Revancha frustrada
El Madrid no concede ninguna oportunidad al Fuenlabrada
Llegaba el Alta Gesti¨®n Fuenlabrada al feudo madridista con intenciones reivindicativas y sali¨® trasquilado. Fue tanta la diferencia entre unos y otros y qued¨® tan manifiestamente expuesta desde minutos tan tempranos que el atractivo partido resulto un fiasco.
Y eso que el asunto ten¨ªa su historia. No s¨®lo porque al Madrid se le est¨¢n acabando las posibilidades de error en su lucha por meterse en las eliminatorias finales y mucho menos con un adversario directo en esa pelea, sino tambi¨¦n por cierto aire de revancha que flotaba en el ambiente tras lo ocurrido en la Copa del Rey, en la que el Alta Gesti¨®n tuvo que ceder por decreto su puesto al Madrid vi¨¦ndose privado de una presencia que se hab¨ªa ganado en la pista.
REAL MADRID 84 - A. G. FUENLABRADA 66
Real Madrid: Sonko (7), Bullock (26), Scales (2), Reyes (9), Hamilton (12), Rakocevic (13), Hervelle (9), Tomas (4), H. Sonseca y Fisher (2).
Fuenlabrada: F. L¨®pez (1), Solana (10), Williams (2), Strong (6), Wideman (11), Guardia (2), S¨¢nchez (15), Vitols (7), Garc¨ªa (12) y Blanco.
1? CUARTO 20-17
2? CUARTO 29-22
3? CUARTO 21-14
4? CUARTO 14-13
Pero, a la hora del juego, los de Fuenlabrada mostraron su cara menos atractiva, tan lejos de sus habituales prestaciones como para que el Madrid no s¨®lo lograse la victoria, sino que finalmente consiguiera superar el basket-average de 15 puntos con el que contaban sus rivales, cuesti¨®n nada despreciable teniendo en cuenta la estrechez en la que se vive en la zona media de la clasificaci¨®n.
De hecho, ¨¦ste fue el ¨²nico debate que plante¨® el encuentro, resuelto en su cuesti¨®n primordial pr¨¢cticamente a mitad de tercer cuarto (63-41). Muy poquita cosa para un enfrentamiento que result¨® de dif¨ªcil digesti¨®n, plagado de interrupciones, y en el que se lanzaron hasta 66 tiros libres, casi una tortura cuando un partido se decanta con tanta antelaci¨®n.
El Madrid desenchuf¨® muy pronto la l¨ªnea principal de generaci¨®n de juego del Fuenlabrada. Sonko se peg¨® a Solana con la terquedad que en ¨¦l es habitual, lo que dej¨® a Ferr¨¢n sin su principal aliado. Como si no tuviese suficiente el base con lidiar con la poca claridad de ideas que le acompa?¨® toda la tarde.
Hu¨¦rfanos de una direcci¨®n l¨²cida, que tampoco mejor¨® Sergio S¨¢nchez, tan incisivo en su juego como acelerado e impreciso en sus decisiones, el Alta Gesti¨®n vivi¨® en tinieblas y nunca puso en aprietos al Madrid, que, sin tener que hacer virguer¨ªas, pues tampoco est¨¢ para esas cosas, vivi¨® una jornada mucho m¨¢s pl¨¢cida de lo esperado.
Din¨¢mica rota
El Madrid se llev¨® todo el bot¨ªn y rompi¨® su din¨¢mica de ¨¦xito en la Euroliga y batacazo en la Liga ACB a la que parec¨ªa abonado. De eso se encargaron sobre todo Bullock, que est¨¢ muy fino, y el hecho de que el habitual desequilibrio que sufre este equipo entre la anotaci¨®n de altos y bajos fue mucho menor de lo habitual.
Hamilton pareci¨® por momentos lo que pretend¨ªa el Madrid al gastarse tantos miles de euros en su contrataci¨®n, Felipe Reyes sigue solidificando su lanzamiento corto y Hervelle colabor¨® como cada vez es m¨¢s frecuente en los p¨ªvots: a base de triples. Esto del gigante jugando y lanzando desde casi siete metros se est¨¢ convirtiendo en un h¨¢bito, y el p¨ªvot belga y su alter ego en el Fuenlabrada, de nombre Jorge Garc¨ªa, escenificaron poco antes del descanso un duelo de triple va triple viene que hasta hace poco hubiese puesto los pelos de punta a cualquier entrenador.
Como siga esta tendencia, el juego de espaldas a la canasta va a quedarse como una rareza. Consideraci¨®n en la que deber¨ªan quedarse partidos como el de ayer.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.