El debate p¨²blico del Estatut

Nadie duda de que el nuevo Estatuto de Autonom¨ªa de Catalu?a, que llegar¨¢ esta semana a la Comisi¨®n Constitucional, probablemente el mi¨¦rcoles, supone un avance importante en las competencias de autogobierno de Catalu?a y un fortalecimiento muy se?alado de sus instituciones. Desde el punto de vista del funcionamiento cotidiano del Estado, una de sus mayores innovaciones, quiz¨¢ no suficientemente valorada, ser¨¢ la gran presencia de la Generalitat en ¨¢reas de decisi¨®n del Gobierno central. No se trata, desde luego, de un derecho de veto, ni tan siquiera de una presencia decisoria, como hubiera querido el borrador enviado por el Parlament catal¨¢n, pero s¨ª de una voz a consultar y a tener en cuenta en multitud de asuntos generales, grandes y medianos, de competencia estatal.

El 'modelo catal¨¢n' har¨¢ que la opini¨®n de Catalu?a, Andaluc¨ªa y Madrid se tenga en cuenta mucho m¨¢s que ahora en el funcionamiento del Estado

Es muy probable que ¨¦ste sea, precisamente, uno de los elementos que terminar¨¢n copiando con m¨¢s rapidez los estatutos de las dem¨¢s comunidades aut¨®nomas, para las que el texto catal¨¢n se convertir¨¢ enseguida en un importante punto de referencia. En cualquier caso, la nueva etapa har¨¢ que el funcionamiento del Estado sea, para unos, m¨¢s complejo y adecuado a la realidad territorial de Espa?a, y para otros, simplemente, m¨¢s complicado. "Desde luego, un Estado en el que la opini¨®n de Catalu?a, Andaluc¨ªa y Madrid, con m¨¢s de la mitad del PIB y casi la mitad de la poblaci¨®n, ser¨¢ tenida en cuenta mucho m¨¢s", asegura un diputado experto constitucionalista.

Superada la importante negociaci¨®n de la ponencia, con la reforma del dif¨ªcil y fatigoso pre¨¢mbulo que defendi¨® a capa y espada Pasqual Maragall, los trabajos de la Comisi¨®n Constitucional ser¨¢n el primer escenario p¨²blico en el que los pesos pesados de cada partido tendr¨¢n ocasi¨®n de exponer, y defender, art¨ªculo por art¨ªculo, sus posiciones. Las dos participaciones m¨¢s esperadas son las de los portavoces del Partido Popular y de Esquerra Republicana de Catalu?a (ERC).

Del PP, ya se sabe que su estrategia ser¨¢ de oposici¨®n pr¨¢cticamente total, como lo prueba el hecho de que casi todas sus enmiendas son, sencillamente, enmiendas de supresi¨®n (y vuelta al texto del Estatuto anterior). Lo interesante no ser¨¢, pues, su voto, bien conocido, sino la manera en la que lo exponen y defienden y los portavoces en los que Mariano Rajoy conf¨ªa para esa tarea.

Los debates en torno al Estatut, explican sin disimulo en la direcci¨®n del PP, han sido, hasta ahora, los que mejor "resultado" han dado a los populares, desde el punto de vista de los sondeos y encuestas de opini¨®n. Los trabajos de la Comisi¨®n se enfocan, pues, en el Partido Popular como una nueva ocasi¨®n de "reavivar" la pol¨¦mica. "El Estatut desapareci¨® casi de golpe de la actualidad pol¨ªtica en los ¨²ltimos d¨ªas, pero, con la apertura de la Comisi¨®n Constitucional, intentaremos que vuelva a estar en primera l¨ªnea", advierte un dirigente del PP. Para cuando llegue al pleno, dentro de dos semanas aproximadamente, los populares tendr¨¢n ya finalizada su recogida de firmas para pedir al Gobierno que convoque un refer¨¦ndum nacional al respecto, algo imposible, pero con una gran acogida medi¨¢tica. Una segunda "oportunidad" popular para mantener vivo el debate del Estatut llegar¨¢ cuando el texto entre en el Senado, donde el PP tiene una presencia muy destacada.

Dos votaciones

Los socialistas reconocen que el debate del Estatut "no nos ha aportado nada, ni al partido ni al Gobierno, a nivel nacional", en palabras de un responsable parlamentario. "Incluso lo contrario: nos ha hecho bajar en las encuestas", puntualiza un diputado. "Son cosas que toca hacer y que hay que hacer", es, casi, la expresi¨®n m¨¢s extendida en el grupo parlamentario socialista, diputados catalanes aparte.

La principal duda que rodear¨¢ el debate del Estatut en la Comisi¨®n Constitucional ser¨¢ la posici¨®n de ERC, que tendr¨¢ que quedar clara en las dos votaciones previstas, primero al final de los trabajos de la Comisi¨®n y, despu¨¦s, en el pleno del Congreso. De momento, los socialistas descartan casi completamente que Esquerra se decante por un voto negativo. "Votar no les llevar¨ªa claramente a salir del Gobierno tripartito de Catalu?a", aventura un dirigente regional del PSOE.

Desde su punto de vista, la abstenci¨®n ser¨ªa m¨¢s probable porque les permitir¨ªa, por lo menos, luchar por esa permanencia, con el apoyo decidido del propio president Maragall. La principal inquietud ser¨ªa entonces el efecto de la abstenci¨®n de los seguidores de ERC en el refer¨¦ndum del nuevo Estatut (probablemente, en mayo-junio). El anterior fue aprobado con un 59% de participaci¨®n y un 88% de voto afirmativo.