La extensi¨®n de las medidas de seguridad contiene la violencia sectaria en Irak

La extensi¨®n del toque de queda hasta las cuatro de la tarde de ayer ayud¨® sin duda a contener la violencia sectaria, pero Irak a¨²n corre peligro de que estalle una guerra civil. El mensaje de unidad lanzado por l¨ªderes pol¨ªticos y religiosos de todas las tendencias tiene que traducirse ahora en acuerdos concretos que, como el Gobierno de unidad nacional, permitan superar la desconfianza de unas comunidades hacia otras. El principal obst¨¢culo sigue siendo la participaci¨®n en el proceso pol¨ªtico de los ¨¢rabes sun¨ªes junto con los ¨¢rabes chi¨ªes y los kurdos.

En previsi¨®n de m¨¢s altercados, el primer ministro iraqu¨ª, el chi¨ª Ibrahim al Yafari, decidi¨® prolongar ayer el toque de queda hasta las cuatro de la tarde de hoy, aunque las medidas del Gobierno no impidieron estallidos aislados de violencia. La agencia Reuters inform¨® anoche de combates en torno a dos mezquitas sun¨ªes de Bagdad, una de ellas la m¨¢s importante de esta comunidad en la capital iraqu¨ª, la mezquita de Abu Hanifa. Las fuerzas de seguridad lograron sellar el ¨¢rea y expulsar a los milicianos chi¨ªes antes de que la situaci¨®n se descontrolase.

"No somos enemigos, sino hermanos", asegur¨® en un comunicado el cl¨¦rigo radical chi¨ª M¨²qtada el S¨¢der, cuya milicia ha estado detr¨¢s de muchos de los ataques antisun¨ªes que respondieron al atentado contra la Mezquita Dorada de Samarra. Decenas de miles de sus seguidores ignoraron el toque de queda para acudir a las plegarias del viernes en Ciudad S¨¢der, el principal barrio chi¨ª de Bagdad. Aunque otras 20 muertes se sumaron a las 180 de los dos d¨ªas anteriores, la paralizaci¨®n de la capital y tres provincias vecinas evit¨® que la violencia se generalizara.

"Los sucesos de los ¨²ltimos d¨ªas refuerzan la necesidad de que Irak tenga un Gobierno de unidad nacional", declar¨® el embajador estadounidense en Bagdad, Zalmay Khalilzad. Sin embargo, tambi¨¦n han agrandado la brecha entre las comunidades ¨¢rabe sun¨ª y ¨¢rabe chi¨ª, como lo prueba que uno de los principales l¨ªderes chi¨ªes, Abdelaziz al Hakim, responsabilizara a Khalilzad de la agresi¨®n contra la Mezquita Dorada por insistir en la necesidad de que los chi¨ªes cedan ministerios clave a los sun¨ªes.

Una parte de esta comunidad, que se ha sentido arrinconada desde la ca¨ªda de Sadam Husein, acept¨® implicarse en las pasadas elecciones cuando recibi¨® promesas de que el Parlamento que saliera de ellas revisar¨ªa la Constituci¨®n. As¨ª, a pesar de las presiones de la insurgencia, lleg¨® a la mesa de negociaci¨®n el Frente del Acuerdo Iraqu¨ª, una coalici¨®n de tres partidos sun¨ªes que incluye al influyente Partido Isl¨¢mico. Sin embargo, la reacci¨®n antisun¨ª tras el atentado de Samarra, les ha llevado a retirarse de las conversaciones.

"Eso ha complicado mucho el proceso pol¨ªtico", se?ala una fuente diplom¨¢tica europea en Bagdad. Por primera vez, los dirigentes pol¨ªticos iraqu¨ªes han admitido el riesgo de guerra civil. "Hay signos en ese sentido", lamenta la diputada electa Rayaa al Juzai, quien a¨²n no sabe si el Parlamento podr¨¢ constituirse hoy como estaba previsto. "No se ha anunciado nada", dice.

Desde 2003, el l¨ªder espiritual de los chi¨ªes iraqu¨ªes, el gran ayatol¨¢ Al¨ª Sistan¨ª, ha actuado como muro de contenci¨®n evitando que su comunidad respondiera a los atentados con los que un peque?o grupo de insurgentes intentaba provocar un conflicto fratricida. "Sus palabras prudentes y conciliadoras cada vez encuentran m¨¢s o¨ªdos sordos", advierte el International Crisis Group (ICG) en un informe que har¨¢ p¨²blico el lunes.

Para evitar lo peor, esa organizaci¨®n no gubernamental que trabaja en la prevenci¨®n de conflictos recomienda formar "un Gobierno de unidad nacional que restaure un sentido de identidad nacional y afronte las prioridades esenciales de los iraqu¨ªes: seguridad personal, empleo y acceso fiable a los servicios b¨¢sicos como electricidad y gasolina". El ICG subraya la necesidad de "empezar a disolver las milicias" y de introducir "cambios en la Constituci¨®n".

Por otra parte, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, pidi¨® ayer contenci¨®n y tranquilidad a las facciones enfrentadas en Irak tras el atentado de Samarra, con el objetivo de evitar una escalada de la violencia que pudiera desembocar en una guerra civil entre ambas confesiones que socavara el proceso democratizador del pa¨ªs, informa Yolanda Monge desde Washington.

Bush asegur¨® ayer que Irak se enfrenta a "un momento en el que tiene que elegir" y evitar una guerra civil. El presidente se dijo "esperanzado" sobre el futuro del pa¨ªs ¨¢rabe. "Podemos esperar que los pr¨®ximos d¨ªas sean intensos. Irak se encuentra en una situaci¨®n muy seria. Pero soy optimista", dijo Bush con una sonrisa durante un encuentro celebrado en Washington con la Legi¨®n Americana en el que volvi¨® a defender una vez m¨¢s su estrategia acerca de un pa¨ªs devastado por la guerra y la lucha global contra el terrorismo.

Estamos ante "un momento decisivo" para el pueblo iraqu¨ª en el que los ciudadanos deber¨¢n elegir entre el camino a una guerra civil o elegir el camino de la democracia, expres¨® el comandante del Ej¨¦rcito de EE UU tras celebrar una reuni¨®n dedicada a Irak con el Consejo de Seguridad Nacional.

De nuevo, reiteradamente, el presidente estadounidense llam¨® a que el pueblo iraqu¨ª forme un Gobierno de unidad, a la vez que predijo que alargar ese proceso podr¨ªa ser "agotador" pero supondr¨ªa salir de la espiral de violencia en la que ahora se encuentra sumido Irak. "Animamos a los l¨ªderes iraqu¨ªes a que superen los prejuicios pol¨ªticos, religiosos y sectarios y a que formen un Gobierno que de voz a todos los iraqu¨ªes", declar¨®. "Para el pueblo de Irak es el momento de elegir". Para Bush, el atentado contra la mezquita dorada fue "un ataque sin sentido y una afrenta al pueblo creyente de todo el mundo".