Por el buen nombre

Desde que estall¨®, hace ahora un a?o, el esc¨¢ndalo de los presuntos casos de eutanasia, el hospital p¨²blico Severo Ochoa, de Legan¨¦s, al sur de Madrid, ha vivido bajo un pesado y muy probablemente injusto clima de sospecha sobre la actuaci¨®n de algunos de sus profesionales. Varias asociaciones vecinales, con el apoyo de las organizaciones sindicales, protagonizaron ayer una manifestaci¨®n "en defensa del hospital y por la dignidad de los trabajadores". Es hora ya de que la situaci¨®n del centro se normalice y se acometan problemas de mayor calado como son su masificaci¨®n y la falta de medios. Hay que augurar que la Justicia, que no se ha desenvuelto precisamente con gran celeridad, devuelva el prestigio a los m¨¦dicos afectados cuando en breve se hagan p¨²blicas las conclusiones.

A finales del mes pasado se conocieron algunos elementos de lo que puede deparar la investigaci¨®n. Un juez de Legan¨¦s archiv¨®, por "falta absoluta de indicios", una querella por supuesto homicidio imprudente presentada por la familia de un paciente, de 78 a?os, que ingres¨® en situaci¨®n ag¨®nica terminal en 2003 y falleci¨® horas despu¨¦s. El magistrado determin¨® que la actuaci¨®n del m¨¦dico fue correcta y conforme a los c¨¢nones de la ciencia m¨¦dica, y que antes de aplicar la sedaci¨®n consult¨® con un especialista y recibi¨® la autorizaci¨®n de los familiares, que pese a ello han decidido recurrir el auto. La Consejer¨ªa de Sanidad de la Comunidad de Madrid, gobernada por el PP, hab¨ªa considerado este caso como uno de los m¨¢s claros de sedaci¨®n contraindicada en su batalla judicial abierta contra la direcci¨®n del hospital y el coordinador del departamento de Urgencias, destituidos hace un a?o.

La crisis estall¨® tras una denuncia an¨®nima que acus¨® al entonces coordinador de Urgencias de terminar con la vida de m¨¢s de 400 pacientes con sedaciones irregulares. El consejero de Sanidad, Manuel Lamela, no vacil¨® en destituir a todo el equipo directivo, pese a que un primer informe de su propio departamento exclu¨ªa que hubiera habido mala praxis cl¨ªnica. Lamela present¨® luego una demanda sobre 73 supuestos casos irregulares, lo cual obstaculiz¨® la investigaci¨®n que hab¨ªa abierto antes la Fiscal¨ªa de Madrid. La situaci¨®n degener¨® y se troc¨® en una batalla pol¨ªtica entre PP y PSOE. La conducta de Lamela y su presunto celo para resolver el asunto son m¨¢s que discutibles. Y todo ello ha hecho enorme da?o al hospital Severo Ochoa y, en general, a la sanidad p¨²blica espa?ola.