Ninguna de las 100 pulseras contra maltratadores ha sido a¨²n utilizada
Reticencias judiciales retrasan el uso del mecanismo electr¨®nico
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La Comunidad de Madrid no ha logrado, un a?o y medio despu¨¦s de su presentaci¨®n, que ning¨²n juez haya decretado el uso de alguno de los 100 brazalates contra maltratadores de los que dispone. La reticencias de jueces y, sobre todo fiscales, por cuestiones t¨¦cnicas sobre el uso de la pulsera est¨¢n en el origen de esta situaci¨®n, que ahora se intentar¨¢ paliar con la puesta en marcha de dos programas pilotos en M¨®stoles y Madrid.
La pulsera contra maltratadores es un dispositivo electr¨®nico compuesto por tres elementos: dos emisores y un brazalete. El maltratador deber¨¢ llevar siempre consigo la pulsera, sujeta a su mu?eca, y un emisor, un aparato de tama?o algo mayor a un tel¨¦fono m¨®vil que informa a la polic¨ªa de su situaci¨®n. La mujer deber¨¢ llevar el segundo emisor.
El sistema contra los maltratadores sirve para garantizar que el agresor cumpla la orden judicial de permanecer alejado (normalmente a 500 metros) de la v¨ªctima. La alarma salta cuando los dos emisores est¨¢n a una distancia inferior a la decretada por el juez, momento en el que una se?al ac¨²stica alerta a la v¨ªctima para que pueda esconderse y otra se?al avisa a la polic¨ªa. El agresor, al que la pulsera le ha sido implantada como una medida alternativa a la c¨¢rcel, se enfrentar¨ªa entonces a las consecuencias del quebrantamiento de condena.
Problemas t¨¦cnicos
El principal problema t¨¦cnico, sin embargo, ha surgido porque el mecanismo tambi¨¦n se activa, y la polic¨ªa es alertada, si el hombre, por olvido o intencionadamente, se aleja a m¨¢s de siete metros de su emisor. "Puede ocurrir que el hombre se olvide el emisor en el ba?o y vaya a la cocina, o por cualquier otra raz¨®n", explican fuentes judiciales. Estas mismas fuentes aclaran que, adem¨¢s de los inconvenientes de la movilizaci¨®n de agentes policiales, el hombre podr¨ªa verse entonces perjudicado o bajo sospecha sin haber cometido ninguna infracci¨®n.
Esta raz¨®n, y otras de orden pr¨¢ctico, es la que est¨¢ retrasando la extensi¨®n de un sistema que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, present¨® en octubre de 2004 como la gran apuesta del Gobierno regional contra la violencia dom¨¦stica.
De hecho, Madrid fue la primera comunidad aut¨®noma que promovi¨® el mecanismo: encarg¨® su desarrollo al Instituto de Magnetismo Aplicado Salvador Velayos (dependiente de la Universidad Complutense), financi¨® la mitad de los 75.000 euros que cost¨® su desarrollo (la otra mitad fue costeada por el Colegio de Farmac¨¦uticos) y ha adquirido 100 brazaletes por un coste total de casi 60.000 euros.
"Nosotros hemos cumplido. Hemos creado un dispositivo desde cero, pero no pudimos reducir m¨¢s el tama?o de los emisores", explic¨® hace ahora un a?o un portavoz del Instituto de Magnetismo Aplicado Salvador Velayos. Y a?adi¨®: "Quiz¨¢s se necesiten dos a?os para rebajar la dimensi¨®n, si es que se consigue".
En este a?o y medio, el Gobierno regional ha hecho m¨²ltiples gestiones ante el poder judicial para lograr que su mecanismo entre en funcionamiento. La ¨²ltima fue la reuni¨®n celebrada la semana pasada entre el presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Javier Casas; el juez decano de Madrid, Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez Armengol; el fiscal jefe del Tribunal Superior (Manuel Moix) y la directora general de Justicia del Gobierno regional, Mar¨ªa Jos¨¦ P¨¦rez-Cejuela.
Ninguno de ellos ha hecho declaraciones p¨²blicas, pero fuentes judiciales y del Gobierno regional han explicado que "se sigue trabajando para que el mecanismo puedo ser utilizado".
Una de estas fuentes a?ade que "parte del problema es que Aguirre quiso presentar el brazalete como un gran avance contra la violencia dom¨¦stica cuando a¨²n quedaban muchas cuestiones t¨¦cnicas y jur¨ªdicas por resolver".
Fruto de estas reuniones son los dos programas pilotos que en los pr¨®ximos meses se pondr¨¢n en marcha en las localidades de M¨®stoles y Madrid. Ram¨®n Badiola, juez decano de M¨®stoles, mostr¨® su confianza en "que un mecanismo que es muy beneficioso para luchar contra la violencia dom¨¦stica pueda empezar a ser utilizado lo m¨¢s pronto posible".
Obst¨¢culos en el camino
La implantaci¨®n del brazalete contra maltratadores est¨¢ encontrando en su camino muchos m¨¢s obst¨¢culos de los previstos desde que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, anunciara hace dos a?os su creaci¨®n. Las primeras pruebas del mecanismo no funcionaron bien, lo que retras¨® su presentaci¨®n oficial hasta octubre de 2004.
Entonces surgieron discrepancias entre los jueces sobre su aplicaci¨®n cautelar. Mientras, la conservadora Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura defendi¨®, al igual que Aguirre, que el uso de la pulsera pod¨ªa ser decretado por un juez de instrucci¨®n durante el transcurso del proceso judicial, la progresista Jueces por la Democracia sostuvo que esto era imposible hasta que hubiera sentencia condenatoria contra el maltratador.
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