Peces en r¨ªos revueltos
Pero mira c¨®mo viven los peces en el r¨ªo? En Espa?a, fatal. De las 70 especies catalogadas, 20 son introducidas. Y entre las 50 aut¨®ctonas, 41 sufren alguna amenaza: invasi¨®n de especies ex¨®ticas, destrucci¨®n del h¨¢bitat, contaminaci¨®n. Son los grandes olvidados de la fauna en peligro.
"?Qu¨¦ pasar¨ªa si en lugar de introducir gamos, muflones y perdices con fines cineg¨¦ticos se soltaran tigres y elefantes en las fincas espa?olas? Pues eso es lo que est¨¢ ocurriendo en nuestros r¨ªos". Son palabras de Ignacio Doadrio, investigador en biodiversidad y biolog¨ªa evolutiva del Museo Nacional de Ciencias Naturales, y llevan cierto tono de hast¨ªo ante la continua vejaci¨®n que sufren los cauces fluviales y sus habitantes.
Los depredadores que han invadido nuestras aguas interiores son voraces, y arrasan. No hay m¨¢s que observar la imponente figura con puntiagudas aletas dorsales e incisivos prominentes de la lucioperca y del pez gato punteado, o las dimensiones de un siluro, que puede alcanzar los 2,5 metros de longitud. Si estos tremendos ejemplares procedentes de Asia y del este de Europa incluso han osado enfrentarse a personas, es f¨¢cil imaginar lo que har¨¢n ante los ocho cent¨ªmetros del samaruc, los cinco del espinoso o el fartet o el escaso cent¨ªmetro del pez fraile, todos ellos catalogados en peligro de extinci¨®n y apacibles consumidores de peque?os invertebrados y de plantas sumergidas.
Peque?os peces de cinco cent¨ªmetros como el fartet nada tienen que hacer frente a la voracidad de la lucioperca
Ahora s¨®lo el 11% de las aguas de los r¨ªos cumplir¨ªa con las estrictas normas de calidad de una nueva directiva de la UE
Los bi¨®logos han sentido alivio con la derogaci¨®n del trasvase del Ebro
De las 70 especies que aparecen en la ¨²ltima revisi¨®n del Atlas y libro rojo de los peces continentales de Espa?a, 20 son ex¨®ticas e introducidas con fines comerciales y deportivos, y entre las 50 aut¨®ctonas, 41 cuentan con alg¨²n grado de amenaza, incluidas las 18 consideradas en peligro de extinci¨®n.
A ello se a?ade que 30 son especies end¨¦micas de Espa?a o de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, dato que subraya la importancia de sus poblaciones, pero tambi¨¦n su extrema fragilidad ante las for¨¢neas. Otros peque?os olvidados del medio acu¨¢tico, los anfibios, sufren en sus carnes similares persecuciones y bajas directas de efectivos.
Las comunidades aut¨®nomas, responsables de la gesti¨®n de la pesca en los r¨ªos, han frenado la repoblaci¨®n con este tipo de ejemplares, pero se siguen dando casos de pescadores que realizan sueltas ilegales que acaban adquiriendo carta de legalidad cuando aparecen en el cat¨¢logo de especies objeto de pesca de cada regi¨®n. Lo denuncian tanto Ignacio Doadrio como la Asociaci¨®n Espa?ola para la Mejora de los Salm¨®nidos (AEMS)-R¨ªos con Vida, fundada hace m¨¢s de un cuarto de siglo por pescadores comprometidos con la protecci¨®n y conservaci¨®n de los r¨ªos y sus recursos. "La gesti¨®n de la pesca deportiva en Espa?a es nefasta", afirma Pedro Brufao, vicepresidente de la asociaci¨®n y doctor en Derecho. "Contra lo que siempre se dice, la ca?a s¨ª hace da?o", sigue, "en especial en aquellas zonas donde se unen una alta concentraci¨®n de pescadores y poblaciones exiguas de especies muy sensibles".
Seg¨²n denuncian desde AEMS-R¨ªos con Vida, todav¨ªa hoy en Madrid, Arag¨®n, Asturias y Cantabria se realizan concesiones a clubes de pesca para que gestionen piscifactor¨ªas de truchas al¨®ctonas sin ning¨²n criterio de sostenibilidad ni de conservaci¨®n de la biodiversidad, y con un grave riesgo de transmisi¨®n de enfermedades y de hibridaci¨®n con especies aut¨®ctonas. En el lado positivo, Brufao destaca "el buen hacer, aunque t¨ªmido, de los Gobiernos de Catalu?a, Galicia, Andaluc¨ªa y Castilla-La Mancha; en esta ¨²ltima comunidad han decidido que all¨ª donde se detecta la presencia de la trucha com¨²n se proh¨ªbe repoblar con otras". La voz de esta asociaci¨®n, premio Nacional de Medio Ambiente en 1998, es la de la experiencia en conjugar pesca y conservaci¨®n. En 1979 crearon el primer coto de pesca sin muerte, en Peralejos de las Truchas, en el Alto Tajo guadalajare?o.
Doadrio, coordinador tambi¨¦n del atlas mencionado, da un repaso a los invasores: "Con las carpas, que posiblemente lleven en Espa?a desde los romanos, no hay nada que hacer, pero s¨ª es posible acabar con la lucioperca, que supone una amenaza de primera magnitud para la fauna aut¨®ctona. Pero, claro, nos olvid¨¢bamos del cangrejo de r¨ªo americano, otro invasor que entorpece la conservaci¨®n porque es un aut¨¦ntico cortac¨¦sped de la vegetaci¨®n acu¨¢tica donde se refugian algunos cipr¨ªnidos. Si hasta la nutria se ha vuelto marisquera y come cangrejos?".
Resulta heroico que en un ambiente tan alterado pervivan especies end¨¦micas que por las condiciones orogr¨¢ficas de la Pen¨ªnsula (rodeada de mar e h¨ªdricamente desconectada de Europa por los Pirineos) presentan un estatus y una evoluci¨®n muy diferentes a las del resto del continente.
Los peces ex¨®ticos introducidos con fines deportivos y comerciales constituyen una de las causas de la regresi¨®n de los aut¨®ctonos, pero no es la ¨²nica ni la principal. La destrucci¨®n del h¨¢bitat resulta a¨²n m¨¢s sangrante.
Doadrio pone un ejemplo con una de las 10 especies end¨¦micas descritas por ¨¦l: "Hace quince a?os, a un alcalde de la vertiente castellano-manchega de Sierra Morena se le ocurri¨® construir una piscina natural en aguas donde habita la pardilla oretana y para ello se talaron los alisos que utilizaba como refugio exclusivo; la consecuencia es que en la actualidad la piscina ha quedado inservible porque se construy¨® otra en el pueblo". ?Y de la pardilla oretana qu¨¦ se sabe? "Pues que si en los muestreos que hac¨ªamos en los a?os ochenta en media hora se obten¨ªan 50 ejemplares, en los ¨²ltimos cinco a?os s¨®lo aparecen seis".
La destrucci¨®n del h¨¢bitat con cauces regulados al extremo e invadidos, la sobreexplotaci¨®n del recurso h¨ªdrico y la contaminaci¨®n de las aguas -cada poco sale alg¨²n nuevo informe desalentador: en enero, un estudio del Centro de Investigaci¨®n y Desarrollo de Barcelona encontr¨® restos de 20 f¨¢rmacos en el r¨ªo Ebro- pesan tanto o m¨¢s que la proliferaci¨®n de especies ex¨®ticas. Tama?a presi¨®n, soportada no s¨®lo por los r¨ªos, sino tambi¨¦n por lagunas, marismas, r¨ªas y charcas, hace que las especies m¨¢s amenazadas de Espa?a, incluso m¨¢s que el lince ib¨¦rico y el oso pardo, sean la pardilla oretana, la bogardilla, el samaruc, el fartet, el jarabugo y la lo¨ªna. Son animales que adem¨¢s tienen la mala suerte de no dejarse ver ni tener el porte suficiente para brillar en revistas o documentales.
El desconocimiento absoluto sobre la conservaci¨®n de los peces de agua dulce de nuestro pa¨ªs lleva a que la relaci¨®n m¨¢s cercana con ellos no pase de las referencias culinarias (salm¨®n y trucha) y deportivas (lucio, carpa o siluros). Pero el ambiente es para echarse las manos a la cabeza. Seg¨²n un informe reciente de la organizaci¨®n ecologista Greenpeace, s¨®lo el 11% de las aguas superficiales y el 16% de las subterr¨¢neas presentan una calidad acorde con los objetivos establecidos por la nueva Directiva Marco del Agua de la Uni¨®n Europea. "A rasgos generales, son datos que constatan que no estamos peor que la media europea a pesar del incremento de la poblaci¨®n y de los vertidos", se?ala Antonio Serrano, secretario general para el Territorio y la Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente.
Sin embargo, Luis Barea, responsable de la campa?a de Aguas de Greenpeace, echa mano del informe para demostrar lo que nos separa de Europa: "Los cauces est¨¢n regulados por el n¨²mero m¨¢s alto de embalses por mill¨®n de habitantes del mundo (30 por mill¨®n); se consume la mayor cantidad de agua por habitante y d¨ªa de Europa (265 litros), y encima es donde menos se paga por ella (0,60 euros por metro c¨²bico)".
Antes de 2015, todo esto tiene que cambiar, porque la estricta normativa europea exige que para esa fecha el estado ecol¨®gico de los r¨ªos del continente sea "bueno". El panorama se complica, porque la propia ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha reconocido que en la actualidad Espa?a no est¨¢ cumpliendo otra directiva europea, la que obligaba a que antes del 1 de enero de 2006 todas las ciudades de m¨¢s de 2.000 habitantes contaran con un sistema de tratamiento de aguas residuales. Mala se?al con vistas a cumplir con la nueva norma en 2015.
En esa nota final influir¨¢ decisivamente la situaci¨®n de los peces, ya que revelan uno de los indicadores biol¨®gicos b¨¢sicos. Antonio Serrano asegura: "En los nuevos planes hidrol¨®gicos de cuenca, que tambi¨¦n est¨¢n inspirados por lo que marca la directiva, se les tendr¨¢ m¨¢s en cuenta, al entender que los r¨ªos son reservas naturales y no s¨®lo suministradores de un recurso esencial para las personas".
Diversas muestras procedentes de poblaciones de anguilas del r¨ªo Mi?o y del delta del Ebro, con an¨¢lisis de la contaminaci¨®n con sustancias qu¨ªmicas acumulativas y persistentes en el organismo, parecen indicar que de momento tambi¨¦n aqu¨ª hay mucho trabajo por hacer. Los resultados, publicados por Greenpeace en el documento Nadando en qu¨ªmicos, dieron uno de los contenidos m¨¢s altos de Europa en HBCD, un retardante de llama utilizado en textiles, pl¨¢sticos y aparatos electr¨®nicos.
Adem¨¢s de la contaminaci¨®n, la fauna fluvial debe sortear otras barreras. Antonio Estevan, consultor ambiental y miembro de la Fundaci¨®n Nueva Cultura del Agua, en una de sus aportaciones al informe publicado por Greenpeace, se?ala: "La palabra infraestructuras no aparece ni una sola vez en el texto de la directiva, ni la expresi¨®n obras hidr¨¢ulicas, porque est¨¢ orientada a la gesti¨®n, al cuidado de la calidad del agua, a la vigilancia ambiental y a la transparencia de costes en los usos". Incluso se propone recuperar para la fauna lo ya construido.
Pedro Brufao, que esgrime estudios cient¨ªficos para constatar que "s¨®lo el 5% del curso de los r¨ªos espa?oles est¨¢ libre de alg¨²n tipo de alteraci¨®n", llega a plantear la necesidad de derribar algunas presas que impiden la migraci¨®n de especies marinas que utilizan los r¨ªos para desovar, como el esturi¨®n, el s¨¢balo, la saboga, la lamprea y la anguila, todas catalogadas como amenazadas. "Hay embalses de producci¨®n el¨¦ctrica de Endesa, como los de Alcal¨¢ del R¨ªo y Cantillana en Sevilla, que una vez cumplido su periodo de amortizaci¨®n se podr¨ªan eliminar para recuperar al esturi¨®n, incluidas sus pesquer¨ªas. Algo similar habr¨ªa que hacer con la de Palombera, en el r¨ªo Nansa de Cantabria, que puso al borde de la extinci¨®n a la poblaci¨®n local de salm¨®n". Otras medidas ensayadas en r¨ªos salmoneros de Estados Unidos, como las escalas y ascensores que permiten a algunas especies salvar las obras humanas, no se han mostrado muy eficaces.
Hablando de trasvases y pantanos se hace preciso recordar el caso de la lamprea de r¨ªo. Esta especie se extingui¨® en Espa?a tras levantarse la presa de Cedillo, en aguas portuguesas del Tajo. La obra supuso una barrera infranqueable para las poblaciones migradoras que ascend¨ªan el r¨ªo. Al ¨²ltimo ejemplar citado se le observ¨® en 1974 en el r¨ªo Guadarrama, afluente del Tajo, en la localidad toledana de Chozas de Canales, posiblemente incomunicado al ver taponada su salida natural al mar.
Un caso emblem¨¢tico el de la lamprea de r¨ªo, pero hay varios ejemplos m¨¢s de especies que siguen amenazadas ante proyectos de obras hidr¨¢ulicas. Los expertos prefieren poner el acento en la bogardilla, que re¨²ne todas las caracter¨ªsticas (end¨¦mica, reducida ¨¢rea de distribuci¨®n y en peligro de extinci¨®n) para que cualquier regulaci¨®n artificial de los r¨ªos donde habita (Guadalquivir, J¨¢ndula, Robledo y Rumblar) acabe con ella.
Con la derogaci¨®n del trasvase del Ebro, la comunidad cient¨ªfica respir¨® aliviada porque muchas de las especies del litoral levantino, en situaci¨®n precaria de aislamiento y especificidad, no soportar¨ªan ya el impacto de la obra y otros posibles de invasi¨®n de fauna ex¨®tica o descolocaci¨®n de sus poblaciones.
El comienzo de legislatura tras el cambio de Gobierno llev¨® impl¨ªcita la adopci¨®n de algunos postulados de la Fundaci¨®n Nueva Cultura del Agua, en la que se elimina la visi¨®n exclusivamente productiva de este recurso. M¨¢s que el uso y la cantidad importa la calidad, entre otras cosas porque puede llegar el d¨ªa en que, sin este par¨¢metro, se agote. Ese esp¨ªritu fue el que paraliz¨® tambi¨¦n un embalse en el r¨ªo Almonte que pretend¨ªa abastecer de agua a la ciudad de C¨¢ceres, pero que habr¨ªa dejado malparadas las poblaciones de otros cinco peces end¨¦micos de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica considerados vulnerables: el barbo comizo, la pardilla, el calandino, el cacho y la colmilleja.
Estas iniciativas, unidas al Programa AGUA (Actuaciones para la Gesti¨®n y la Utilizaci¨®n del Agua) y a la rectificaci¨®n en la toma de agua del otro trasvase contestado, el del J¨²car-Vinalop¨®, le han valido al Ministerio de Medio Ambiente el reconocimiento moment¨¢neo de la comunidad cient¨ªfica y conservacionista en este asunto, aunque se sigue criticando la construcci¨®n de otros embalses, como el de Castrovido, en el r¨ªo Arlanza (Burgos), o los de La Bre?a II y Melonares, en la cuenca del Guadalquivir. Las centrales minihidr¨¢ulicas tampoco son bien vistas por estos colectivos y por los pescadores.
Pedro Brufao, que comenta orgulloso la reciente paralizaci¨®n de 71 proyectos de presas de este tipo en Galicia, subraya: "Suelen construirse en los tramos mejor conservados; por ello, proponemos la alternativa de aprovechar los saltos en los canales de los r¨ªos o en las salidas de las depuradoras".
Con unos r¨ªos sembrados de toda la colecci¨®n expuesta de amenazas e impactos y con una regresi¨®n evidente de las poblaciones m¨¢s vulnerables, sorprende observar en el Atlas y libro rojo que la gran mayor¨ªa de las especies en peligro de extinci¨®n no cuentan con ninguna medida de conservaci¨®n. S¨®lo dos especies, el samaruc y el fartet, est¨¢n reconocidas oficialmente como en peligro de extinci¨®n en el Cat¨¢logo Nacional de Especies Amenazadas, a pesar de que el Libro rojo, editado por el Ministerio de Medio Ambiente, otorga esta categor¨ªa a 18 especies. De esta manera, las dos citadas son las ¨²nicas que cuentan con planes de recuperaci¨®n y programas de cr¨ªa en cautividad. Ignacio Doadrio apostilla: "Con la lo¨ªna se podr¨ªan llevar a cabo medidas similares reutilizando piscifactor¨ªas en desuso y conseguir su reproducci¨®n sin mucha dificultad". En general, los peces son muy agradecidos ante las posibles medidas reparadoras del h¨¢bitat (delimitar el dominio p¨²blico, reparar y prohibir vertidos, anular canalizaciones) y sus poblaciones pueden restablecerse con rapidez, mucho m¨¢s que en un ecosistema terrestre.
S¨®lo falta que salgan del anonimato esas 30 especies ¨²nicas en el mundo que recorren los r¨ªos de Espa?a y se haga m¨¢s p¨²blica, mucho m¨¢s p¨²blica, su delicada situaci¨®n.
M¨¢s informaci¨®n y noticias sobre todo lo relacionado con los r¨ªos de Espa?a, en el sitio de Internet de la AEMS-R¨ªos con Vida: www.riosconvida.org.
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