Un pedazo de coraz¨®n
Madama Butterfly es una obra maestra del primer comp¨¢s al ¨²ltimo, y si a veces no lo parece suele ser porque, por exceso o por defecto, falla la forma de transmitir alguna de sus claves. La primera, la m¨¢s vistosa, ya sabemos, es la sentimental. Tiene que emocionar, no que dar mucha pena, que es asunto diferente, y sin que aparezcan las trampas que no tiene. Para eso es bueno, por ejemplo, una puesta en escena clarita, una direcci¨®n de actores eficaz y honrada, el m¨ªnimo necesario de elementos que nos digan que estamos en Jap¨®n y que nadie cargue la mano en lo pat¨¦tico o se ponga distanciador y anal¨ªtico. La que en Bilbao se ha presentado procede de la ?pera Israel¨ª de Tel Aviv y funciona con esas premisas. Un solo decorado para los dos actos, un gran sal¨®n con mesa en el centro que act¨²a como altar y como t¨¢lamo, un jard¨ªn y una vista del puerto de Nagasaki que no existen y se deducen de lo que van viendo las dos mujeres protagonistas. Se pierde algo, quiz¨¢, en el momento m¨¢gico de la noche de espera de Butterfly -muy buena idea la de vestirla a la occidental a partir de su boda-, pero la idea tiene sentido y se expone con inteligencia. En el foso, Antonello Allemandi apoya bien a los cantantes, pues tiene experiencia de sobra, y sabe sacar partido de una Sinf¨®nica de Euskadi que cumpli¨® con toda solvencia. Su rector¨ªa pudo ser algo m¨¢s tensa, decididamente m¨¢s l¨ªrica, pero su puntito de equilibrio no le fue mal a la propuesta esc¨¦nica.
Madama Butterfly
De Giacomo Puccini. Cedolins, Malagnini, Cassian, Rodr¨ªguez, Ruiz, Echeverr¨ªa, Latorre, D¨ªaz. Coro de ?pera de Bilbao. Orquesta Sinf¨®nica de Euskadi. Director musical: Antonello Allemandi. Director de escena: Christopher Alden. Escenograf¨ªa: Paul Steinberg. Palacio Euskalduna. Bilbao, 24 de febrero. Temporada de la Asociaci¨®n Bilba¨ªna de Amigos de la ?pera.
Entre las voces, punto y aparte para Fiorenza Cedolins que es, sin duda, una de las grandes Butterfly de hoy. La soprano italiana ha asumido lo mejor de sus m¨¢s ilustres predecesoras volcando el papel hacia la contrafigura de una fragilidad que tambi¨¦n ha hecho escuela. Su japonesita tiene car¨¢cter, ha sido geisha, est¨¢ enamorada hasta las cachas y lo expone con la soltura que le permite la amplitud de su registro, poderoso en los graves y ¨¢gil arriba, sin miedo ninguno y echando el resto en el segundo acto, en el que ese "coraz¨®n peque?ito" de madama Butterfly se convierte, con las mejores armas de una l¨ªrico-dram¨¢tica, en un pedazo de coraz¨®n. Pocos tenores asumen hoy el papel de Pinkerton, antip¨¢tico donde los haya y s¨®lo medianamente lucido. Mario Malagnini no puso reparo alguno a su canto expansivo y fue a m¨¢s a lo largo de ese gran momento que es el Viene la sera. Admirable la Suzuki de Elena Cassian, una mezzo de poderoso instrumento. A Juan Jes¨²s Rodr¨ªguez se nota que le gusta Sharpless y, aunque ya lo hace muy bien, cuando lo ahonde un poco lo mejorar¨¢ m¨¢s todav¨ªa. Jos¨¦ Ruiz es un Goro de libro y le dio al casamentero toda la sordidez que lleva dentro. Bien el resto, como el Coro de ?pera de Bilbao en su intervenci¨®n a boca cerrada.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.