Un recinto de equilibrio y armon¨ªa

Pek¨ªn est¨¢ repleta de templos bell¨ªsimos rodeados de grandes espacios arb¨®reos. Uno de los m¨¢s sobresalientes es el dedicado al gran sabio Confucio, que vivi¨® cinco siglos antes que Cristo. El templo de Confucio est¨¢ solitario, mientras que la Ciudad Prohibida es un hervidero de gentes. Cuando la visit¨¦ estaba tan repleta que era imposible moverse en medio de aquella marea humana compuesta, fundamentalmente, por turistas chinos de todas las edades. Se mov¨ªan al un¨ªsono y hac¨ªan comentarios de admiraci¨®n como si se tratara de un gran coro.

Para llegar al templo de Confucio se recorre una de las calles m¨¢s antiguas de Pek¨ªn, la Guozijian. No es como esas otras de los barrios t¨ªpicos -estrechas, laber¨ªnticas y con casas repletas de gente-, sino recta, de cierta amplitud suficiente para que puedan circular coches y con casas a veces palaciegas. El templo ten¨ªa la m¨¢xima consideraci¨®n por parte de los emperadores, de ah¨ª que est¨¦ cubierto con tejas amarillas. Se fund¨® en la ¨¦poca Yuan (1311) y se rehizo en el a?o 1411. Aqu¨ª se conmemoraba al fil¨®sofo deificado y a sus m¨¢s ilustres disc¨ªpulos el 27 de agosto, aniversario del nacimiento. Ocupa m¨¢s de dos hect¨¢reas y es, junto con el de Qufu, su patria natal, el mayor santuario confuciano de China. Tras dejar la calle, una hermosa puerta de entrada de estilo tradicional da paso a un gran patio con ¨¢rboles, presidido por una estatua del propio Confucio oreada por varios palos de incienso que arden cadenciosamente. La efigie, de mediano tama?o, parece llevar all¨ª toda la vida, y, sin embargo, fue colocada en 1993. A derecha e izquierda del patio se alzan todav¨ªa las estelas con los nombres y curr¨ªculos de aquellos estudiantes que aprobaron los ex¨¢menes estatales para convertirse de por vida en los m¨¢s altos funcionarios del imperio. El Templo de Confucio, fue durante siglos una Escuela Imperial, donde se estudiaba y, cada tres a?os, se llevaban a cabo duros ex¨¢menes. Las estelas se remontan al siglo XIV y en ellas se nombra a diversos emperadores de diferentes dinast¨ªas.

El ¨¢rbol que expulsa demonios

Subiendo por unas amplias escaleras tras la moderna estatua de Confucio, se pasa a una estancia intermedia y de all¨ª a otro ancho patio. Es la Puerta de los Grandes Resultados (Dachengmen); delante se admiran reproducciones de diez tambores de piedra con inscripciones de odas del siglo VII, seg¨²n la tradici¨®n. Los originales se hallan en el Palacio Imperial. En este patio se encuentran algunos de los ¨¢rboles m¨¢s viejos de Pek¨ªn. Un gran cipr¨¦s de m¨¢s de 700 a?os, lleno de gruesos nudos, se alza al oeste de los pelda?os que conducen al Palacio de los Grandes Resultados, el Dachengdian, el edificio m¨¢s importante del templo, en estilo Qing, escenario habitual de las ceremonias en honor al gran sabio. Lo plant¨® el funcionario imperial Xu Heng durante la dinast¨ªa mongola de los Yuan (entre 1279 y 1368). De sus ramas cuelgan cientos de cintas, la mayor parte rojas, que contienen la petici¨®n de alg¨²n deseo o el agradecimiento por los ya cumplidos. Es un ¨¢rbol sabio al cual se le adjudica el don de poder distinguir a las personas. Se cuenta que, en su juventud, tir¨® al suelo el sombrero de Yan Song, un perverso ministro, cuando ¨¦ste lleg¨® al templo para presentar sus respetos a Confucio en nombre del emperador Jia Qing. El individuo fue destituido y el cipr¨¦s recibi¨® entonces el nombre de "¨¢rbol que expulsa demonios".

Alrededor del patio voy visitando el resto de los ¨¢rboles. Cada uno de ellos tiene una placa identificando su clase y ¨¦poca. Aunque tambi¨¦n tienen varios siglos de edad, son m¨¢s j¨®venes que el cipr¨¦s. Alrededor del patio se levantan las capillas donde se alojaban las campanas y los tambores que anunciaban las ceremonias. En una de ellas se descubre un gran animal de piedra, similar a una tortuga. Se trata de un ser fant¨¢stico, un bixi, uno de los nueve hijos del drag¨®n, conocido por poseer una enorme fuerza, capaz de mover monta?as. Sus patas son de drag¨®n y sobre su caparaz¨®n se alza una gran estela con inscripciones alusivas a las expediciones militares de la ¨¦poca Qing.

Adem¨¢s de ser el s¨ªmbolo del emperador, en China el drag¨®n se considera el rey y se?or de las aguas, asociado a la llegada de las lluvias. El suelo sobre el cual se apoya este impresionante animal h¨ªbrido simboliza el agua, surcado por otras tortugas menores. La tortuga representa el tiempo y la longevidad. En una peque?a capilla aparte, una tortuga menor, esculpida igualmente en piedra, sostiene otra estela que hace referencia a Yongzheng, un emperador del siglo XVII.

Bellas caligraf¨ªas

El pozo surge rodeado por las sombras de las ramas de tan imponente vegetaci¨®n. Seg¨²n la leyenda, a estas aguas se les atribu¨ªan cualidades m¨¢gicas. Ayudaban, por ejemplo, a los pinceles a escribir bellas caligraf¨ªas e inspiraban a los autores hermosos y profundos pensamientos. Dado que era en este lugar donde se estudiaba y se celebraban aquellas importantes pruebas, es seguro que el pozo estuviera rodeado de j¨®venes nerviosos e impacientes. Tan famoso lleg¨® a ser que hasta el emperador Qianlong, cuando escrib¨ªa poes¨ªa, utilizaba este l¨ªquido para mezclarlo con la piedra de tinta. Tan satisfecho qued¨® por los buenos versos redactados que bautiz¨® al pozo con el siguiente nombre: "Lago del Agua para la Piedra de Tinta". Calificar a un pozo como lago era todo un cumplido. El pozo est¨¢ all¨ª con su brocal, pero ni las m¨¢quinas de escribir ni los ordenadores necesitan ya de su magia. ?Qu¨¦ l¨¢stima!

En el Palacio de los Grandes Resultados se conservan las tablillas de los antepasados de Confucio y se celebraban los ritos conmemorativos. La sala es bell¨ªsima. El techo, profusamente decorado, est¨¢ sostenido por grandes columnas rojas. Un buen n¨²mero de instrumentos musicales y objetos de culto reposan en el altar donde yacen las tablillas. Hay campanas de piedra y bronce, y sobre una mesa, platillos, tambores e instrumentos de aire dif¨ªciles de identificar. En muchos templos la m¨²sica se guardaba con gran secreto. Los monjes ¨²nicamente conoc¨ªan la parte relacionada con su instrumento, un saber que transmit¨ªan a sus disc¨ªpulos.

Para escuchar la m¨²sica en toda su pureza se debe ir a un templo del siglo XV situado dentro de Pek¨ªn. El Zhihuasi, el Templo del Intelecto que Despierta, mantiene estrictamente la tradici¨®n de la m¨²sica budista y cortesana. Originariamente fue el templo familiar del eunuco Wang Zhen, jefe de protocolo de Yingzong, emperador de la dinast¨ªa Ming. Construido en el a?o 1443, alcanz¨® fama por la cantidad de partituras que guardaba. La m¨²sica que all¨ª se interpretaba -entre una mezcla de m¨²sica cortesana,budista y folcl¨®rica- dio origen al jing yinyue, g¨¦nero que alcanz¨® mucho ¨¦xito en la corte de aquel tiempo. El templo qued¨® abandonado durante muchos a?os y fue utilizado para diferentes menesteres hasta que, en las ¨²ltimas d¨¦cadas, fue rehabilitado y devuelto a su uso primigenio.

En el altar principal del templo de Confucio contemplo, a uno y otro lado, un mont¨®n de esculturas masculinas de tama?o natural. Son setenta y dos estatuas de escayola dorada que representan a los disc¨ªpulos m¨¢s destacados del fil¨®sofo. El visitante puede creer que son de ¨¦poca, pero su antig¨¹edad se remonta a pocos a?os. Un buen ejemplo de ese esp¨ªritu chino de rehabilitar su pasado a?adi¨¦ndole nuevos ingredientes ins¨®litos. En lo m¨¢s alto del altar cuelgan citas de Confucio.

De nuevo salgo al patio y me muevo entre los ¨¢rboles, centenarios, las tortugas dragones, el pozo y las estelas. Un ligero aire mueve las hojas y los deseos colgados de las ramas. En Dabeisi, el Templo de la Gran Misericordia, con ¨¢rboles de m¨¢s de 800 a?os, se atan a los troncos y las ramas farolillos rojos con peticiones, papeles con oraciones y tiras rojas solicitando una larga vida, salud o un matrimonio feliz. Las solicitudes se hacen una vez terminadas las fiestas del a?o nuevo chino. En Dongyuemiao, el Santuario del Pico Oriental, se encuentra en su patio una impresionante s¨®fora, la S¨®fora de la Longevidad (Shouhuai), un ¨¢rbol centenario al que los devotos atan se le envuelven cintas con su nombre. La gente da vueltas a su alrededor en el sentido de las agujas del reloj. Este ser irracionalCrec¨ªa ya all¨ª antes de que en el siglo XIV se levantara el templo tao¨ªsta.

Nombre latinizado

Confucio naci¨® en el a?o 551 antes de Cristo, un a?o despu¨¦s de Buda. Muri¨® ocho a?os antes del nacimiento de S¨®crates. Plat¨®n, Arist¨®teles o Di¨®genes son muy posteriores. Muri¨® en el a?o 479. Se calcula que vivi¨® unos setenta a?os. Parece ser que med¨ªa dos metros y ochenta cent¨ªmetros.Su nombre, K'ung Ch'iu (Kong Qiu), quer¨ªa decir Ch'iu de la familia K'ung. Maestro Kong, Confucio, seg¨²n la latinizaci¨®n llevada a cabo por los jesuitas en el siglo XVII.

Confucio no fue un santo, ni tan siquiera un hombre religioso -a pesar de esa deificaci¨®n posterior y los sacrificios ofrecidos por los Yuan, Ming y Qing-, sino un fil¨®sofo, un educador, un soci¨®logo, el fundador de un sistema ¨¦tico. "No es la verdad lo que hace grande a los hombres, sino los hombres los que hacen grande a la verdad". Confucio cre¨ªa en la formaci¨®n e instrucci¨®n de los hombres, confiaba en su pensar y aprender. "Pensar sin aprender nos hace caprichosos, y aprender sin pensar es un desastre. La memorizaci¨®n de hechos no conduce a nada".

C¨¦sar Antonio Molina es director del Instituto Cervantes