La de cal y la de arena

El reciente disco de Jos¨¦ Merc¨¦ se titula Lo que no se da, y el lunes fue presentado en Madrid, en un Teatro Real lleno hasta la bandera. Una presentaci¨®n como la de otros discos anteriores del cantaor, ni m¨¢s ni menos. Con esto quiero decir que se trata de un ¨¢lbum de m¨²sica f¨¢cil, con mucho estribillo y mucho coro.

Menos mal que Merc¨¦ no cant¨® s¨®lo el disco, como tambi¨¦n es costumbre en ¨¦l, sino que introdujo otros cantes entre los que hubo algunos de los mejores de la noche. As¨ª, Al alba y las buler¨ªas -bien tradicionales- que hizo al final de su recital y que nos quitaron mucho amargor de boca.

Por lo dem¨¢s, la elecci¨®n del repertorio ya es bastante sintom¨¢tica. Sobre 12 o 14 temas, hubo cuatro de tangos y tres de buler¨ªas. Evidentemente, demasiados y demasiado parecidos entre s¨ª. Merc¨¦ se siente a gusto en esos palos y parece que no le importa por su insistencia en ellos. De los dem¨¢s estilos, hay que salvar la sole¨¢ y la malague?a, los dos bien engarzados al comienzo del concierto, adem¨¢s de la ton¨¢ inicial. Despu¨¦s ya se meti¨® en los palos r¨ªtmicos con el resultado al que hemos aludido. Hay algunos t¨ªtulos que incluso no ten¨ªan envergadura para un recital de esta naturaleza, estando entre los m¨¢s pobres del cantaor.

Hay otras muchas cosas que podr¨ªamos decir para explicar este cal y arena con que nos obsequi¨® el cantaor. Jos¨¦ Merc¨¦ perdi¨® por momentos su compostura, pidiendo palmas al p¨²blico o pidi¨¦ndole coros. Que el p¨²blico dio, por supuesto. Pues ya sabemos que las audiencias -y m¨¢s ¨¦sta de invitaci¨®n- son lo que se dice un pedazo de pan. Pero la actitud del cantaor en estos casos estaba m¨¢s cerca de la discoteca que de un Teatro Real, que por segunda vez le abr¨ªa sus puertas.

Jos¨¦ Merc¨¦ cant¨® por lo dem¨¢s bastante bien, pues es cantaor de voz flamenqu¨ªsima y de una rajo sobresaliente. En estas ocasiones se mueve con enorme desenvoltura, que le ayuda en el empe?o de ofrecer espect¨¢culo. El lunes tuvo momentos muy destacados en los temas en que estuvo m¨¢s afortunado, pero en otros momentos estuvo de un gris casi insoportable, haciendo un cante mortecino y triste. No fue, desde luego, su mejor noche, aunque tampoco podemos decir que fue la peor. Se qued¨® ah¨ª en un ten con ten muy destacado.

Hubo muchos estribillos y muchos coros. Los componentes de los coros cantaron mucho, ya que hubo temas en que los estribillos se repet¨ªan una y otra vez. Trabajaron fuerte los tres j¨®venes integrantes de los mismos, puesto que sobre ellos reca¨ªa una de las responsabilidades importantes de la jornada. Tambi¨¦n hubo dos n¨²meros de m¨²sica sin el cante de Merc¨¦, en los que los m¨²sicos participantes salieron airosos con brillantez. Esto fue todo lo que ocurri¨® en esta presentaci¨®n de Merc¨¦, que no pasar¨¢ a la historia como algo sensacional, aunque quiz¨¢ quede en la historia personal del cantaor.