"Cada deporte tiene su cultura"
En otras disciplinas no hay tanto forofismo como en el f¨²tbol
"En mis 24 a?os en el mundo del baloncesto, ni he presenciado ni recuerdo haber o¨ªdo hablar de incidentes racistas", asegura, categ¨®rico, Jordi Bertomeu, m¨¢ximo responsable de la Euroliga, la competici¨®n europea que cuenta con uno de los porcentajes de jugadores de raza negra m¨¢s elevados. A diferencia del f¨²tbol, a estas alturas de la pel¨ªcula, los aficionados al baloncesto -que, en sus inicios, en Estados Unidos, tambi¨¦n sufri¨® actitudes racistas- son un un ejemplo. ?Por qu¨¦? ?Por qu¨¦ deportes como el baloncesto, el atletismo, el f¨²tbol sala o el balonmano viven pr¨¢cticamente al margen de estos comportamientos?
"Nuestro aficionado tipo es universitario o profesional cualificado, y su nivel econ¨®mico y cultural es medio-alto; por tanto, su cultura, tambi¨¦n la deportiva, es diferente", expone Bertomeu, bas¨¢ndose en un estudio realizado por la Euroliga en 13 pa¨ªses. "Cada deporte tiene su cultura", confirma el soci¨®logo Sebasti¨¤ Serrano. "Y, a diferencia de otros deportes, el f¨²tbol no tiene reglas externas; se busca desestabilizar al contrario y el racismo es de las cosas m¨¢s desestabilizadoras que hay", abunda.
Eso precisamente pretend¨ªan lograr los que le gritaban "chino cabr¨®n, t¨² no eres espa?ol" a Talant Dujshebaev, ex jugador y ahora t¨¦cnico del Ciudad Real de balonmano. "La mayor¨ªa no es as¨ª, pero yo he o¨ªdo ese tipo de insultos muchas veces", asegura Dujshebaev, espa?ol originario de Kirguizist¨¢n y t¨¦cnico del equipo de la Asobal que cuenta con m¨¢s jugadores de raza negra (tres). "A veces, he tenido ganas de dirigirme a esa gente como lo hizo Eto'o, pero s¨¦ que, al final, saldr¨ªa perdiendo yo: nuestro deporte no tiene la repercusi¨®n del f¨²tbol", a?ade. "Los que act¨²an as¨ª lo hacen para fastidiar, no por racismo", estima su pupilo Julio Fis, espa?ol de origen cubano.
?sa es una opini¨®n muy extendida entre los deportistas que Serrano no comparte. "
S¨ª son racistas: ¨¦se es un recurso que no se desarrolla si no hay un estrato racista", asegura el soci¨®logo. "La gente lo hace para distraer al contrario, no porque sea racista", insiste Jackson Qui?ones, plusmarquista nacional de 60 m. vallas, originario de Ecuador. Ni ¨¦l ni el saltador Joan Lino -cubano nacionalizado- ni ninguno de los atletas negros que se entrenan y compiten en Espa?a han sido v¨ªctimas de actitudes racistas en las pistas de atletismo. "Es otro concepto de deporte: tu principal rival eres t¨². El espectador de atletismo va a ver atletismo, no hay forofismo", expone Gerardo Cebri¨¢n, responsable de prensa de la Federaci¨®n Espa?ola de Atletismo, tras m¨¢s de 20 a?os recorriendo las pistas.
El f¨²tbol sala, que apenas conoce actitudes racistas, ha atacado los conatos con severidad: el PSG M¨®stoles, de Divis¨®n de Honor, prohibi¨® la entrada a su recinto a los seguidores que hab¨ªan proferido insultos racistas a los rivales.
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