¦tnica kurda. El primer ministro, el chi¨ª Ibrahim al Y¨¢fari, decret¨® tres d¨ªas de luto y la principal autoridad sun¨ª, el Consejo de Ulemas, conden¨® el atentado.
Al amanecer, varios hombres vestidos con uniformes de la polic¨ªa lograron reducir a los guardianes de la Mezquita Dorada y colocar las cargas explosivas que destrozaron su famosa c¨²pula. Era el revestimiento dorado de ese domo el que hab¨ªa dado el sobrenombre de Dorada a la aljama de Al Askari, uno de los principales lugares santos de los chi¨ªes, que constituyen el 60% de la poblaci¨®n iraqu¨ª. El consejero de seguridad nacional, Muafaq al Rubai, anunci¨® m¨¢s tarde la detenci¨®n de 10 personas en la propia Samarra. Tras la explosi¨®n, numerosos habitantes chi¨ªes de esa ciudad mayoritariamente sun¨ª situada a 125 kil¨®metros al norte de Bagdad se echaron a la calle para condenar el atentado, seg¨²n inform¨® la agencia Efe. Otras manifestaciones concentraron a decenas de miles de personas en varias ciudades del pa¨ªs.
"Si las fuerzas de seguridad son incapaces de asegurar la protecci¨®n necesaria, los creyentes pueden hacerlo con la ayuda de Dios", manifest¨® a trav¨¦s de un comunicado el gran ayatol¨¢ Al¨ª Sistan¨ª. No obstante, el m¨¢ximo l¨ªder espiritual de los chi¨ªes iraqu¨ªes pidi¨® contenci¨®n en las protestas. Fuera de su residencia, una multitud coreaba "?Levantaos, chi¨ªes! ?Vengaos!", relat¨® la agencia Reuters.
Dispuesto a aprovechar cualquier ocasi¨®n, el populista M¨²qtada al S¨¢der, un cl¨¦rigo de bajo rango con gran predicamento entre los desheredados chi¨ªes, anunci¨® a trav¨¦s de un ayudante que sus seguidores no van a limitarse a condenar y protestar, sino que "actuar¨¢n contra los atacantes". De hecho, su milicia, el Ej¨¦rcito del Mahdi, parece estar detr¨¢s de algunos de los ataques a 27 mezquitas y enfrentamientos con sun¨ªes que dejaron ayer seis muertos s¨®lo en Bagdad. Algunos l¨ªderes pol¨ªticos de esa comunidad pidieron protecci¨®n para sus oficinas y los barrios sun¨ªes.
En Basora, a 550 kil¨®metros al sur de Bagdad, una veintena de hombres armados asaltaron la prisi¨®n de Mina, neutralizaron a los guardias y secuestraron a once presos de nacionalidades egipcia y saud¨ª, acusados de diferentes actos terroristas, informa la agencia France Presse. Los cad¨¢veres de diez de ellos fueron hallados poco despu¨¦s en sendos barrios del centro y el suroeste de Basora. El und¨¦cimo, herido, fue hospitalizado. En esa misma ciudad fueron asesinadas dos personas, entre ellas el almu¨¦dano de una mezquita.
Aun sin causar v¨ªctimas, el ataque a la Mezquita Dorada ha provocado mayor indignaci¨®n que los miles de muertos dejados por anteriores atentados. El simbolismo del objetivo multiplica su efecto psicol¨®gico y lo convierte en un claro mensaje contra las aspiraciones pol¨ªticas de esa comunidad, largamente marginada del poder.
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