CiU plane¨® una campa?a para mejorar resultados en barrios con inmigraci¨®n

El Gobierno de CiU, preocupado por atraer los votos de los barrios de Catalu?a de mayor¨ªa inmigrante, encarg¨® en 1993 la elaboraci¨®n de una estrategia para mejorar sus resultados electorales en esas zonas. El proyecto, que supon¨ªa un gasto de m¨¢s de 20 millones de pesetas, no cuaj¨®, pero dos a?os despu¨¦s -en 1995- se realiz¨® un sondeo de gran envergadura en los barrios con presencia de Adigsa, la empresa de gesti¨®n de la vivienda p¨²blica.

Los barrios catalanes de mayor¨ªa inmigrante -Sant Roc, en Badalona; Arraona, en Sabadell; Sant Cosme, en El Prat; Torreforta, en Tarragona; Salipota, en S¨²ria, y Trinitat Nova, Governador, Polvor¨ª, el Tur¨® de la Peira y la Via Trajana, en Barcelona- ten¨ªan preocupados a los gobiernos de Converg¨¨ncia.

Los ejecutivos de Jordi Pujol efectuaron all¨ª, a lo largo de los ochenta y los noventa, inversiones considerables en la construcci¨®n, administraci¨®n y gesti¨®n de la vivienda p¨²blica. Inversiones que hubieran deseado ver recompensadas en votos.

Algo no iba bien pues, en febrero de 1993, el departamento de Presidencia del Gobierno catal¨¢n encarg¨® a una consultora la elaboraci¨®n de un proyecto para mejorar su presencia en esos barrios catalanes. El presupuesto de la iniciativa rozaba los dos millones de pesetas por barrio o distrito, lo que hubiera costado a las arcas p¨²blicas m¨¢s de 20 millones. Finalmente, el proyecto no se aprob¨®.

El planteamiento del estudio establec¨ªa la voluntad de "evaluar" el impacto de la inversi¨®n de "cantidades importantes de recursos" en aquellos barrios que nacieron en torno a la inmigraci¨®n de los sesenta. Los ejecutivos de CiU ten¨ªan en cuenta que en ellos las fuerzas pol¨ªticas que gobernaban la Generalitat hab¨ªan tenido "menos apoyo que otras fuerzas". El proyecto ten¨ªa la vista puesta en la siguiente cita electoral.

El estudio pretend¨ªa determinar en cada barrio el grado de popularidad de las acciones del Gobierno, las simpat¨ªas pol¨ªticas de sus habitantes y el sentimiento ciudadano respecto a las instituciones, con el fin de elaborar un plan estrat¨¦gico de penetraci¨®n ideol¨®gica. Tambi¨¦n resultaba fundamental conocer las impresiones sobre la imagen tanto del presidente Pujol como del resto de su Gabinete.

3.000 encuestados

El proyecto se frustr¨®, pero en julio de 1995 se elabor¨® un estudio sociol¨®gico de gran envergadura de los barrios gestionados por Adigsa, con una muestra telef¨®nica de 3.000 personas.

Seg¨²n se detalla, el 50% de los encuestados no hab¨ªan nacido en Catalu?a. De ¨¦stos, el 28,5% eran naturales de Andaluc¨ªa. Casi el 70% de estos inmigrantes aseguraban desear retornar a su lugar de origen, por a?oranza de los familiares que dejaron all¨ª y por considerar que la calidad de vida era inferior en Catalu?a.

Muy pocos de los que habitaban estos barrios marginales ten¨ªan el catal¨¢n como lengua materna, lo que pod¨ªa suponer un problema para la cristalizaci¨®n del ideario nacionalista de CiU: concretamente el 18,4%. El 67,4% restante se expresaba siempre en castellano, mientras que el 13,9% utilizaba ambas lenguas indistintamente sin problemas. La cuesti¨®n ling¨¹¨ªstica se cerraba con la pregunta de si la lengua representa un problema en la convivencia: el 77,3% opinaba que no y el 18% que s¨ª.

Aunque el 50% de los vecinos de estos barrios hab¨ªan nacido en Catalu?a, tan s¨®lo el 10,3% se consideraban ¨²nicamente catal¨¢n. La mayor¨ªa, el 39,7%, se sent¨ªan tan espa?oles como catalanes.

Con vistas a las elecciones auton¨®micas tambi¨¦n se rastre¨® la intenci¨®n de voto. El 44,4% de los consultados no sab¨ªan si acudir¨ªan a las urnas o no ten¨ªan el voto decidido. El 19,4% pensaba votar a CiU, el 14,9% al PSC, y el PP s¨®lo recog¨ªa el 3,9% de los votos.

La instituci¨®n m¨¢s valorada por los encuestados era la Generalitat, con una nota media de 7. Tanto el Gobierno central como los sindicatos recib¨ªan un suspenso. Pasqual Maragall se revelaba como el l¨ªder pol¨ªtico m¨¢s apreciado, seguido de Jordi Pujol.