La ruta del ruido
Miles de vecinos sufren el estruendo procedente de la ampliaci¨®n del aeropuerto de Barajas
Un avi¨®n en lugar de un despertador. Brummmmmm. A las siete de la ma?ana, Jorge S., de 10 a?os, ya tiene los ojos abiertos. El ruido de un avi¨®n sobrevolando por encima de su chalet de la urbanizaci¨®n La Granjilla (San Sebasti¨¢n de los Reyes) le despierta todos los d¨ªas mucho antes de lo normal. El ruido se asemeja al de un secador de pelo de mucha potencia pegado al o¨ªdo. Dura 15 segundos. Poco a poco se va apagando. Dos minutos de silencio y el ruido vuelve a empezar. Jorge ya se ha levantado. Llega otro avi¨®n.
El padre ?ngel comienza a las diez de la ma?ana su misa en la parroquia de la urbanizaci¨®n Fuente del Fresno, en la carretera de Burgos (N-I). La iglesia est¨¢ a cuatro kil¨®metros de la casa de Jorge Salvat.
"Albino, t¨² lo que necesitas es un lugar tranquilo para vivir", le dijo el m¨¦dico
"Queridos hermanos, que la paz est¨¦ con..." (Brummmm). El sacerdote alza la voz
- Queridos hermanos, que la paz est¨¦ con...
(Brummmmmm...)
"?La paz...!". El padre ?ngel sube el tono de voz, pero al final el ruido del avi¨®n puede m¨¢s y el sacerdote tiene que interrumpir la misa. El avi¨®n gana. "Ya estoy acostumbrado", cuenta resignado, "en verano es peor, tenemos abierto y hay que interrumpir los c¨¢nticos".
Un avi¨®n sobrevuela cada dos minutos las cabezas de miles de vecinos de una veintena de municipios del norte y el sureste de la Comunidad de Madrid. Y ocurre as¨ª desde el pasado 5 de febrero, d¨ªa de la inauguraci¨®n de la nueva terminal del aeropuerto de Barajas, seg¨²n critican los alcaldes afectados. Los consistorios tambi¨¦n denuncian que los aviones no respetan las rutas y que, por tanto, la huella sonora que fue aprobada el 28 de enero de 2004 y que afecta a 400.000 vecinos se ha duplicado y ahora llega a 800.000.
El ruido de los aviones es como una gota que va cayendo cada dos minutos. Y para muchos ese gota a gota va haciendo mella. "Te va cambiando el car¨¢cter. Continuamente est¨¢s cortando conversaciones, no puedes estar en la calle a gusto", cuentan Jos¨¦ Barquero, secretario de la asociaci¨®n de vecinos La Granjilla y Amador Candelas, presidente de la comunidad de Ciudalcampo.
"La vida de 800.000 personas est¨¢ afectada por el ruido. Queremos que se respeten las rutas a¨¦reas y que AENA limite la capacidad del aeropuerto a un 90%", agrega Montserrat Mu?oz, alcaldesa de San Fernando de Henares. "El aeropuerto puede funcionar igual y no ser tan perjudicial", agrega.
A los municipios del sureste de la regi¨®n (Torrej¨®n de Ardoz, Mejorada del Campo, Coslada o San Fernando de Henares) les toca sufrir los aterrizajes. A los del norte (Algete, San Sebasti¨¢n de los Reyes o Alcobendas), el ruido de los despegue, mucho m¨¢s ensordecedor.
Mediod¨ªa. Mar Mart¨ªn, trabaja desde hace un mes en una empresa de un pol¨ªgono de San Fernando de Henares. No da cr¨¦dito al ruido que tiene que oir cada tres, cuatro minutos. "Es como si los aviones estuviesen aterrizando en el tejado", ilustra.
En los negocios que hay en la carretera de Paracuellos del Jarama a Belvis tambi¨¦n pueden "leer la matr¨ªcula de los aviones", seg¨²n cuenta un trabajador. "En el taller trabajamos a puerta cerrada y no oimos apenas el ruido. Pero al abrir la puerta, te quedas sordo", a?ade.
"Albino, t¨² lo que necesitas es un lugar tranquilo para vivir", le dijo el m¨¦dico a Albino Alonso, de 71 a?os, despu¨¦s de que ¨¦ste se metiera en una depresi¨®n. "Estuve trabajando 33 a?os fuera de Espa?a para Naciones Unidas. Cuando volv¨ª me deprim¨ª. As¨ª que decid¨ª buscar un lugar tranquilo y me compr¨¦ una casa en la urbanizaci¨®n de Ciudalcampo (San Sebasti¨¢n de los Reyes)", cuenta. Son las dos de la tarde y Albino cuida de su jard¨ªn, los aviones le sobrevuelan. "Mi casa ha perdido un 30% de su valor", se queja este jubilado, que quiere vender su chalet.
A las seis de la tarde, Jorge S. intenta hacer los deberes en su chalet de La Granjilla, pero el ruido de los aviones le distrae. A la misma hora, su hermano Jaime, de 15 a?os y estudiante de 4? de ESO, tiene los auriculares puestos para escuchar al grupo de rock Europe. "?It?s the final countdown....". Suena un avi¨®n y Jaime sube el volumen. A ver qui¨¦n puede m¨¢s. "Tengo que poner la m¨²sica altita, si no, no la oigo", explica este adolescente.
Los chavales de las urbanizaciones de La Granjilla, Ciudalcampo, Santo Domingo, Fuente del Fresno y Club de Campo, en la carretera de Burgos, no pueden estar en la calle. Tienen que quedarse en las casas porque con el ruido en el exterior no pueden ni hablar. "Cada rato andamos interrumpiendo la conversaci¨®n. Paramos 15 segundos y luego seguimos", explica Jaime S.. Hacen la vida en las casas, jugando en las habitaciones.
Tampoco es f¨¢cil hacer deporte en el polideportivo de San Fernando de Henares. Los aviones sobrevuelan constantemente las instalaciones. Sus usuarios tambi¨¦n dicen estar "acostumbrados".
Por la noche, en el sal¨®n de casa, esta vez la televisi¨®n es la protagonista. "?Pero bueno, c¨®mo ten¨¦is la televisi¨®n tan alta!". Isabel Esteve, la madre de Jorge y de Jaime, est¨¢ harta de escuchar esta frase de boca de la gente que la visita. "No podemos usar los jardines, ni la piscina. Tenemos que tener la televisi¨®n a todo volumen", explica Isabel, que est¨¢ en tratamiento m¨¦dico por ansiedad por culpa del ruido de los aviones. Cerca de su casa hay un parque infantil, pero est¨¢ vac¨ªo.
De sus dos hijos, Jaime tiene "dolores de cabeza por culpa del ruido" y Jorge, el peque?o, "tiene problemas de audici¨®n". Este ni?o, hace unos a?os, escribi¨® una carta por iniciativa propia al Defensor del Menor quej¨¢ndose de los aviones. "Pero nunca me contest¨®", asegura el crio. "Antes viv¨ªamos en Madrid, en Alonso Mart¨ªnez. Nos vinimos al campo porque no quer¨ªamos que nuestros hijos fuesen los t¨ªpicos ni?os de ciudad pegados todo el d¨ªa a la Play Station. Y mira ahora...", se queja su madre.
Las conversaciones por tel¨¦fono tampoco son f¨¢ciles. "Siempre est¨¢s diciendo al que te habla al otro lado que pare un momento", cuenta Laura ?lvarez, otra vecina. "Cuando tienes invitados, se sorprenden. Te preguntan: ?Y estos aviones?", agrega.
La percepci¨®n del ruido es subjetiva. O por lo menos as¨ª lo ha valorado recientemente el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Este organismo ha desestimado el recurso presentado por la urbanizaci¨®n Santo Domingo (Algete) contra las rutas a¨¦reas que le pasan por encima. El tribunal considera que, aunque los aviones sobrevuelan las viviendas a unos 600 metros de altura, los vecinos no sufren un "ruido que pueda calificarse de insoportable". Los vecinos han recurrido la sentencia.
Desde Aeropuertos Espa?oles y Navegaci¨®n A¨¦rea (AENA) contestan a los residentes afectados que "ya han sido insonorizadas 11.688 viviendas" afectadas por el ruido. "A 31 de enero de 2006, se ha realizado el 90% del total Plan de Aislamiento Ac¨²stico del Aeropuerto", agregan.
Sobre las protestas vecinales, AENA asegura que, "a petici¨®n de los Ayuntamientos de San Sebasti¨¢n de los Reyes y de Algete, mantiene contactos con los representantes de dichos ayuntamientos, a los que se suma la presencia de algunos de los vecinos de estos dos municipios". "El fin de estas reuniones es recoger sus propuestas y explicar las decisiones tomadas en la Comisi¨®n de Seguimiento de las Actuaciones de Ampliaci¨®n del Sistema Aeroportuario de Madrid - Barajas (CSAM)", concluyen.
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