Barro civil
Ya saben que, el mes pasado, los campamentos saharauis fueron arrasados por unas inundaciones. Pero quiz¨¢ ignoren todo lo que eso significa. Los refugiados llevan treinta a?os malviviendo en la precariedad de los pedregosos y paup¨¦rrimos campamentos, y en ese tiempo han conseguido levantar un mundo de la nada. Han organizado una eficiente estructura administrativa, han desarrollado un proyecto de naci¨®n, han preparado un borrador de Constituci¨®n plenamente democr¨¢tica, seg¨²n la cual hombres y mujeres tienen los mismos derechos, nadie puede ser discriminado por su nacimiento, raza, religi¨®n u opini¨®n; se garantiza la libertad de expresi¨®n y queda abolida la pena de muerte. Qu¨¦ lujo de pa¨ªs para el Magreb y para el mundo entero: cuando al fin el conflicto se resuelva y los saharauis recuperen su tierra, podremos tener un islam plenamente moderno y tolerante como modelo. Adem¨¢s, los saharauis tambi¨¦n son mod¨¦licos en su lucha porque no han recurrido al terrorismo. ?No habr¨ªa que recompensar esa actitud, precisamente? ?Y demostrar al mundo que, si escoges no matar, puedes tener m¨¢s ¨¦xito?
Todo ese asombroso esfuerzo de reconstrucci¨®n, de modernidad y de progreso se ha llevado a cabo, como digo, en las condiciones de vida m¨¢s penosas. D¨ªa tras d¨ªa, con un empe?o tit¨¢nico, han ido erigiendo sus ciudades. Escuelas, hospitales y centros administrativos fueron edificados heroica y dolorosamente con adobe, porque en el feroz desierto de la hamada no se dispone de otra cosa. Y ese pobre barro amasado con sudor y con l¨¢grimas es el s¨ªmbolo mismo de su apuesta por la civilidad y por el futuro. Ahora sus milagrosos castillos de arena han sido destruidos por la riada: se han perdido m¨¢s de la mitad de las casas de adobe y 19.000 familias se han quedado sin nada (para enviar ayuda: Amigos del Pueblo Saharaui de Madrid, cuenta 2038-1016-31-6000727045). Es un golpe muy duro, pero s¨¦ que conseguir¨¢n salir adelante. Y seguir¨¢n luchando y oponiendo un modelo de sociedad democr¨¢tica frente a la tropel¨ªa arcaica y represiva de Marruecos, hasta que comprendamos que la victoria saharaui no es s¨®lo moralmente justa, sino que es adem¨¢s lo que m¨¢s nos conviene.
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