Riquelme, de nuevo

A falta de fluidez, una vez m¨¢s Riquelme. Marc¨® dos goles que neutralizaron la ventaja del Alav¨¦s. Los dos con diferentes registros: de saque de esquina directo el primero y de remate franco en el segundo palo, donde se hab¨ªa desmarcado y estaba solo, el segundo. Posteriormente, Guillermo Franco, el argentino nacionalizado mexicano que debutaba ayer en El Madrigal, remach¨® al conjunto vitoriano, que empez¨® de manera altiva pero acab¨® engullido por el dominio de la pelota del equipo de Pellegrini.

El Villarreal ten¨ªa la cabeza en el partido. Ante el Alav¨¦s actuaron los mismos que en Glasgow, a excepci¨®n de Quique ?lvarez, que retorn¨® tras tres semanas de ausencia por lesi¨®n. Los mismos que repetir¨¢n el martes ante los Rangers en la vuelta de los octavos de la Liga de Campeones. Incluido Riquelme, que volv¨ªa al campeonato dom¨¦stico tras m¨¢s de un mes de ausencia. Pellegrini ha europeizado su estilo de juego. Sigue predominando el toque y la pausa. Sigue con su innegociable 4-4-2. Pero con matices. Ha curtido su centro del campo con la incorporaci¨®n de Tacchinardi en el eje central junto a Senna y Josico. M¨¢s experiencia y consistencia en la zona ancha y, de paso, m¨¢s libertad de movimientos para Riquelme.

Piterman aline¨® a dos puntas puros, Bodipo y Aloisi, y dos jugadores de banda con tendencia ofensiva: Nen¨¦ y De Lucas. Ese atrevimiento pronto le dio productividad. Aloisi adelant¨® a su equipo despu¨¦s de una gran jugada de Bodipo.

Pero eso lo estropearon las aceitosas manos de Costanzo, que no pudo atajar un saque de esquina botado por Riquelme desde el costado izquierdo, con el endiablado efecto del argentino. Parec¨ªa que el Villarreal llevaba el encuentro a su terreno, pero, sin embargo, el Alav¨¦s dibuj¨® poco despu¨¦s un contragolpe perfecto: pase largo a De Lucas, que le gan¨® la espalda a Arruabarrena y bati¨® a Viera.

Llegada la segunda mitad, al Alav¨¦s le entr¨® v¨¦rtigo y cedi¨® toda la iniciativa al Villarreal, al que le faltaba la brillantez y sutileza que le caracteriza. Pero le sobraron recursos. Riquelme se desmarc¨® al segundo palo y marc¨® su und¨¦cimo gol en la Liga. Para entonces, ya se encontraba Guillermo Franco en el terreno de juego. Y confirm¨® pronto las enormes expectativas que el club amarillo ha puesto sobre ¨¦l: marc¨® de cabeza tras un centro de H¨¦ctor Font.