5.000 trabajos por la comunidad
Las condenas a trabajos en beneficio de la comunidad han crecido de forma espectacular desde que se introdujeran como pena en la reforma del C¨®digo Penal de 1995. En 1996 se puso s¨®lo una condena de este tipo, y el a?o pasado, cerca de 5.000. Pero tan espectacular como el incremento de sentencias es el n¨²mero de las que no se cumplen: menos de un 20%. Las listas de espera van de dos meses a un a?o. Todas las partes que participan en el proceso dan distintas versiones del porqu¨¦ de ese desfase de cifras.
"No es un problema de falta de recursos. Puede ocurrir que el penado est¨¦ cumpliendo una condena anterior, que ponga pegas porque est¨¢ trabajando o que conmute la pena por una multa", asegura Virgilio Valero, subdirector general de Tratamiento y Gesti¨®n Penitenciaria. Aparentemente, tampoco es un problema de plazas. Instituciones Penitenciarias mantiene un convenio con la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios y Provincias, que le ofrece 3.250 vacantes. En total, con las que suman instituciones sociales como C¨¢ritas o Cruz Roja, casi alcanzan las 5.000.
"Estamos un poco perdidos. No esper¨¢bamos la que se nos ha venido encima. El sistema est¨¢ tan saturado que el juez tiene que poner condenas por un tubo; no le da tiempo a evaluar el car¨¢cter del delincuente y nosotros no somos ni m¨¦dicos, ni psiquiatras. El otro d¨ªa nos lleg¨® una persona esquizofr¨¦nica. ?C¨®mo voy a saber yo qu¨¦ trabajo le conviene m¨¢s?", se quejaba un funcionario de los servicios sociales penitenciarios.
Mar¨ªa Jes¨²s Coronado, juez de la Audiencia Provincial de Madrid y ex juez de menores, asegura: "Queda mucho por hacer. Para los servicios sociales penitenciarios, los que deciden qui¨¦n va a qu¨¦ sitio, ha sido una avalancha y el penado hay veces que tampoco pone mucho de su parte. En mi opini¨®n, nos hace falta tiempo, rodaje para lograr con este tipo de condenas los mismos resultados que con los menores. Con ellos tambi¨¦n cost¨® mucho empezar", recuerda.
Valero reconoce que est¨¢n tratando de incorporar "m¨¢s personal y m¨¢s especializado" a los centros penitenciarios y anuncia un boom de las condenas a trabajos en beneficio de la comunidad con la implantaci¨®n, en julio, del carn¨¦ por puntos. De momento, el 70% de las condenas de este tipo son para delitos de violencia de g¨¦nero (amenazas o lesiones leves). "En esos casos, se entiende que es inter¨¦s de la sociedad modificar la actitud de los maltratadores", asegura Coronado. "Es un tratamiento de seis meses a un a?o, y tratamos que comprendan por qu¨¦ han llegado aqu¨ª", explica Elena Varela, psic¨®loga de Amikeko, que imparte estos tratamientos en Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.