Las encuestas secretas de Pujol
Los gobiernos de CiU pagaron con fondos p¨²blicos 142 informes y estudios con finalidades electorales para la coalici¨®n
La demoscopia se ha convertido en una losa para Converg¨¨ncia i Uni¨®. A principios de 2003, todav¨ªa en el Gobierno, la coalici¨®n nacionalista tuvo que sacrificar al secretario de comunicaci¨®n, David Mad¨ª, por haber manipulado y alterado los resultados de media docena de encuestas y sondeos electorales. Ahora, tres a?os despu¨¦s de aquel tormentoso episodio, han aflorado otros 173 informes y estudios que, guardados en una caja del archivo del Departamento de Presidencia, fueron encargados por los gobiernos de Jordi Pujol entre los a?os 1983 y 2003.
Un total de 173 informes con la ¨²nica finalidad de poder perpetuarse en el poder, a base de continuos sondeos de opini¨®n y de intenci¨®n de voto o de estudios estrat¨¦gicos para extender el ideario nacionalista aprovechando todos los resortes del poder, incluidos los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos, cuyos periodistas eran escrutados sobre su orientaci¨®n ideol¨®gica.
CiU parece no haber aprendido la lecci¨®n. Como en 2003, los dirigentes nacionalistas minimizaron el alcance del esc¨¢ndalo con el primer titular de prensa y culparon directamente a los periodistas que lo desvelaron. "Hemos visto con cierto tono de humor c¨®mo de algo que es una cuesti¨®n de d¨¦cimas o algunas cent¨¦simas se hace todo un art¨ªculo, eso es un montaje y no hay que darle m¨¢s vueltas. Es una pr¨¢ctica period¨ªstica de muy mal estilo", manifestaba el entonces secretario general adjunto de CiU, Pere Macias, en marzo de 2003. "Una mera maniobra pol¨ªtica de los socialistas contra las candidaturas de Xavier Trias y de Artur Mas", arremeti¨® el portavoz de CiU, Felip Puig, el 9 de febrero. "El tripartito ha filtrado estos papeluchos a la prensa amiga, que est¨¢ haciendo un mal ejercicio period¨ªstico", criticaba el portavoz convergente David Mad¨ª. "Periodistas que escriben al dictado de la federaci¨®n socialista", abundaba Xavier Trias. El alcaldable de CiU en Barcelona acusaba directamente, aunque sin citarlos, a El Peri¨®dico y EL PA?S, los ¨²nicos medios que, como en 2003, han revelado el contenido de informes secretos, pagados con fondos p¨²blicos, elaborados para favorecer los intereses electorales de CiU.
En 2003, s¨®lo cuando la controversia lleg¨® al Parlament algunos medios locales empezaron a publicar las primeras informaciones. Ahora se repite la historia. Salvo los dos medios citados, los dem¨¢s han guardado un elocuente silencio sobre el contenido concreto de los informes (aunque se hicieron eco de que exist¨ªan) hasta que EL PA?S y El Peri¨®dico dieron cuenta el pasado mi¨¦rcoles de que uno de los estudios afectaba directamente a compa?eros de profesi¨®n period¨ªsitica. Al d¨ªa siguiente de destaparse este asunto, ya La Vanguardia entr¨® en los contenidos. Avui -un peri¨®dico participado por la Generalitat, que tiene el 20% del capital- no lo hizo hasta ayer, pero s¨®lo para reproducir un comunicado gubernamental. Y eso que los informes eran de acceso p¨²blico en Internet desde el 16 de enero, al estar depositados en el Centro de Estudios de Opini¨®n.
- Sondeos electorales. El 8 de febrero, el PSC denunciaba la aparici¨®n de una lista de 33 sondeos, realizados por el Gobierno de Jordi Pujol, que en realidad eran encuestas sobre las expectativas electorales de Converg¨¨ncia i Uni¨®. Todas pagadas con dinero de las arcas p¨²blicas. En 2001 se pregunt¨®, por ejemplo, la opini¨®n de los ciudadanos respecto al pacto de gobernabilidad que manten¨ªan CiU y el Partido Popular en el Congreso de los Diputados, acerca de las preferencias de los catalanes sobre los acuerdos poselectorales que deb¨ªa firmar en Catalu?a la coalici¨®n nacionalista (con el PP, el PSC o Esquerra Republicana) y sobre las posibilidades de victoria de CiU frente a una coalici¨®n de izquierdas parlamentaria.
Incluso, a espaldas y con el total desconocimiento de los socios democristianos de Uni¨®, el Ejecutivo catal¨¢n pag¨® una encuesta sobre la intenci¨®n de voto en caso de una hipot¨¦tica ruptura de la coalici¨®n. La mayor¨ªa de los ciudadanos (31,2%) se inclinaban por votar a Converg¨¨ncia, frente al 2,9% que lo hac¨ªa por Uni¨® Democr¨¤tica.
CiU encarg¨® tambi¨¦n un sondeo electoral sobre el ¨ªndice de apoyo en los barrios gestionados por la empresa p¨²blica Adigsa (de vivienda p¨²blica) y trat¨® de emprender un plan estrat¨¦gico para penetrar pol¨ªticamente en las zonas habitadas mayoritariamente por inmigrantes.
La encuesta de finales de 2001, sobre pactos poselectorales, no fue depositada en el archivo del Parlament hasta el 7 de febrero, contraviniendo as¨ª la legislaci¨®n catalana. El portavoz del Gobierno catal¨¢n, el socialista Joaquim Nadal, inform¨® de que al menos 30 de los 173 informes deb¨ªan haber sido registrados en la C¨¢mara catalana y, por tanto, ser p¨²blicos.
- Imagen de Pujol en la prensa. En 1999, la Generalitat encarg¨® un estudio que, bajo el ep¨ªgrafe La imagen de Catalu?a en la prensa, analizaba c¨®mo trataban informativamente los medios de comunicaci¨®n escritos a Jordi Pujol, su familia (esposa e hijos), la acci¨®n gubernamental y diversos casos de corrupci¨®n (Pallerols y Kio).
Este informe, realizado por la empresa Bassat, inclu¨ªa un an¨¢lisis de 2.135 informaciones aparecidas en 41 medios de comunicaci¨®n espa?oles que se refer¨ªan a Catalu?a. En un anexo se detallaba el d¨ªa de la publicaci¨®n de la noticia, el medio, el nombre del autor, el espacio que ocup¨® y una calificaci¨®n de si la cr¨®nica era positiva o negativa para la imagen de Catalu?a. Por ejemplo, el esc¨¢ndalo del impago de multas por parte de los hijos de Pujol era una noticia negativa para Catalu?a, al igual que el caso Kio y el caso Pallerols.
El Ejecutivo de Pujol tambi¨¦n ocult¨® al Parlament informes cr¨ªticos de los Mossos, la satisfacci¨®n de los usuarios con el servicio de bomberos y el conflicto de la COPE, ante la pretensi¨®n del Gobierno catal¨¢n de revocarle varias frecuencias de FM.
- 140 sondeos ocultos. El 21 de febrero, EL PA?S informaba de que otros 140 informes hab¨ªan aparecido en el Departamento de Presidencia y de que evidenciaban la obsesi¨®n del Gobierno catal¨¢n por planificar su actuaci¨®n y mantenerse al frente de la Generalitat.
Jordi Pujol dispuso, a trav¨¦s de estos estudios, de una completa radiograf¨ªa de la sociedad catalana: h¨¢bitos de consumo, comportamiento electoral, opini¨®n sobre el presidente, grado de satisfacci¨®n con la acci¨®n gubernamental, intenci¨®n de voto a CiU en Catalu?a y en Barcelona capital, y apoyo a los pactos CiU-PSOE y CiU-PP.
Destacan las encuestas que el Gobierno encargaba cada vez que Jordi Pujol realizaba un viaje oficial al extranjero o era entrevistado en cualquier cadena de televisi¨®n, y cuando se emit¨ªa su mensaje de fin de a?o. El universo de alguna de estas encuestas era realmente inusual: 3.364 entrevistas. Tambi¨¦n se pag¨® otra de 4.250 entrevistas sobre el grado de apoyo a Pujol en todas las comunidades aut¨®nomas.
Se descubrieron encuestas sobre la dimisi¨®n del consejero Josep Maria Cullell, implicado en un caso de tr¨¢fico de influencias; el caso Guerra, el hermano del entonces vicepresidente del Gobierno, y la fusi¨®n de cajas de ahorro.
- Lealtad ideol¨®gica en TV-3. El 22 de febrero, la pol¨¦mica entr¨® en otra fase y el resto de los medios de comunicaci¨®n empezaron a hablar de este esc¨¢ndalo. Ese d¨ªa se conoci¨® un informe ap¨®crifo sobre la lealtad ideol¨®gica de algunos profesionales de TV-3 y Catalunya R¨¤dio hacia Converg¨¨ncia, Jordi Pujol o el nacionalismo. "Tendencias antinacionalistas, antipujolistas o anticonvergentes" o "act¨²a como quintacolumnista, colaboracionista o blotifler", se afirmaba de periodistas como Salvador Alsius y ?ngels Barcel¨®. Otro apartado del informe se refer¨ªa a la pronunciaci¨®n ling¨¹¨ªstica de Antoni Bassas y S¨ªlvia C¨®ppulo.
El informe propon¨ªa propagar el ideario nacionalista a trav¨¦s de los programas infantiles de la cadena e invitar s¨®lo a personas afines a CiU en los debates.
- Ayuntamiento de Barcelona. Desbancar a Pasqual Maragall o Joan Clos de la alcald¨ªa de Barcelona se demostr¨® un empe?o de los gobiernos de CiU. En la d¨¦cada de 1999, los nacionalistas encargaron al menos una decena de informes para este fin, dos de ellos al militante de Converg¨¨ncia y ex consejero catal¨¢n Josep Mir¨® i Ard¨¨vol. La serie de sondeos inclu¨ªa una encuesta sobre la popularidad de Pasqual Maragall y diversas oleadas de intenci¨®n de voto en 1995, a?o de las elecciones municipales en las que CiU present¨® a Miquel Roca como candidato.
- Adoctrinamiento nacionalista. Pa¨ªs deb¨ªa convertirse en un colectivo destinado a extender "la conciencia nacional" entre los catalanes, pero sobre todo entre los j¨®venes. Para ello se propon¨ªa la creaci¨®n de "asentamientos rurales y urbanos" juveniles en los que, adem¨¢s de practicar deporte, se propagar¨ªa la ideolog¨ªa nacionalista, que el autor del informe denominaba "irradiaci¨®n". El objetivo era que la ciudadan¨ªa se sintiera, al final, "¨²nicamente vinculada" a la naci¨®n catalana.
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