Una berlina revolucionaria con l¨ªnea de cup¨¦

El CLS es la receta innovadora de Mercedes para combatir la ca¨ªda de ventas de las grandes berlinas, en crisis ante el ¨¦xito de los todoterrenos de prestigio. Comparte la base mec¨¢nica y tecnolog¨ªas con el Clase E, pero en una carrocer¨ªa vanguardista de l¨ªnea deportiva para captar clientes m¨¢s j¨®venes. El inconveniente es el precio (desde 61.000 euros), demasiado elevado e inaccesible para la mayor¨ªa.

Cup¨¦ con cuatro puertas

Con el CLS, Mercedes reinterpreta la l¨ªnea de las berlinas cl¨¢sicas, demasiado serias y convencionales para las nuevas generaciones con estilos de vida m¨¢s activos. Su alternativa es un c¨®ctel est¨¦tico que mantiene las cuatro puertas para no penalizar el acceso, pero las integra en una silueta de cup¨¦, mucho m¨¢s deportiva. El frontal conserva la parrilla y los faros de la marca con un dise?o m¨¢s afilado. El lateral integra bien las puertas y tiene unas ventanillas muy bajas que realzan el car¨¢cter. Y el techo cae suavemente por detr¨¢s para unirse con la zaga en un solo trazo, como en los cup¨¦s. El conjunto conserva la clase y elegancia de las berlinas de Mercedes, pero rejuvenece su imagen con un estilo m¨¢s vanguardista y atrevido. El resultado es un coche con gran personalidad que impacta por su belleza y aporta una est¨¦tica m¨¢s sofisticada y atractiva.

Un Clase E m¨¢s bajo

El CLS comparte el chasis de la berlina Clase E, pero se viste con una carrocer¨ªa nueve cent¨ªmetros m¨¢s larga y cinco m¨¢s baja que afila la figura y reduce la altura interior. La habitabilidad es similar, con unas plazas delanteras casi iguales en longitud y anchura, y suficiente espacio para las piernas atr¨¢s. En cambio, el asiento posterior est¨¢ configurado con dos plazas separadas en el centro por una consola. Esta soluci¨®n permite alojar a cuatro adultos con el m¨¢ximo confort y se completa con un maletero generoso (500 litros) que potencia el sentido pr¨¢ctico.

El dise?o exterior penaliza un poco el acceso -hay que agacharse m¨¢s al entrar- y la altura disponible reduce la sensaci¨®n de desahogo y exige situar los asientos m¨¢s bajos. Pero una vez dentro estos detalles no afectan a la comodidad y se viaja como en las mejores berlinas de lujo. Adem¨¢s, el CLS mima a los dos pasajeros de atr¨¢s con muchos huecos para sus objetos personales: dos guanteras integradas en el centro de la consola, apoyabrazos central con otra guantera y dos posavasos plegables... Delante incluye las bandejas de las puertas, la guantera, una red a los pies del copiloto, cajones bajo los asientos y un cofre en el apoyabrazos central.

El acabado interior y los materiales y ajustes son de lo mejor, creando ese ambiente elegante y exclusivo que distingue a Mercedes. La calidad se aprecia en el tacto de los mandos (volante, tiradores...), la instrumentaci¨®n, el sonido de las puertas... Y tambi¨¦n en la insonorizaci¨®n, muy buena, y en las suspensiones, que filtran todo sin inmutarse.

Cuatro motores

La gama del CLS incluye cuatro versiones: 350 (272 CV), 500 (306 CV) y 55 AMG (476 CV), en gasolina, y 320 CDi (224 CV), en turbodi¨¦sel. Los precios son altos y suponen un sobreprecio exagerado de unos 10.000 euros frente a los Clase E con id¨¦nticos motores. Al menos incluyen un buen equipo de serie, con seis airbags, frenos el¨¦ctricos SBC, ABS, ESP, sensores de lluvia, faros y presi¨®n de ruedas, asientos delanteros el¨¦ctricos, ordenador de viaje, radio-CD, adornos de madera de nogal, botiqu¨ªn y todo lo habitual. Adem¨¢s aporta detalles exclusivos, como el cambio 7G-Tronic, y dispone de muchas opciones, como la suspensi¨®n neum¨¢tica Air Matic (2.299 euros).

Conclusi¨®n

El CLS es la alternativa moderna a las berlinas cl¨¢sicas. Aporta una l¨ªnea m¨¢s deportiva con toda la clase de Mercedes, un interior elegante y muy c¨®modo, y una mec¨¢nica de calidad. Pero tiene unos precios injustificadamente altos.