Los transexuales presos podr¨¢n ingresar en m¨®dulos de mujeres

Los transexuales femeninos (personas nacidas biol¨®gicamente hombres que transitan hacia mujer) podr¨¢n ingresar a partir de ahora en m¨®dulos de mujeres aunque no se hayan sometido a una operaci¨®n de cambio de sexo o conserven oficialmente su nombre de var¨®n. Instituciones Penitenciarias ultima una circular en la que por primera vez se reconoce la "identidad psico-social" de la persona por encima de su sexo de nacimiento.

A d¨ªa de ayer hab¨ªa 40 transexuales en prisi¨®n, todos en tr¨¢nsito de hombre a mujer y todos ingresados en m¨®dulos masculinos. La normativa en vigor -basada en la Ley General Penitenciaria de 1979- no deja otro resquicio. Los funcionarios deben tener en cuenta la "identidad sexual aparente" del recluso -lo que diga el carn¨¦ de identidad- y dejar al margen otras cuestiones de ¨ªndole social o psicol¨®gico. Desde hace d¨¦cadas, esta situaci¨®n viene acarreando graves problemas a las personas con disforia de g¨¦nero -lo que popularmente se conoce por transexualidad- que han llegado a padecer rechazo, acoso y hasta violaci¨®n por parte de otros reclusos. A finales del a?o pasado, la directora general de Instituciones Penitenciaria, Mercedes Gallizo, dio ¨®rdenes de mejorar la situaci¨®n de los transexuales presos bajo una premisa fundamental: "Evitar sufrimientos innecesarios".

La nueva circular establece que las personas cuya identidad oficial de sexo no concuerde con su identidad psico-social de g¨¦nero podr¨¢n solicitar de Instituciones Penitenciarias ser ingresadas en el m¨®dulo correspondiente a su nueva condici¨®n, sin que, no obstante, ello suponga la alteraci¨®n de su identidad jur¨ªdica ni fuera ni dentro de prisi¨®n. Lo que, en la pr¨¢ctica, la nueva medida persigue es que quien se sienta mujer -no existe constancia de transexuales masculinos encarcelados- y haya vivido como tal en los ¨²ltimos tiempos sea tratado en consecuencia a su llegada a prisi¨®n.

Un a?o de viaje

Una vez que un interno solicite el ingreso en un m¨®dulo distinto al que le corresponder¨ªa seg¨²n su identidad oficial, la direcci¨®n dispondr¨¢ de un mes para emitir un informe m¨¦dico y otro psico-social del recluso. Se tendr¨¢n en cuenta la situaci¨®n fisiol¨®gica y sexual de la persona interesada, as¨ª como los procesos de transexualizaci¨®n seguidos en el exterior. Un informe psicol¨®gico indagar¨¢ en la veracidad de la solicitud. Para ello se considerar¨¢ necesario que la persona transexual haya iniciado su proceso al menos un a?o antes del ingreso en prisi¨®n.

Nunca m¨¢s tarde de dos meses, el recluso ser¨¢ informado de la decisi¨®n de Instituciones Penitenciarias. Si la solicitud es aceptada, la direcci¨®n del centro se comprometer¨¢ a seguir los criterios de "discriminaci¨®n positiva" que marca la nueva circular. La persona transexual ser¨¢ entonces trasladada al m¨®dulo de mujeres -intentando siempre que sea en el mismo centro penitenciario- y los funcionarios se dirigir¨¢n a ella utilizando un nombre adecuado a su identidad de g¨¦nero. Un nuevo nombre que le servir¨¢ para su vida cotidiana en prisi¨®n pero no para el papeleo oficial. La nueva norma tambi¨¦n tiene en cuenta detalles del d¨ªa a d¨ªa como la pr¨¢ctica de cacheos, que tendr¨¢n que ser electr¨®nicos y en todo caso respetuoso con la identidad de g¨¦nero reconocida.

Hay otro aspecto fundamental en la nueva medida. Los transexuales en prisi¨®n no s¨®lo vienen reclamando el respeto de sus compa?eros y un tratamiento acorde con su identidad. Muchos de ellos tambi¨¦n necesitan, y de forma imperiosa, que su viaje hacia el otro sexo no se vea interrumpido de forma brusca. Hasta ahora, la dispensaci¨®n de hormonas ven¨ªa dependiendo en gran medida de la buena voluntad de los m¨¦dicos de cada centro. La circular puesta en marcha por Mercedes Gallizo entra tambi¨¦n en este asunto.

Los reclusos tendr¨¢n derecho a acudir a los servicios p¨²blicos de transexualizaci¨®n en las mismas condiciones que la ciudadan¨ªa, al tiempo que la direcci¨®n de la c¨¢rcel les garantizar¨¢ la recepci¨®n del tratamiento prescrito por los servicios de salud.

El funcionamiento de la nueva norma ser¨¢ revisado dentro de un a?o.