?Qu¨¦ pasar¨¢ ahora con EDF?

La iniciativa de la el¨¦ctrica alemana E.ON para hacerse con Endesa encendi¨® todas las alarmas del entramado pol¨ªtico-industrial franc¨¦s. La independencia energ¨¦tica es un dogma en Francia desde que De Gaulle recuper¨® el orgullo patrio a base de centrales nucleares y explosiones at¨®micas.

La amenaza de un gigante energ¨¦tico alem¨¢n hizo que Enel sirviese de espantajo ¨²til. Suez y GDF llevaban tiempo negociando, pero no sab¨ªan c¨®mo presentar su noviazgo a las bases sociales.

La amenaza italiana habr¨¢ permitido precipitar las cosas, darlas como inevitables, hacer ondear la bandera del patriotismo. Y todo parece indicar que ¨¦sa es s¨®lo la primera parte de una operaci¨®n de alcance mucho mayor: detr¨¢s de la privatizaci¨®n de GDF estar¨ªa dibuj¨¢ndose la definitiva y total de EDF, el coloso el¨¦ctrico galo.

Durante a?os, EDF y GDF han marchado juntas, en paralelo, como dos hermanas que se reparten el patrimonio de pleno acuerdo: para ti, la electricidad, para m¨ª, el gas. Son dos sociedades salidas de las ruinas de la II Guerra Mundial, que surgieron del impulso del sector p¨²blico en raz¨®n de una l¨®gica de pol¨ªtica industrial.

Hoy las dos sociedades han ido independiz¨¢ndose, aunque parte de su plantilla es com¨²n o, mejor dicho, compartida. Las dos han invertido en el extranjero, las dos tienen problemas con el car¨¢cter legal de funcionario de sus trabajadores, con el hecho de que el Estado sea el principal accionista y con los fant¨¢sticos planes de pensiones de sus antiguos trabajadores.

Privatizar una es una manera de aislar la otra, de debilitar los sindicatos en EDF. La CGT denuncia la maniobra, "una mascarada de consecuencias sociales dram¨¢ticas". El sindicato prev¨¦ que GDF deber¨¢ convertirse en el principal rival de EDF "estableciendo una competencia que se har¨¢ a costa de los trabajadores".

Las acciones de Suez y GDF aumentaron el viernes un 5,9% y un 4,2%, respectivamente.