Premio a la constancia

No es ning¨²n secreto que las mujeres no abundan en las c¨²pulas directivas de los grandes bancos de inversi¨®n. Eva Castillo es una de esas excepciones. Acaba de estrenar su nuevo cargo como responsable del negocio de banca privada de Merrill Lynch para Europa y no oculta la satisfacci¨®n de quien siente su esfuerzo premiado. Ha sido el ¨²ltimo salto de una carrera bancaria que comenz¨® en 1988, cuando Castillo se incorpor¨® a la firma de Bolsa Beta Capital. All¨ª, esta licenciada en Ciencias Econ¨®micas y Derecho (E-3) por la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid se fogue¨® en los mercados de capitales, sector que ya no habr¨ªa de abandonar, en funciones de venta de instrumentos y de an¨¢lisis de valores.

En 1992 dio el salto a Londres de la mano de Goldman Sachs, donde permaneci¨® hasta 1997 en el departamento de Renta Variable Internacional. Ese a?o, Merrill Lynch la trajo de vuelta a Espa?a, como responsable de Renta Variable para Espa?a y Portugal. Una de sus principales misiones fue gestionar la integraci¨®n de FG Valores y Bolsa, la firma fundada por el actual presidente del BBVA, Francisco Gonz¨¢lez, que vendi¨® a Merrill Lynch en 1996. Durante esos primeros a?os, Castillo tambi¨¦n pilot¨® el giro estat¨¦gico que supuso pasar de distribuir productos locales a productos de todo el mundo.

En 1999 asumi¨® el cargo de country manager para Espa?a y Portugal y en 2000, fue nombrada consejera delegada de Merrill Lynch Capital Markets. Su ascenso en el organigrama alcanz¨® un hito en 2003, al ser designada presidenta de la compa?¨ªa en Espa?a, cargo que conservar¨¢ y que compaginar¨¢ con sus nuevas responsabilidades en el ¨¢rea de banca privada. Como presidenta de Merrill Lynch Espa?a, Castillo es responsable de todas las ¨¢reas de negocio de la firma: ventas y trading de renta variable, ventas de renta fija, banca de inversi¨®n, banca privada y la gestora de patrimonios de la firma.

Si vuelve la vista atr¨¢s, Castillo, de 43 a?os, cree que lo m¨¢s dif¨ªcil de su trayectoria fue, al comienzo de la misma, encontrar jefes que le dieran oportunidades y que le dejaran dar el salto en cada situaci¨®n. Ella los encontr¨®. Hoy, es una entusiasta del trabajo en equipo: "Hay que convencer a la gente de que se puede sacar adelante un proyecto si se trabaja duro y en equipo", asegura. ?Su mayor sacrificio? El tiempo libre, sin duda. "Aunque, quiz¨¢s, cuando escasea, uno aprende a disfrutar mucho m¨¢s de las cosas", reflexiona, como no, camino de un aeropuerto.